LA MESETA DE LA MUERTE, NUEVO INTENTO

25 de Octubre al 02 de Noviembre de 2014

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DOMINGO 26 DE OCTUBRE:

DÍA DE ENLACE NO TAN ABURRIDO: BOSQUES PETRIFICADOS, CONFLUENCIAS Y ESTACIONES ABANDONADAS

DIQUE FLORENTINO AMEGHINO - TERMINAL DE CARGAS DEL FERROCARRIL CENTRAL DEL CHUBUT EN DIQUE AMEGHINO - LAS PLUMAS - EL SOMBRERO - BOSQUE PETRIFICADO - PAMPA PELADA - CONFLUENCIA 45°S 69°O - RÍO CHICO - ESTACIÓN PAMPA DEL CASTILLO - ESTACIÓN TOMÁS HOLDICH - LAS HERAS - PERITO MORENO

                Los del Team SW4 no llegaron por la noche y apenas nos levantamos nos llamaron para avisarnos que habían llegado a las tres de la mañana a Dolavon. Quedamos en que nosotros iríamos avanzando lentamente y que se nos unirían en Las Plumas, antes de meternos en el ripio.

                Los que dormimos en Ameghino aprovechamos para ir curioseando algunas cosas por el camino mientras los esperábamos. Además de recorrer la represa en detalle, encontramos la terminal de cargas del Ferrocarril Central del Chubut, ramal que fue construido expresamente para llevar el cemento para la construcción del gigantesco muro de hormigón del dique. Por supuesto que dicho ramal no existe más y que de la terminal sólo quedan los restos, de hormigón por supuesto, que recuerdan su pasado. Este ramal de descolgaba desde Las Chapas y traía el cemento desde el puerto de Rawson.

                A quien le interese conocer detalles y anécdotas de la construcción del Dique Florentino Ameghino les recomiendo la lectura del artículo del siguiente link, no tiene desperdicio.

            También aprovechamos el tiempo para recorrer el viejo poblado de Las Plumas mientras los esperábamos después de llenar los tanques de gasoil a tope.


Evidentemente no podían encontrar mejor lugar para hacer el dique: el más angosto y bien trabado en la roca


Otra más de la represa y de las paredes rocosas que la rodean

 
Los jotes custodiando el valle del dique Ameghino desde las alturas. FOTOS: Pablo Anastasio

 
Lindas perspectivas de la central hidroeléctrica y del valle que alberga la villa. FOTOS: Pablo Anastasio


El sol matinal nos regala nuevas perspectivas del lago, siempre bellísimas. FOTOS: Guillermo Loza


Otra sensacional vista más. Los dos puntos negros de la derecha son pescadores montados en sus "belly boats". FOTO: Pablo Anastasio


Curiosidades en las rocas: el medidor de nivel, apenas debajo de los 60 metros y la marca de los barrenos para los explosivos

TERMINAL DE CARGAS DIQUE AMEGHINO

                Hasta acá llegó alguna vez el Ferrocarril Central del Chubut con el cemento para construir la represa; es un mudo testigo de la importancia el ferrocarril en otras épocas. Pensar que todo el cemento para la presa de 516 000 m3 de hormigón se trajo en bolsas de 50 kg por tren, aproximadamente unas tres millones y medio de bolsas.


El andén de la terminal Ameghino perdido en el medio de la nada. No quedó ni un solo riel ni durmiente. FOTO: Pablo Anastasio
 

Lo único que quedó en pie, el tanque de agua para las vaporeras, construido de cemento como era natural


El andén se lo está devorando lentamente la dura vegetación patagónica.


La platea de lo que debió haber sido el galpón de la terminal Ameghino para las bolsas de cemento.


El río Chubut en Las Plumas, tranquilo pero caudaloso

 
Desde el puente de la RN25 se ve aguas abajo otro puente. ¿Qué será?

