EXPEDICIÓN HUARACO Y NAVARRETE

OTRA SEMANA SANTA EN EL NORTE NEUQUINO

 

PRÓLOGO

 

                Parece nomás que una travesía en Semana Santa en el norte de Neuquén se ha convertido en un clásico. Tres de los últimos cuatro años los disfruté en compañía de amigos los hermosos paisajes y las gentes de esa porción de territorio cordillerano dominada por el imponente volcán Domuyo.

 

                Pese a que ha sido y será la meca de muchos de nuestros viajes, aún tiene multitud de rincones y huellas por descubrir que hacen las delicias de los que tenemos la pasión por descubrir ignotos lugares a bordo de nuestras fieles chatas 4x4.

 

                Esta vez los objetivos del viaje nacieron de alguna idea de amigos bahienses y neuquinos. Las excusas para armar el viaje fueron intentar llegar a la laguna Huaraco desde la Ruta Provincial 53 (la que bordea el Barrancas del lado neuquino) y después hacer lo propio con la laguna Navarrete en las nacientes del Pichi Neuquén.

 

Los tracks teóricos que teníamos previstos para llegar a Huaraco

 

Los tracks teóricos que teníamos previstos para llegar a Navarrete

 

                El enlace entre entre Huaraco y Pichi Neuquén lo haríamos por Tricao Malal, Andacollo, Las Ovejas y Varvarco si teníamos éxito y si éramos repelidos por la geografía, nos “contentaríamos” con hacerlo por el cruce del Cajón de Los Nevados en sentido antihorario. Ambos objetivos eran muy ambiciosos porque no teníamos registros de huellas relevadas en ambos casos, así que todo sería a través de lo que pudiéramos haber entrevisto por medio del Earth Google y algún que otro mapa del IGM. Viajeros y Mapear no nos ayudarían mucho, excepto en los enlaces.

 

                Después de las acostumbradas idas y vueltas organizativas, el grupo se conformó con seis chatas y diez tripulantes, con mayoría toyotera, primera minoría suzukera y un solitario representante jeepero.

 

                De la partida fuimos Marcelo y Mauricio en SW4, Pablo Anastasio en su Hilux, Christian y Marcelo Azaro en la otra Hilux, Miguel y Gustavo en un Jeep Wrangler, Beto en su Samurai y el que relata más “Pepe” (así fue rebautizado mi copiloto español importado José García por los bahienses en la primera de cambio y así se llamará durante todo el viaje)

 

                Pepe y yo nos vinimos desde Buenos Aires por la Ruta del Desierto cruzando La Pampa de punta a punta sin novedades, excepto que debido a que no había nafta en Bolívar, tuve que entrar de emergencia a Urdampilleta, adonde llegué con el olor. Casi un papelón al inicio de viaje, tanta organización y quedarse sin nafta en plena provincia de Bs As.....

 

  

Los clásicos sándwiches de crudo y queso en "Las Dos Rutas" en Padre Buodo y el típico caldén pampeano

 

            El punto de encuentro se fijó para la noche del miércoles en Buta Ranquil y dependiendo de la hora de llegado nos alojaríamos ahí mismo o armaríamos campamento en la montaña. Algunos de los repetidos problemas de caminos cerrados y tramos destrozados en la zona petrolera entre Colonia Catriel y Rincón de los Sauces hicieron que nos agrupáramos sin querer por el camino, antes de Rincón de los Sauces.

 

 

En algún lugar de la zona petrolera neuquina

 

                Al respecto aprovecho para informar que NO se debe intentar ingresar a la zona por la rotonda de acceso a Colonia Catriel ya que a unos 40 km, el camino está cerrado y ahora ya no se pasa ni pagando “peaje” pese a que ese camino está indicado en lo mapas como Ruta Provincial 6. Los bahienses, guiados por Mapear, se metieron ahí y rebotaron dos veces: la primera por cuenta propia y la segunda al encontrar un contratista petrolero que les dijo que él sabía cómo pasar ya que tenía que trabajar en el área. Se perdieron un par de horas y permitieron que yo los alcance en el camino a Rincón.

 

                El ingreso debe hacerse por la RP57 que desemboca casi en el dique puente del río Colorado, a través de Pastos Blancos; incluso yo que conocía el problema y tenía el track correcto relevado por mi mismo el año pasado, también tuve que improvisar ya que se vio interrumpido por una montaña de tierra en forma intempestiva. Cruzar esa zona es una travesía en sí misma ya que además de estos obstáculos, la ruta 57 está llena de unos guadales infernales y un serrucho intimidante, además de abrirse en un laberinto de caminos secundarios que a veces son más anchos y más transitados que la ruta misma, lo que inevitablemente confunde. Voy a mandar a Mapear las novedades así ayudamos un poco.

 

                En Rincón de los Sauces nos reagrupamos cinco de las seis chatas, cargamos combustible en los bidones por las dudas y salimos hacia Buta Ranquil. El camino está bueno y sólo se complicó por el sol de frente combinado por el polvo.

 

Llegamos a Buta Ranquil con algo de luz aún y allí tuvimos la suerte de encontrar el Hospedaje Marta completamente vacío, con camas para diez personas, de aspecto más que decente. Pero no fue sólo eso, sino que su amable propietaria, Marta, por supuesto nos ofreció utilizar el quincho adyacente equipado con parrilla, leña, platos, freezer, mesas, sillas, etc… por la módica suma de 60$ por cabeza. De ahí a salir desesperados a comprar chivos para empezar la parte gastronómica de la travesía, no pasó ni un minuto.

 

 

Beto luciéndose con el primer chivo de la serie y el grupo compartiendo la mesa en el quincho de Marta

 

                Conclusión compramos tres chivos, uno y medio Beto lo preparó de maravillas a la parrilla y el resto al freezer para llevarlo a “pasear” a la montaña. Ahí nomás ya dejamos el tendal de botellitas y nos fuimos al sobre para salir temprano a la mañana rumbo a laguna Huaraco, sin saber que debido a cierta borrosidad de las fotos satelitales y a cierto personaje que había elaborado el track ya teníamos comprado el pasaje de regreso…......

 

                Párrafo aparte para Pepe, mi copiloto español que hacía su primera incursión de veras al interior de Argentina; antes de empezar ya lo teníamos maravillado con haber hecho 1350 km en un día, atravesando en su mayor parte zonas desérticas y deshabitadas. Un viaje equivalente a ir de Madrid a Alemania sin parar y sin autopistas, para llegar, hasta ahora, a ninguna parte…

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