UN ASOMO AL PASADO FERROVIARIO EN EL NOROESTE BONAERENSE
Parte V: GERENTE CILLEY a ROQUE PEREZ
De Patricios a Roque Pérez por casi todos caminos de tierra
Saliendo de Patricios, la soledad total. Camino bastante sinuoso y de fondo arenoso permitía ir bastante rápido, lo que aseguraba la igualdad de duración del tramo que por el asfalto.
Lo que no había contado es que todavía tendríamos algo más de temas ferroviarios, un nuevo trasbordo. En el GPS apareció GERENTE CILLEY y, consultando los mapas, resulta que era una estación del otro trochita métrica, el Provincial.
No quedó otro remedio que al pasar por el sitio indicado, echáramos un vistazo a esa estación, de la cual, desafortunadamente, no quedan más que los cimientos devorados por un bosque de álamos. Depredación totaL:. vías, durmientes, ni vestigios.
Caminito tapizado de hojas que nos condujo a lo que queda de
Gerente Cilley
Solo los cimientos de algunas instalaciones sobresalen de entre
las hojas y el bosquecito de álamos
Fíjense como un árbol creció dentro del aljibe de la foto de la
izquierda
Seguimos adelante y apareció otra más, en parecidas condiciones, Ing De Madrid. Ni siquiera nos detuvimos por falta de tiempo.
Al Ing De Madrid le fue peor....
Llegamos sin contratiempos a 25 DE MAYO y entramos a la ciudad, que si tiene servicio ferroviario vigente y al pasar por el predio de la estación, no pude detener a Coco que quiso ir a ver una especie de museo al aire libre con una grúa ferroviaria de gran porte e infinidad de bogeys como si fueran bancos de plaza. Nos prometimos que está si sería la última ya que si no, pese a que no era tan tarde se nos complicaría el ingreso Buenos Aires por el fin de semana largo. En total visitamos 24 estaciones, mas que suficiente para casi dos días de viaje.
Último nomenclador del viaje
Estación de 25 de Mayo y su plaza bien ferroviaria
Un torno para las ruedas de los vagones y el boulevar de los
Bogeys
Moderna grúa ferroviaria
Igual seguimos por la tierra hasta Norberto De La Riestra, bordeando el ramal del FCGR, donde tomamos la RP 30 hasta Roque Pérez, donde por supuesto fotografiamos al conocido HORNERO del almacén del mismo nombre que vende exquisitos fiambres.
El pequeño hornero de Roque Pérez
Ya sobre la RN 205, cruzamos el río Salado, que está COMPLETAMENTE SECO, cosa que nunca antes había visto, animándome a decir que salvo alambrados, es una especie de autopista que permitiría circular fácilmente por su cauce. Habrá que venirse un fin de semana de éstos a ver que pasa.
Aunque no lo crean ese cauce es del caudaloso río Salado......
A las 19:00 horas estaba entrando en casa en Florencio Varela, después de 37 horas de ausencia y 1204 kilómetros de viaje, con 24 estaciones ferroviarias en nuestras alforjas y una enorme satisfacción por el inédito recorrido inventado y por la grata compañía de mi amigo de fierro, Coco.