 
Es el viejo puente de la RN25, que lo han preservado como recuerdo de viejas épocas y de paso, es una vía alternativa


Por supuesto que no podíamos dejar de cruzarlo y transportarnos unas cuantas décadas atrás cuando la RN25 era de ripio


El monumento al caballo Malacara que le salvó la vida a John Evans. La historia completa la pueden leer aquí, Es triste pero interesante

                Con algo de demora, el grupo “perdido” llegó a Las Plumas y salimos a “descubrir” el interior chubutense evitando las clásicas rutas nacionales 3 y 40, como es nuestra costumbre. Esta vez nos meteríamos por las RP53 hasta El Sombrero y luego por la RP27 hasta salir momentáneamente a la RN03 para volver al ripio por la RP37 que pasa por Pampa del Castillo y al cruzar el paralelo 46, límite entre Chubut y Santa Cruz, se convierte en la RP16 que desemboca en Las Heras, donde haríamos noche y encontraríamos a la solitaria Elsa, que se encargaría de conseguir alojamiento en la zona.

                Apenas embocamos la RP53, descubrimos que en realidad la misma era la vieja RN25 que se dirigía a Esquel, la cual ahora corre bordeando el río Chubut por el valle de Los Altares y el de Los Mártires. Los viejos mojones de hormigón con el kilometraje desde Bs As y un número “25” en su parte superior la delatan. La ruta, como todo viejo trazado, es muy bonita y atraviesa maravillosos multicolores paisajes dominados por el tono rojizo. Es un peligro porque induce a andar “a lo Dakar” pero te podés poner la chata de gorro en cualquier momento si te entusiasmas andando fuerte.

                Antes de llegar a El Sombrero, paraje dominado un cerro con una forma inconfundible de sombrero, la traza sube una fuerte cuesta pasando por un puesto habitado en el medio de la nada, cuyo morador nos informa que la zona se denomina “Bajada del Guanaco”.



La actual RP53 (ex RN25) bien podría ser un ícono de la típica ruta patagónica del pasado


Paisajes lunares sobre la RP53. Dan ganas de largarse a devorarse esos paisajes a campo traviesa...

 
Al llegar al punto más alto del recorrido, por encima de los 600 msnm, hallamos un solitario puesto en la "Bajada del Guanaco"

 
Desde ahí arriba se aprecia a la distancia un cerro de forma muy llamativa. FOTO: Pablo Anastasio

 
Le preguntamos al chango que estaba al lado de la tranquera por el cerro y nos dijo que era El Sombrero


La verdad que no hace falta tener mucha imaginación para adivinar el porqué de su nombre...


Casi frente al cerro El Sombrero se encuentra el establecimiento homónimo

                En El Sombrero el derrotero tuerce hacia el sur y salimos en busca de un ignoto bosque petrificado que solamente figura como un ícono en algún viejo mapa del ACA; cuando alcanzamos la zona, un amplio cauce seco nos invita a entrar y comienza la frenética búsqueda sin datos concretos. Por suerte, hallamos un puestero que pese a que estaba durmiendo la siesta, nos atendió cordialmente y no solo nos autorizó a pasar sino que nos da unas vagas pistas de lo que buscábamos, algo así como: “por allá arriba la segunda cadena de cerros están los troncos”.

                Seguimos buscando desplegándonos en abanico y entonces aparecieron los primeros incipientes restos astillados de madera petrificada y poco tiempo después se fueron descubriendo troncos cada vez más grandes en las laderas que miran al sur: ¡Habíamos encontrado el casi secreto bosque petrificado que buscábamos!

                Sorprendidos por la gran cantidad de troncos, sacamos muchas fotos dejando todo inalterado y seguimos por la RP27 no sin antes pasar a saludar a nuestro amable puestero y agradecerle que nos haya dejado pasar.


Le consultamos a este buen hombre acerca del bosque petrificado pero mucho no aportó...

 
En el puesto cercano a la ruta no encontramos a nadie...

 
Aprovechamos para admirar la perfección de la pared de adobe del rancho


Adentrados en el cauce seco de un río encontramos otro puesto en el medio de la anda


Y allí nos atendió este simpático señor
 que nos proporcionó la pista para dar
 con los troncos petrificados secretos


Después de andar un buen rato empezamos a ver pequeñas muestras dispersas de los que buscábamos

 
Fueron creciendo de tamaño, igual que nuestro entusiasmo


Una especie de cauce nos reveló que debíamos estar cerca del yacimiento. FOTO: Pablo Anastasio


Las laderas que daban hacia el sur empezaron a correr el velo del secreto


Aumentaba la ansiedad: aparecían pedazos más grandes. ¿Esto era todo


Seguimos buscando, tenía que haber algo más...


