CANQUEL 2019: Recorriendo mesetas chubutenses

HUELLAS ABANDONADAS Y SUS TESOROS ESCONDIDOS NOS VUELVEN A SORPRENDER EN EL INTERIOR CHUBUTENSE

9 al 16 de Noviembre de 2019

<<  DIA EN UN OASIS

Jueves 14 de Noviembre de 2019: NO SE TODAVÍA CÓMO TERMINAMOS EN GAN GAN

RINCÓN DE LOS LOPEZ - PUESTO SALAZAR - CERRO TORO NEGRO - BAJO DEL DIABLO - LAGUNA PAYAHILE - PASO DE INDIOS - PASO BERWIN - EL ESCORIAL - GAN GAN

                                Costó dejar ese idílico lugar pero lentamente desarmamos el campamento, apagamos el fogón “olímpico” y partimos nuevamente. Todavía había muchas cosas para investigar por la zona antes de salir hacia Paso de Indios. También costó encontrar la huella de salida; como si este lugar encantado no quisiera que nos fuéramos, nos la ocultó prolijamente pero como siempre la hallamos.

                Otro puesto tapera abandonado un poco más adelante marcó el fin del oasis y entramos de nuevo en el desierto donde ahora sí la huella sólo la podíamos seguir con ayuda del GPS y se notaba que hacía mucho que nadie la pisaba. Profundos zanjones secos cortaban el paso y hacían lento nuestro avance en el medio de la rala vegetación que había invadido la huella.

                El paisaje mutaba al desierto rápidamente y a poco de andar encontramos el puesto de Roberto Salazar, que indudablemente estaba habitado aunque no había nadie en ese momento, bastante cerca de la posición donde nos habían dicho que moraba el fósil enyesado. Pasamos respetuosamente cerrando las precarias tranqueras y seguimos, ahora bordeando un profundo tajo en la tierra de unos 4 a 6 metros de profundidad cavado por un mísero arroyito que en modo alguno mostraba dotes de semejante poderío pero indudablemente ayudado por poco frecuentes pero terribles lluvias. Cualquier falta de atención en el manejo podría haber ocasionado un desastre.

                A lo lejos vemos venir un paisano y varios perros cargando lo que nos pareció leña y al cruzarnos nos detuvimos a conversar. Era don Benjamín Salazar que había ido a buscar comida para sus pocas chivas que según nos contó se estaban muriendo de hambre ya que cerca del puesto no hay nada comestible. Increíble el esfuerzo de este buen hombre de caminar varios kilómetros al sol para traer un raído atado de mata negra para sus animalitos.

                Nos ofrecimos a ayudarlo a ir a buscar más y llevárselo con las chatas para aliviarle el trabajo pero no quiso porque había que cruzar el zanjón y que el lugar era muy lejos…

                Nos quedamos charlando un buen rato de historias de la zona y nos ayudó a armar el rompecabezas de las mismas que permitió confirmar algunos misterios como el del cementerio de Rincón de los López y desmitificar algunas leyendas como la de nuestra mítica Casa de Piedra.

                Él también nos habló del chileno Recio Muñoz, de su muerte pasando un alambrado, indicando que el indio Pepino era en realidad un peón o ayudante del chileno, sin ninguna noticia de su patrón italiano constructor de catedrales. Según su versión fue Recio quien construyó la Casa de Piedra y que luego ese lugar lo compró un tal Ramos, que luego se lo vendió a Cristóbal Myburgh, abuelo de Nicolás Myburgh de “Tres manantiales”.

                Esta versión se contrapone al texto que originalmente nos trajo a esta zona, donde el que se muere pasando un alambrado es precisamente Pepino. El mito de Pepino solo se seguiría manteniendo vivo por nuestra decisión, las evidencias no lo convalidaban y se caía a pedazos.

                Nos pidió yerba y azúcar, a lo que accedimos gustosamente y de paso le dejamos unas cuantas cosas de almacén más que no íbamos a necesitar y se puso muy contento y ante el volumen, ahora si accedió a que al menos lo acercásemos a su casa. Cargué la mata negra en el techo de la Vitara, a Benjamín de copiloto y lo llevé de regreso. Habíamos hecho la buena acción del día.


