DE VOLCANES Y BUITRERAS

UN RECORRIDO EXTRAÑO MERODEANDO EL PARALELO CUARENTA Y DOS

10 al 17 de Octubre de 2015

<< MORDISCO A SOMUNCURÁ

LUNES 12 : PINCELADAS DE LA TROCHITA Y VOLCANCITOS IGNOTOS

INGENIERO JACOBACCI - FUTA RUIN - MAMUEL CHOIQUE - AGUADA TRONCOSO - CERRO MESA - PUENTE RIO CHICO LA TROCHITA - VOLCANCITOS DEL PARALELO 42

                Nos levantamos temprano a desayunar con la novedad que todos teníamos una ó más cubiertas en llanta. La meseta nos había tratado bastante bien pero se ocupó de dejarnos su recuerdo en los neumáticos: al inflarlas y verificar con agua jabonosa los laterales eran pequeños coladores que no justificaban emparcharse por la lentitud del desinfle. El "mordisco" a la meseta nos había sacado algunos dientes pero era algo previsible.

                Tuvimos que comprar esos aerosoles de parchado rápido por si acaso, aunque no obstante alguno, como Claudio, tuvieron que recurrir a los tarugos en masa...

                Aprovechamos para aprovisionarnos de cosas frescas, hacer una visita obligatoria a la mítica estación bitrocha de Ingeniero Jacobacci para luego salir por la RP6 a hacer un poco de arqueología ferroviaria para después meternos en los escoriales del paralelo 42 con la esperanza de poder acampar dentro del cráter de alguno de los mini volcanes.

 
El recorrido del día para que puedan ubicarse

La vida en llanta: gomería improvisada en el estacionamiento del Hotel Cumelcan - FOTOS: Claudio GUANCIARROSA


Elsa colaboró para que los tarugos pasasen desapercibidos - FOTO: Claudio GUANCIARROSA


Mítica estación bitrocha de Ingeniero Jacobacci. Ya no funciona la hamburguesería - FOTOS: Sergio ZEREGA


Bitrocha en toda su magnitud - FOTOS: Sergio ZEREGA

 
La Trochita y sus andenes propios

                La RP6 estaba inusualmente sin serrucho molesto, lo que nos permitió circular sin problemas. Pasando Ojo de Agua, hicimos un breve desvío para tratar de ubicar una parada de la Trochita llamada Futa Ruin, cuya posición era coincidente en varios mapas.

                Una tranquera sin candado, una huella que nos llevaba derecho al sitio nos dio la esperanza de hallar algo. Sin embargo, al llegar a las vías no encontramos un solo vestigio que denotara su presencia en el pasado con la sola excepción de un casco de una estanca cercana que podría haber sido el motivo de esa parada: no había restos de escombros, ni andén, ni desvío ni nada, pero la menos lo intentamos. Recorrimos un kilómetro hacia ambos lados y nada.

                En mi caso no me desvié porque ya conocía Mamuel Choique pero algunos de los del grupo no y aprovecharon para visitar el pequeño cementerio de trenes del pequeño poblado.

                Más adelante en la RP6 ahora el objetivo era ir por otra parada esquiva de la Trochita: Aguada Troncoso. A diferencia de Futa Ruin todos los mapas la ubicaban en lugares distintos y muy dispersos, por lo que optamos por subirnos a las vías y recorrer palmo a palmo para tratar de encontrarla dentro del área que suponíamos. En esta zona la traza ferroviaria hace grande curvas y contra curvas para ganar altura lo que le dando un aspecto interesante. A poco de andar, en uno de los rulos, encontramos un apartadero con cambio de vías, un aljibe y restos de una demolición: no podía ser otro sitio que Aguada Troncoso el cual no coincidía con ninguna de las coordenadas de los diferentes mapas. La más cercana era la que se leía del IGM.