Y al final empezaron a descubrirse troncos mucho más grandes que parecían cortados a motosierra después de rodar por una ladera


Eduardo fotografiando ese ejemplar perfectamente conservado ya que hasta parecía tener la corteza


Había que mirarlo muy bien para no pensar que era un tronco común y corriente


Después de ese primer descubrimiento, por todos lados continuamos descubriendo troncos completos


Ni una piedra común, solo madera petrificada


Algunos semienterrados eran muy grandes

 
Parecían listos para meterlos en una salamandra...


Lo que habrá renegado el que vino con la motosierra !!!!


Habitantes de la zona

 
Seis troncos seis

 
Nos despedimos de nuestro bosque petrificado custodiado por este particular cerro

                Más adelante sabíamos que existía otro bosque similar en el cruce de la RP27 y la RP29 pero satisfechos con el que visitamos, seguimos adelante pisando la Pampa Pelada, nombre nunca mejor puesto porque es exactamente eso; allí nos esperaba, cuando no, una confluencia cuyo descubridor fue el querido Julián Rossi, a la cual no podíamos dejar de visitar poniéndole las chatas encima de ella misma. Hablamos de la confluencia 45°S 68°W, la cual está a solo 600 metros del camino, con fácil acceso.


¿Por qué le habrán puesto Pampa Pelada?

 
Un ñandú con sus charitos nos hizo un piquete en plena RP27


Vista al Norte


Vista al Oeste, GPS y vista al Sur

 
Vista al Este y chatas pisando la confluencia

                Luego de esto le pusimos ritmo al viaje para no llegar muy tarde a Las Heras, sólo destacándose el cruce del llamativamente seco río Chico antes de ingresar temporalmente a la RN03 para volver a salir por la RP37 rumbo a Pampa del Castillo. El río Chico parece que tuviera un flujo de arena, que entiendo que es lo único que le puede aportar el lago Colhué Huapi, en proceso de extinción. Pensar que he leído artículos y visto fotos de principios del 1900 donde este río corría hasta el río Chubut, es decir que desde el lago Fontana desaguaba al Atlántico por Rawson.

                Muchas veces a principios del siglo XX el río Chubut, del cual el Chico es tributario, inundó y devastó el valle inferior donde se asentaban las colonias galesas y se dice que por el color de las aguas que llegaban se podía saber si la inundación eran debido a lluvias en la zona norte de Chubut (aguas color rojo) o en la zona sur (aguas color lechoso). Pensar que hoy el río Chico se nutre de enorme lago seco Colhué Huapi...

 
RP27 en inmediaciones del río Chico

 
Puente sobre el río Chico


El otrora caudaloso río Chico, que supo arrasar el valle inferior del río Chubut, hace mucho que sólo es un cauce de arena

 
Otra foto más del extinto río

ESTACIÓN PAMPA DEL CASTILLO

                Apenas tocamos la RN03 e inmediatamente  tomamos la petrolera RP37 para evitar meternos en el tráfico de Comodoro Rivadavia. Al llegar a Pampa del Castillo, no quedó otro remedio que ir a curiosear por la abandonada estación ferroviaria homónima que increíblemente se mantiene bastante en pie, seguramente porque por conveniencia fue usada repetidas veces como obrador de los petroleros.

La Estación Pampa del Castillo es una ex estación ferroviaria del Ferrocarril de Comodoro Rivadavia que unía a esta localidad con Colonia Sarmiento, ambas en la provincia de Chubut (Argentina). El nombre de la estación surge de la denominación que se le da a esta parte del territorio del Chubut, comprendía entre unas altas mesetas conocidas por "mesetas patagónicas".

En inmediaciones existió hasta pasado mediados del siglo veinte una localidad petrolera llamada Campamento Pampa del Castillo, la cual prosperó en esta hostil zona que no posee cursos de aguas permanentes en la superficie, pero si manantiales y mallines en sus alrededores.

