DE NUEVO EL SAMBOROMBÓN, AHORA EN SECO
28 de Enero de 2012
Un poco de abstinencia debido a las reparaciones que tuve que hacer en la Pampa 01 después del azaroso viaje a La Pampa, un poco de cansancio de hacer los infaltables trabajos de mantenimiento en casa y el pedido de mi hijo de volver a practicar manejo, me arrancaron impensadamente de casa el sábado pasado para hacer otra travesía mínima.
Tenía que ser ”cerca” de La Plata porque tenía que ir a buscar el cardan balanceado de la Pampa 01, que gentilmente Rolo se encargó de gestionarme en Talleres Buchino.
Decidimos repetir parte del recorrido anterior Puentes del Samborombón, pero con la idea de meternos por los caminos o huellas no marcados en los mapas para ver que había por ahí. Salimos en la Pampa 02, que también estaba ávida de kilómetros después de reponerse de algunas ñañas recogidas en LATITUD 50.
La cuestión que nos llegamos hasta los “Caños de VERGARA” o “PASO DE PIEDRAS” sobre el rio Samborombón casi siguiendo el mismo camino de la vez pasada, salvo el ensayo de algunos bypass. El río ahora estaba casi completamente seco, sobre todo aguas abajo del “embalse”, fruto seguro de la alarmante sequía de los últimos tiempos.
Esta vez seguimos de largo después de cruzar el puente para ver adonde salía. Por el camino juntamos un poco de leña para el calentar el disco para el almuerzo campestre y finalmente nos sacó a la RP20, que yo creía asfaltada y en realidad es de tierra, a unos 20 km de Chascomús, la cual tomamos pero en sentido contrario, hacia Magdalena.
A poco de andar un desvío a la derecha me da idea que se podría llegar a los restos del puente ferroviario del ramal La Plata - Lezama sobre el Samborombón, algo que tenía vagamente en mente a raíz de los comentarios de un ciclista al posteo del viaje anterior. Nos metimos por él y cuando faltaba menos de un kilómetro y medio al río, una tranquera con candado nos dijo basta y tuvimos que desandarlo hasta la RP20.
Poco más adelante el terraplén del ferrocarril desmantelado se nos cruzó y vemos que estamos pasando cerca de DON CIPRIANO, la estación siguiente a VERGARA. Nos metimos a DON CIPRIANO, un pequeño poblado rodeando el cuadro de la estación.
Estaba casi desierto sino fuera por un vecino de Chascomús que estaba de vacaciones en la casa quinta de un amigo, a quien consultamos por el acceso a la estación ya que nos pareció habitada. Por supuesto que se arrimó a charlar un rato y nos dijo que no había problemas ya que sólo era usada como depósito por Vialidad Provincial y hoy no había nadie. Entonces pasamos a visitar lo poco que queda de esta humilde estación, que como otras de este ramal es de madera y en parte armada con viejos vagones. Todo está en ruinas, excepto el galpón que parece estar en uso y el cordón del andén, que es de material y sobrevive. El nomenclador no está, por lo menos en la estación.
Sacamos unas cuantas fotos y al salir del predio, rozo con la pierna desnuda un alambre de boyero que parecía en desuso. Ahora entiendo perfectamente porque los animales lo respetan más que a una cerca de alambre: en esa pierna por un buen rato me duró el intenso dolor de la descarga eléctrica…
Ya era medio día y había que buscar un lugar a la sombra donde usar el disco. Cruzamos de nuevo el Samborombón por un largo puente de hormigón en la RP20; también aquí el cauce está seco. Casi bajamos para meternos en él cauce pero nos contuvimos no sé por qué.
Tomamos hacia la izquierda el camino que lleva a Vergara, el cual está muy arbolado y nos proporcionó el lugar para parar a comer nuestros clásicos patys con vegetales grillados al disco.
Al retomar el camino, apareció un desvío no indicado en Mapear que le apuntaba de nuevo al puente ferroviario, ahora desde el norte. Nos metimos y la clara huella nos llevó, tranquera abierta mediante, a los pilares del puente desmantelado que el Earth Google me había revelado. El cauce del río completamente seco los hace ver desmesurados, pero claro no siempre la cosa es así si hay agua.
La cuestión es que ahora no pudimos resistir la tentación de meternos por el cauce: ya estábamos allí así que se me ocurrió tratar de llegar a los caños de Vergara desde allí, siguiendo el río por aproximadamente unos 8 kilómetros.
La primer parte circulamos directamente por el cauce seco, sin problemas hasta un alambrado que por efectos de la sequía ahora se puede esquivar aunque justo ahí hay un sector con agua. Por la huella que nos trajo a los pilares, también se llega hasta allí. Encontramos un Gol y un camión con “pescadores”. Pescadores una manera de decir, ya que en los lugares donde todavía hay un poco de agua se amontonan los peces esperando a morirse por la falta del vital elemento y entonces en realidad, los “juntan". Los vimos con unas carpas de tres o cuatro kg, pero no les sacamos fotos ya que nos pareció que podían molestarse.
Esquivamos el alambrado y seguimos ahora por la barrancosa costa del río. Por casi un km el río tiene un poco de agua y algo más adelante tenemos que meternos entre el agua y la barranca ya que por arriba era muy espesa la vegetación y era difícil ver los restos de un viejo alambrado. Me fijé y el piso era firme y seco si no pasábamos muy cerca del agua, lo cual se lograba con un poquito de inclinación lateral.
Avanzamos bastante hasta que después de una “isla”, había que subir la barranca porque no había lugar suficiente abajo. Intento subir y resulta que entierro el eje trasero enseguida al doblar. LPMQLRP ¡!! Y ahora???
Antes que nada reviso si anda el malacate y veo que no, entonces lo descarto por el momento y me intranquilizo. Cuando miro bien, resulta que no había puesto los cubos manuales…
No pasó de un susto, con los cubos manuales puestos subimos la barranca y continuamos, ahora bordeando un alambrado a la derecha y la barranca a la izquierda, con mucha vegetación. En un momento el paso se angostó como para casi no pasar pero estábamos a menos de 3 km de los caños de Vergara, así que con un poquito de riesgo pasamos con una rueda en el aire…
A 2,5 km se cruzó un profundo zanjón con poca playa en el río para esquivarlo. Si hubiéramos estado al menos entre dos chatas creo que se podía cruzar con esfuerzo, pero solos y sin malacate no tenía sentido. Hasta acá llegamos y dimos la vuelta. Volver a pasar por el sector angosto en sentido inverso me hizo transpirar un poco por la ahora molesta posición de un poste que me obligaba a poner más en el aire una rueda. Lo sorteamos y sin inconvenientes volvimos sobre el camino a Vergara.
Es un buen desafío para otra vez, siempre y cuando no llueva ya que con el río crecido no creo que se pueda avanzar tanto.
Ya rumbo a La Plata a buscar el cardan, nos detuvimos en la casi centenaria panadería de Oliden (99 años) para comprar unas facturas ya que la vez pasada nos quedamos con las ganas. Recomendables 100%: son muy ricas y baratas (16$ la docena) y la atención es excelente.
Sin más pasamos por lo de Rolo, levantamos el cardan y nos fuimos a casa. Apenas 286 km. donde mi futuro piloto acumulo un poco más de experiencia, ahora hasta empezó a tomar mate...
Hasta la próxima !!!!!
Pampa
Febrero 2012