                Por allí pasaba una huella que se dirigía a un puesto y para verificar que efectivamente era el lugar que buscábamos nos dirigimos a él para preguntar. Mientras recorríamos la huella, descubrimos el profundo cañadón que aloja el cauce de la Aguada Troncoso geográfica. El puestero, sorprendido de nuestra presencia,  nos confirmó que efectivamente esa era la parada de la Trochita que queríamos. Una figurita difícil de la ferroarqueología había caído…

FUTA RUIN


Según el IGM, que suele estar bien rumbeado, acá debió estar FUTA RUIN - FOTOS: Sergio ZEREGA y Elsa ONS


Una estancia, un corral, alambrados. Lo único más allá de la vía que tal vez sobrevivió. Esto fue FUTA RUIN  - FOTOS: Sergio ZEREGA

MAMUEL CHOIQUE


Estación MAMUEL CHOIQUE con sus vagones abandonados, detenida en el tiempo - FOTO: Elsa ONS


Tanque de agua para las vaporeras y las clasicas construcciones de durmientes de La Trochita - FOTOS: Elsa ONS


La formación abandonada de Mamuel Choique - FOTOS: Elsa ONS y Eduardo CINÍCOLA



La casita de durmientes con más detalles

AGUADA TRONCOSO


Cerca de donde suponíamos estaría AGUADA TRONCOSO, nos montamos a las vías para buscarla - FOTO: Claudio GUANCIARROSA


Un apartadero o desvío era una buena señal que estábamos cerca  - FOTO: Sergio ZEREGA


El mecanismo de cambio parecía bien mantenido pero tenía un candado y no pudimos ver si funcionaba - FOTOS: Sergio ZEREGA


Lo dejamos atrás pero aún no veíamos vestigios de la estación - FOTOS: Sergio ZEREGA


Poco más adelante un precario paso a nivel y unos restos de edificación. Será aquí?  - FOTOS: Claudio GUANCIARROSA


Lo único en pie que encontramos fue este extraño aljibe de hormigón, que en realidad era una cisterna - FOTOS: Sergio ZEREGA y Elsa ONS


Otros restos que hallamos: una pequeña cámara y lo que quedaba de la segura demolición de un edificio - FOTOS: Sergio ZEREGA


Todo indicaba que habíamos hallado lo que quedaba de Agua Troncoso, pero habría que confirmarlo  - FOTO: Sergio ZEREGA


La huella del paso a nivel seguro conduciría a algún puesto, así que decidimos
ir a curiosear, tal vez podríamos averiguar algo de la vieja estación - FOTOS: Sergio ZEREGA


En el puesto, un amable señor nos confirmó que efectivamente lo que hallamos es lo que quedó de Agua Troncoso  - FOTO: Sergio ZEREGA


Perros y otros animales miraban con mucha curiosidad la inusual caravana que les invadió el territorio - FOTOS: Sergio ZEREGA


Desde el puesto, al volver la vista atrás, pudimos apreciar el profundo cañadón que labró la Aguada Troncoso, que es la que le dio
 el nombre a la estación. Pavada de paisaje el que el puestero tiene frente así al abrir la puerta de su morada  - FOTO: Sergio ZEREGA


Más de la Aguada Troncoso. Se nos escapó ir a ver cómo la cruzaba la Trochita - FOTOS: Sergio ZEREGA

CERRO MESA

                Si bien yo ya lo conocía de otro viaje confluenciero, entramos al poblado de Río Chico aunque lo hicimos por la “puerta trasera”: cruzamos el puente de la RP6 y luego llegamos vadeando el río al centro de pueblo, justo frente a la estación, que se llama Cerro Mesa.

                Allí hay varias formaciones abandonadas donde dimos rienda suelta a nuestros espíritus de niños, por ejemplo corriendo por los techos de los vagones, como en las películas del oeste.  Vistos de cerca los vagones de la Trochita parecen de juguete.


Vadeamos el Río Chico despues de haberlo cruzado por un puente kilómetros antes... - FOTO: Sergio ZEREGA


Este tren abandonado era una invitación a jugar a las persecuciones de las películas sobre los trenes - FOTOS: Sergio ZEREGA



Tobhías y el Pampa no pudieron rechazar la invitación y filmaron su propio western - FOTOS: Elsa ONS


No fuimos los únicos que se tomaron un recreo para jugar:
Claudio quiso remolcar una formación con la Disco jajajaja... - FOTOS: Claudio GUANCIARROSA


Un vagón tanque que parece de juguete en el medio de varios furgones de carga - FOTOS: Sergio ZEREGA


Increíble la cantidad de vagones abandonados en Cerro Mesa - FOTOS: Eduardo CINÍCOLA


Origen de los vagones - FOTO: Claudio GUANCIARROSA


Crotos y linyeras modernos en Cerro Mesa - FOTOS: Elsa ONS


Otra vez las típicas construcciones de durmientes - FOTO: Sergio ZEREGA

                Era cerca de mediodía y se imponía el almuerzo, por lo que decidimos arrimarnos al puente y al túnel del río Chico por donde pasa la Trochita, un lugar que hace algunos años sirvió de escenario para hacer lo mismo.