La estación se ubica a 725 metros sobre el nivel del mar, siendo, junto con Holdich, las ubicadas a mayor altura del Ferrocarril de Comodoro Rivadavia, por lo que se hallaban sometidas a muy adversas condiciones climáticas. En esta estación existía un embarcadero, un estanque de 45 m3 y un apartadero de 466 metros de longitud y una capa freática a 32 metros.

Su habilitación en un principio fue únicamente para subir y bajar pasajeros. El equipaje que no fuera bulto de mano, debía ser cargado o descargado, según el caso, por el interesado directamente en el furgón. Para 1958 Se emitía guía, con indicación del embarcadero, o de la estación más allá. Recibía cargas con flete pagado en procedencia y para el despacho de cargas con flete a pagar en destino. Las cargas eran por vagón completo únicamente. En 1965 su estatus es cambiado en estación que recibe y despacha hacienda con previo arreglo únicamente.

Actualmente la ex estación por ubicarse en terrenos privados de la petrolera YPF se halla en conservación, pero con notorio abandono. La estación forma parte del Ferrocarril de Comodoro Rivadavia que comenzó a funcionar en el año 1910 y que fue cerrado definitivamente en el año 1978.[Datos extraídos de Wikipedia]

                Es la típica estación de chapa del Ferrocarril de Comodoro Rivadavia a Sarmiento que debiera ser restaurada como Homenaje a sus momentos de esplendor. Con un poquito de esfuerzo es recuperable como patrimonio histórico.


Estación Pampa del Castillo, increíblemente en pie aunque algo modificada

 
Las únicas vías que quedaron en lo que habrá sido un paso a nivel en el medio de la explotación petrolera

 
Más del frente de la estación, que no hace mucho debió haber sido un obrador


El andén, mirando hacia el norte conserva su piso de cemento aún y la base del tanque de agua

 
Interiores del edificio que comparten elementos originales con agregados posteriores para otros usos


La parte trasera de la estación, donde se nota más el abandono total

ESTACIÓN HOLDICH

                Continuamos hacia el sur atravesando multitud de pozos petrolíferos hasta que en el confín de Chubut encontramos los restos de la siguiente estación hacia Sarmiento, Holdich que alude a Sir Thomas Holdich, delegado del rey de Inglaterra, Eduardo VII, para la demarcación de límites entre Chile y Argentina, en especial en el año 1902 durante el disputa de límites entre Argentina y Chile (1896-1902)

                Holdich es un páramo cercano al límite Chubut-Santa Cruz donde el Ferrocarril de Comodoro Rivadavia a Sarmiento debía pasar para hacer un amplio círculo para bajar desde la meseta de Pampa del Castillo a Valle Hermoso con pendiente ferroviaria.  Es uno de los tantos reinos del viento, lo que se aprecia en el peinado hacia el este de los pocos árboles que misteriosamente sobreviven próximos a lo que fue la estación. Seguramente tenía el mismo aspecto que la anterior de Pampa del Castillo pero aquí solamente quedan en pie las bases de hormigón del edificio y el borde del andén además del tanque de agua para las vaporeras. También aguantan en pie dos edificios alejados de la estación: el que fue la vivienda del personal de vías y obras y una lujosa construcción que fue el edificio de Correos al costado de la ruta, ambos completamente destechados. Este último tiene detalles de confort y de lujo muy llamativos aunque está completamente abandonado. Es difícil imaginar semejante construcción allí.

La estación se ubicaba a 755 metros sobre el nivel del mar, siendo la estación ubicada a mayor altura del Ferrocarril de Comodoro Rivadavia, lo que generó que estuviera sometida a muy adversas condiciones climáticas, en especial a una importante carga nival todos los años. Además del servicio de pasajeros recibía y despachaba hacienda y cargas con previo arreglo únicamente; según se informa en 1958.

En esta estación existía un embarcadero, un estanque de 45 m3 y un apartadero de 571 metros de longitud.

Ante el estancó del proyecto original de llevarlo a la cordillera a este ferrocarril en 1927, el diputado Guillermo Fonrouge, planteó la unión de esta estación con la estación Las Heras, la cual pertenecía al ferrocarril Patagónico. El proyecto pretendía pasar por los campos petroleros de Cañadón Seco y Caleta Olivia. A pesar de la corta distancia entre ambas no prosperó la iniciativa.