Una tapera al oeste del Rincón de los López, marca el final del oasis verde - FOTOS: Darío GRANATO y Sergio ZEREGA


El desierto se abre hacia el oeste a través de una lomadas de tierra - FOTOS: Darío GRANATO


La huella esta muy desdibujada y hay que buscarla, algo que Pampa 02 disfruta a full - FOTOS: Darío GRANATO y Sergio ZEREGA


Por momentos la huella reaparece - FOTOS: Claudio GUANCIAROSSA


y desaparece en medio una densa vegetación espinosa... - FOTOS: Claudio GUANCIAROSSA y Sergio ZEREGA


Hasta que una zona rocosa y una lomada la vuelven bien visible - FOTOS: Darío GRANATO y Claudio GUANCIAROSSA


Y a continuación encontramos al Puesto Salazar - FOTO: Sergio ZEREGA


No había nadie pero no estaba abandonado del todo - FOTOS: Darío GRANATO


El dinosaurio que mencioné antes está en algún lugar al pie de los acantilados del fondo, contrafuertes de la meseta de Canquel
FOTOS: Sergio ZEREGA


Un sorprendente cañadón labrado por un ignoto hilito de agua amenazaba la estabilidad de la huella - FOTOS: Sergio ZEREGA y Darío GRANATO


En ese lugar nos encontramos a Don Benjamín Salazar - FOTOS: Darío GRANATO


Vean el mínimo paquete de "mata negra" que había ido a buscar para sus chivas a varios kilometros de su rancho - FOTOS: Darío GRANATO


Un poco más adelante reclamaba nuestra presencia el llamativo cerro Toro Negro  - FOTOS: Darío GRANATO

                Seguimos hacia el oeste y el curioso Cerro Toro Negro se volvió omnipresente mientras el paisaje mutó a cerros de tierra multicolores muy parecidos a los de los desiertos riojanos y que indudablemente deben ser hogar de fósiles prehistóricos, lo que corroboraríamos más adelante con otro puestero.

                Al acercarnos y rodear el Toro Negro ahora apareció un desierto de arena con médanos y todo que amagaba tragarse la huella pero pasamos sin problemas, hasta que llegamos al puesto de don Laureano Tromán, amigo de Agustín, a quien también aprovechamos para interrogarlo por las huellas de la zona y otros asuntos.

                Por su boca nos enteramos de varias cosas: que la salida imaginada por El Sampal existía pero no iba a ser posible debido a tranqueras con candado y alambrados, que había salida a la RP24 por camino bueno a través de una impecable e importante estancia de la cual no recuerdo el nombre, que la Casa de Piedra del Puesto Pepino en realidad fue la “casa de gobierno” del Cacique Canquel (cada vez aparecían más versiones diferentes de la leyenda) y que él conocía la ubicación de un gran “dinosaurio” completo pero que no la revelaría hasta que alguien le pague lo suficiente. Según dijo entregó una muestra al Museo Egidio Feruglio y corroboraron la veracidad pero al no pagarle, nunca lo pudieron encontrar, aun cuando salieron a buscarlo por su cuenta.

                Nos despedimos del pícaro Laureano y seguimos nuestros tracks a El Sampal pese a la información negativa, total, de última, desandábamos el camino pero por lo menos  nos asomaríamos un poco.

                El desvío a Bajo del Diablo atravesando la Meseta de la Media Luna se descolgó a la derecha de nuestro camino frente a la sorprendentemente rojiza Laguna Payahile y lo seguimos. Un par de tranqueras abiertas, subimos a la meseta y descendimos al gran Bajo del Diablo, donde en el fondo divisamos una estancia. Nos llegamos hasta allí con el objeto de preguntar pero, si bien se veía activa, nadie apareció.  No se veía huella que siguiera más adelante hacia El Sampal así que retornamos, no sin antes intentar por una imaginaria que habíamos dibujado por el medio del bajo esquivando la estancia en dirección a El Sampal.  De a tramos algún vestigio había pero era muy tortuosa y debido a la información previa, decidimos desistir volviendo a subir a la meseta de la Media Luna. Ahí arriba un desvío hacia el oeste nos indujo a cortar camino y acertamos ya que al cabo de varios kilómetros salimos a la huella original principal, apenas pasando la colorada laguna Payahile.


Por buena parte del día el cerro Toro Negro sería nuestra referencia omnipresente - FOTO: Darío GRANATO


Una lomada desafiante nos empujó a estacionar en su filo, que resultó un hermoso mirador del arenoso desierto que seguía a continuación
FOTOS: Pablo ANASTASIO (x5) y Sergio ZEREGA



Panorámica del filo que trepamos - FOTOS: Pablo ANASTASIO


Pampa 02 y su dueño, en su hábitat natural - FOTOS: Sergio ZEREGA y  Pablo ANASTASIO


Darío y Pablo no podían dejarse de fotografiar en este curioso lugar - FOTOS: Pablo ANASTASIO y Darío GRANATO


El inesperado desierto de arena se extendía hacia el oeste dejando entrever un caudaloso cauce temporario - FOTOS: Sergio ZEREGA


El zoom permitía apreciar una altas dunas contra los acantilados de Canquel - FOTOS: Darío GRANATO


El Toro Negro nos seguía controlando - FOTOS: Sergio ZEREGA y  Darío GRANATO

 
Para seguir hacia el oeste nos sumergimos en el desierto de arena, donde la huella no existía - FOTOS: Darío GRANATO y Claudio GUANCIAROSSA


Rodeando el Toro negro, nos fuimos acercando al puesto de Laureano Tromán - FOTOS: Darío GRANATO