                Pese a conocerlo, es realmente muy lindo y valía la pena volver a visitarlo que el resto del grupo lo conociera. El cañón por donde hicieron pasar la traza es increíble, con el río allá abajo y el puente embocando en el túnel.


De nuevo nos subimos al terraplén, ahora buscando el puente y el túnel del río Chico - FOTOS: Sergio ZEREGA y Elsa ONS


Acompañando a Elsa por las vías - VIDEO: Eduardo CINÍCOLA


Y llegamos al puente del río Chico, con nuestras modernas locomotoras (algunas no tanto) - FOTOS: Sergio ZEREGA


Una de las clásicas fotos de este magnífico puente - FOTO: Eduardo CINÍCOLA


Otras de las clásicas fotos del puente y del túnel que le sigue - FOTOS: Elsa ONS y Claudio GUANCIARROSA


No hay mucho para inventar aquí, todos sacamos las mismas impactantes tomas - FOTO: Eduardo CINÍCOLA


Después de recorrerlo a pie, Elsa, un poco en broma un poco en serio quería encararlo con la chata - FOTOS: Claudio GUANCIARROSA


Claudio se puso firme y le dijo: Sólo pasarás si lo haces sobre mí... - FOTO: Elsa ONS


¿Dónde podíamos encontrar un mejor lugar para Patio de Comidas?  - FOTOS: Sergio ZEREGA

                Después del almuerzo, llegó la hora de pasar a la fase eruptiva: el paralelo 42 con su escorial y su puñado de pequeños conos volcánicos nos esperaba.

                Una leve e intermitente falla en la alimentación eléctrica en Pampa 02 nos preocupó un poco, pero no le dimos mucha importancia porque era esporádica y parecía un problema derivado del sensor de proximidad de la alarma.

                Vadeamos otra vez el río Chico y luego por su margen este bajamos hacia el sur por una huella que discurre por los altos acantilados del cañadón que lo contiene hasta que apuntamos al sudeste donde se recortaban los conitos volcánicos.

                La estepa patagónica fue dando paso a un escorial que parecía un archipiélago de islas de lava donde como dentro un laberinto íbamos avanzando más o menos de acuerdo con los tracks dibujados en el escritorio de casa. Había una tenue huella que cada tanto desaparecía pero que nos fue conduciendo a uno de los pequeños complejos eruptivos. La idea era ver si nuestro próximo campamento se hacía dentro de un cráter y hacia allí fuimos.

                En las cercanías del cráter, encaramos la pronunciada pendiente y con esfuerzo, pusimos las chatas en el labio del cráter, una sensación única. Antes de tirar las chatas adentro bajamos a pie para ver si valía la pena y si se podía acampar allí.

Realmente estaba lleno de piedras y había muchísimo viento por lo que decimos no bajar, aunque valió la pena entrar allí para ver el “panorama desde el centro de un cráter”. Como leerán más adelante, menos mal que no nos tiramos…


Pese a estar del lado correcto, vadeamos otra vez el río para volver a cruzarlo por el puente; así somos... - FOTOS: Sergio ZEREGA


Cuando cruzamos el paralelo 42 encontramos un mojón del IGM y registramos nuestro paso por allí  - FOTOS: Claudio GUANCIARROSA


Nos fuimos adentrando en territorio desconocido, donde nuestras huellas eran las primeras después de muchos años - FOTO: Sergio ZEREGA


A esta zona nos dirigíamos: islas de lava y pequeños conos volcánicos - FOTO: Earth Google


Después de mucho luchar con las piedras, pudimos asomarnos a uno de los cráteres, en particular
éste es el que en la foto anterior tiene una flechita blanca - FOTO: Sergio ZEREGA