En torno a esta estación creció un pequeño poblado que tuvo un relativo importante crecimiento hasta mediados de siglo, estando la economía del poblado centrada en el paso de viajeros, las estancias vecinas y del ferrocarril. En su mayor apogeo el pueblo albergó la estación de chapa y madera del ferrocarril, el tanque de agua para surtir a las locomotoras, una vivienda de material para las cuadrillas de peones del ferrocarril, una subcomisaría de policía, dos hoteles-boliches de grandes dimensiones, varios galpones y un imponente edificio de correo erigido por la poderosa estancia ‘La Nueva Oriental’, propiedad del imperio patagónico Menéndez-Behety. A partir de la segunda mitad del siglo XX el poblado decayó rápidamente.

La muerte total del pueblo del Holdich, que ya era un páramo desde hace décadas, llegó para la década de 1980 con la partida de la última habitante que estaba en el boliche de los vascos. Para los años 1990 un particular se ocupaba de cuidar lo que quedaba del pueblo, su labor contribuyó a preservar parte del patrimonio histórico. Este héroe anónimo recibía a los visitantes con escopeta en mano para evitar los desmanes. Lamentablemente el defensor de Holdich desapareció del lugar y luego de su partida el lugar cayo en desmanes sistémicos. Fue así que en las últimas décadas se han desmantelado los rieles de la vía férrea junto con la misma estación. El desguace de los particulares también afectó a los edificios históricos que existían para aprovechar y vender el metal como chatarra.

Ante estos hechos la Comisión de rescate histórico de Comodoro logró rescatar al cartel nomenclador que hoy se exhibe en el Museo Ferroportuario. La estación formaba parte del Ferrocarril de Comodoro Rivadavia que comenzó a funcionar en el año 1910 y que fue cerrado definitivamente en el año 1978. [Datos extraídos de Wikipedia]


Semblanza de algo de lo que queda de la estación Holdich: el andén, la chimenea del edificio y los postes del nomenclador

 
La chimenea, el anden y la traza mirando hacia el norte y las patas del nomenclador


Cobijado por este árbol peinado por el viento, el aljibe misteriosamente está entero


El viento del oeste aquí azota sin piedad y si bien no se rinden, los árboles se doblegan ante su poderío

     
Hacia el sur otro sufrido sobreviviente: el enorme y otrora gallardo tanque de agua


Esta es la perspectiva desde arriba del tanque: el edificio de correos, la vivienda del
personal de obras y vías y la gran curva hacia el oeste para bajar a valle Hermoso


En primer plano el Hotel de los Vascos y al fondo, el edificio de Correos, la vivienda del personal de Obras y Vías y el tanque de agua.
Esto es todo lo que veían de Holdich quienes descendían del tren en este páramo


La destechada vivienda del personal de Obras y Vías

 
El otrora lujoso Edificio de Correos: impensada construcción de lujo en un páramo como este

 
Bow windows, techos a varias aguas, aleros con molduras, caldera para calefacción:  no se puede creer esta construcción aquí



Detalles del destruido interior, donde alguna vez se filmó "La película del Rey" de Carlos Sorín


El recorrido del día

                Seguimos adelante y dejamos Chubut cayendo la tarde rumbo a Las Heras. A unos 50 km del destino, ya de noche, escuchamos a Elsa por la radio, que, aburrida de esperarnos, nos vino al encuentro. Una grata sorpresa, aunque trajo malas noticias del alojamiento en Las Heras: lo poco que había era malo y carísimo. Una triple costaba la friolera de 1350 $ !!!

            La alternativa camping tampoco era viable porque la misma policía le dijo a Elsa que ni se nos ocurra, que nos iban a afanar hasta los dientes con la boca cerrada si llegábamos a acampar allí…

            Conclusión, pese a lo avanzado de la hora, decidimos seguir hacia Perito Moreno, donde, aunque muy tarde, conseguimos alojarnos decentemente y cenar por 240$ por cabeza. Valió la pena el esfuerzo

            Esto cambiaba un poco los planes, pero así son estos viajes. Por lo pronto ya toda la tropa estaba reunida.

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