Puesto de Laureano Tromán en el medio del desierto - FOTOS: Darío GRANATO


El desierto de arena continua después del puesto de Troman - FOTOS: Darío GRANATO y Claudio GUANCIAROSSA


Casi sin huellas, el nuevo objetivo es asomarnos a la meseta de la Media Luna - FOTOS: Claudio GUANCIAROSSA


Al final del arenal encontramos la huella que nos llevaría a la Media Luna y si teníamos suerte al Bajo del Diablo - FOTOS: Claudio GUANCIAROSSA


Rápidamente y sin tranqueras nos trepamos a la meseta de la Media Luna - FOTOS: Darío GRANATO


La huella comenzó a descender todo lo que habíamos subido - FOTOS: Claudio GUANCIAROSSA y Sergio ZEREGA


Y nos introdujimos en el misterioso Bajo del Diablo - FOTOS: Sergio ZEREGA y Darío GRANATO


Lo cruzamos todo y en el final encontramos un puesto habitado pero sin moradores;  tampoco
encontramos la huella que nos permitiría salir hacia El Sampal - FOTOS: Sergio ZEREGA


Tratamos, en vano de buscar alguna salida hacia El Sampal pero no la hallamos. El Diablo no quiso dejarnos pasar...
FOTOS: Darío GRANATO (x3) y Claudio GUANCIAROSSA


Al trepar de nuevo a la Media Luna encontramos un posible atajo a la RP24 - FOTOS: Claudio GUANCIAROSSA y Darío GRANATO


Y el pintoresco atajo nos depositó finalmente en la colorida laguna Payahile - FOTOS: Sergio ZEREGA


La laguna Payahile o Colorada (porqué será ese segundo nombre?) es deslumbrante - FOTO: Sergio ZEREGA



La presencia de agua empieza enverdecer el paisaje y hasta aparecen flores, así de cambiante es el paisaje - FOTOS: Sergio ZEREGA


Los pumas no son bienvenidos por aquí parece... - FOTO:  Darío GRANATO

                A partir de allí la huella se trasformó en un buen camino transitado y pasando por la estancia xxxxx (no recuerdo el nombre), terminamos saliendo a la RP24, desde donde raudamente nos dirigimos a Paso de Indios, donde los sedientos tanques de combustible y los respectivos bidones volvieron a colmar su capacidad para seguir viaje.

                Mientras íbamos viajando a Paso de Indios no sé cómo salió la idea de ir a intentar por segunda vez el ascenso al volcán La Buitrera al norte de Gan Gan y después darle un mordisquito a Somuncurá en lugar de apuntarle a Telsen buscando el campo de aerolitos que alguna vez me había sugerido el Sargento Pasaleña de Federico Kirbus.

                La cuestión es que enseguida hicimos planes y decidimos ir hacia el norte tratando de hacer noche en Gan Gan. Tomamos primero la RP25 costeando el río Chubut, cruzándolo por el Paso Berwin y allí seguimos la “otra” 40, la RP40, luego la RP58 hasta El Escorial y finalmente la RP58 y la RP67 hasta Gan Gan. En estos dos últimos tramos el paisaje se vuelve muy interesante y la ruta estaba en muy buenas condiciones, lo que nos permitió llegar a destino bastante temprano.

                Nos alojamos en el hotel LO DE MARY frente a la estación de servicio donde además nos cocinaron unos exquisitos pollos al horno con papas fritas, puré y ensaladas para saciar el hambre que traíamos, aunque no tengo la menor pista del motivo ya que si algo hicimos en este viaje fue comer…


Llegando a paso de Indios - FOTOS: Sergio ZEREGA


Paso Berwin, sobre río Chubut - FOTOS: Sergio ZEREGA


Otra de las "otras 40": la RP40 que nos conduce a El Escorial - FOTOS: Sergio ZEREGA


Las torres de la LAT 220 kV Futaleufú - Madryn que en el invierno del 2020 sucumbieron a una tormenta de nieve - FOTOS: Sergio ZEREGA


Arroyo El Perdido - FOTO: Sergio ZEREGA


El Escorial, un pequeño poblado perdido en el mapa - FOTOS: Sergio ZEREGA


Curiosas formas en la Sierra Rosada - FOTOS: Sergio ZEREGA 


RP 58 - FOTOS: Darío GRANATO y Sergio ZEREGA


Laguna con flamencos sobre la RP 58 - FOTOS: Darío GRANATO


Estancias sobre la RP67 - FOTOS: Darío GRANATO


Los increíbles y cambaintes cielos patagónicos - FOTOS: Sergio ZEREGA


Llegando a Gan Gan - FOTOS: Sergio ZEREGA


Darío los lleva a pasear por las desoladas calles de Gan Gan - FOTOS: Darío GRANATO


Prolijo hotel Lo de Mary en Gan Gan - FOTOS: Darío GRANATO


Cena en Gan Gan - FOTO: Julio Sastre

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