Así se veía el cráter colapsado desde las chatas.  - FOTO: Elsa ONS


Bajamos a pie para ver si era posible meter las chatas adentro y armar campamento en el interior - FOTOS: Sergio ZEREGA


Estaba difícil bajar pero ganas no faltaban. Las chatas querían bajar solas... - FOTOS: Sergio ZEREGA


El escote oeste del cráter se podía bajar y subir  - FOTOS: Sergio ZEREGA


Después de revisar el interior, decidimos buscar un lugar mejor para acampar porque curiosamente el escote oeste
parecía embocar todo el viento e iba a ser imposible acampar y menos prender fuego para cocinar  - FOTOS: Sergio ZEREGA


Transmisión directa desde el centro del cráter - VIDEO: Sergio ZEREGA


Desde ahí arriba donde estábamos, en Chubut, mirando hacia el norte divisamos
tenuemente la silueta de otro volcancito aislado, en Rio Negro - FOTO: Sergio ZEREGA


Con un poco más de zoom, el mismo volcancito - FOTO: Sergio ZEREGA


Luego en casa, en Earth Google, verificamos que en realidad eran dos
 y de forma muy regular. Tiene huella próxima, habrá que ir... - FOTO: Earth Google

                Decidimos avanzar un poco más hacia otro complejo de conitos volcánicos unos kilómetros más al oeste para lo cual debíamos rodear este primer cráter por el sur. En plena trepada y sin aviso Pampa 02 se planta y no quiere arrancar más. El aviso intermitente se confirmó: algún kilombo eléctrico había.

                Primero desconectamos la alarma pero nada. Entonces verificamos si llegaba nafta a los inyectores y comprobamos que ese era el problema, ya que investigando un poco más no se sentía que la bomba de combustible funcionase, adentro del tanque, no funcionaba.

                No me preocupé mucho ya por experiencias anteriores llevo bomba de repuesto, así que sin dudar bajamos el tanque y la cambiamos. Antes de colocarlo de nuevo, probamos y andaba perfectamente, así que pusimos todo en su lugar como si nada hubiera pasado.

                Al intentar arrancar de nuevo, todo muerto, incluyendo todas las luces de la chata…  Y ahora ?????

                Ya se estaba haciendo tarde, había un viento muy fuerte, amagaba tormenta y el apuro es mala compañía cuando uno está en problemas, por lo que decidimos buscar un lugar al reparo, armar el campamento, comernos el guiso de lentejas que Pablo nos venía prometiendo, tomarnos unos vinos y mañana temprano ver lo que había pasado.

                Me remolcaron un poco hasta un lugarcito reparado del viento despejado de piedras y armamos el campamento, juntamos leña para un fogón y traté de olvidarme del problema por una noche, lo que pude lograr por enorme compañerismo reinante en el grupo.

                La buena onda ni siquiera pudo ser atenuada por la llovizna que nos envolvió en plena cena de guiso de lentejas. Ya estábamos más que satisfechos con el guiso cuando Anabella se puso a preparar un en el disco de arado un revuelto  con cebollas, papa rallada y pollo. Lo empezó haciendo para ella pero terminamos agrandándolo para volver a comer todos un exquisito segundo plato gourmet. Bien Anabella por la iniciativa!!!

                Cansados nos fuimos a dormir. En mi caso preocupado por resolver el problema el día siguiente, pero eso no impidió un sueño reparador.


Preparándonos para seguir explorando - FOTO: Sergio ZEREGA y Jorge MONTAÑA


A poco de mover Pampa 02 se plantó y nos obligó a trabajar  - FOTOS: Claudio GUANCIARROSA y Elsa ONS


Rápidamente bajamos el tanque de nafta, sacamos la bomba y pusimos otra, que tampoco andaba...- FOTOS: Elsa ONS y Claudio GUANCIARROSA


Buscamos un lugar al reparo, armamos campamento y nos dedicamos a disfrutar de la noche cenando con los amigos.
Mañana veríamos como revivir a Pampa 02 - FOTOS: Claudio GUANCIARROSA

LO DEL PAMPA VOLCANES Y EL SALTILLO  >>