LATITUD

 
 

48

 
  CABERNET SAUVIGNON

Bodegas El Pampa

 

 

 

UNA MEGACACERÍA DE CONFLUENCIAS A LA LARGO DEL DESCONOCIDO PARALELO 48

            Vale la pena recopilar las raíces de este épico viaje, porque a diferencia de otros, su génesis fue notoriamente diferente. Podría decir, que la mecha se encendió, impensadamente, en unas lejanas e inolvidables vacaciones familiares allá por el Enero del 2006.

             Para satisfacer mi sed de confluencias aunque sea parcialmente, en esas vacaciones, donde nos pegamos una vueltita de 8000 kilómetros por la provincia de Santa Cruz, me había propuesto registrar todas las confluencias que quedaban cerca del recorrido como un modo de dejar marcado el viaje, como si fuera dejando “miguitas de pan electrónicas”.

            A la postre conseguí 13 visitas, muchas de ellas incompletas (es decir que no llegué a menos de 100 metros como marcan las reglas) y todo quedó ahí como una diversión.

            Pero la magia de Internet y del Degree Confluence Project  hicieron que alguien del otro lado del mundo se interesara por el norte de Santa Cruz: un día recibo un mail que a primera vista parecía “spam” de un tal Evgeniy Figurov.

            Cuando lo miré bien, en realidad era un texto en español, bastante mal escrito, donde esta persona me decía que él había visitado confluencias antípodas de las que yo había registrado y que le interesaba la zona.

            La antípoda de una confluencia es la que se encuentra diametralmente opuesta: en este caso las confluencias del norte santacruceño tienen sus antípodas en Mongolia, en pleno Tíbet. El par de confluencias en cuestión eran la 47°S 71°O y la 47°N 109°E.

            El tema es que este personaje, en su perfil del sitio Degree Confluence Project tenía activado un comando que le daba un aviso si alguien visitaba una antípoda y de ese modo dio conmigo.

            Cruzamos unos cuantos mails, donde me contó que era otro fanático cazador de confluencias, que no sabía español y que usaba el traductor de Yahoo para escribirme y para leer mis respuestas, lo que explicaba el carácter “spam” que comenté antes.

           Me contó que hacia fines del 2007 creía que iba a venir a la Argentina y que estaba interesado en hacer un viaje por los paralelos 47 y 48, para lo cual me pedía mi colaboración. Así empecé a estudiar la zona, que por cierto me pareció muy interesante. Finalmente su viaje no se concretó y entonces pasó a ingresar mi conocido arcón de viajes pendientes.  Cada tanto me escribe ya que se ha hecho lector de mi sitio, usando siempre el traductor.

            Este último verano, estando de vacaciones en Puerto Madryn, una noche después de cenar mientras surfeaba en Internet, se me ocurrió la loca idea de hacer este épico viaje con la irracional objetivo de salir a cazar 20 confluencias y lo interesé a mi inseparable amigo Pablo Anastasio, que inmediatamente se sumó a la idea, aunque me bajó un poco los decibeles con el número de confluencias a incluir como objetivo. La zona es uno de esos típicos agujeros negros en los mapas que por suerte aún abundan en nuestro país, que aunaba la cacería de confluencias con las aventuras todoterreno.

            Se necesitaban muchos días, al menos una semana libre, y una época del año con clima favorable, así que pensamos que los meses de septiembre u octubre podían ser adecuados.

            Empezamos a planearlo y a darnos cuerda entre nosotros y en la salida anterior, cuando anduvimos cazando confluencias alrededor de La Trochita a principios de Julio, tomamos la decisión de encarar el viaje y fijamos la fecha.

            Como siempre, cursamos varias invitaciones con la convicción que iríamos solos. ya que la extensión y las características del viaje, con sus objetivos aparentemente puramente confluencieros en el pasado nunca habían sido atractivos al momento sumar participantes, aunque después a muchos les gusta lo que hacemos cuando lo contamos. En realidad queríamos sumar una chata más y con eso ya estábamos hechos.

            Sorpresivamente, esta vez la  convocatoria del viaje confluenciero entusiasmó muchísimo a todos los invitados y rápidamente se sumaron varios interesados para acometer esta loca aventura desde distintos puntos del país. Haciendo un paralelo con el "Señor de los Anillos", se había formado una especie de Comunidad de las Confluencias, numerosa y leal.

            A principio de Agosto ya estaban confirmadas seis chatas y sólo faltaban un par de copilotos. Con tanto tiempo por delante, la cantidad de mails con ideas, comentarios, tracks, mapas, hojas de ruta, artículos de la zona, teléfonos, planillas Excel llenas de cálculos horarios y de combustible, listas de chequeo, jodas entre los integrantes, etc. fue impresionante. Creo que alcancé a almacenar cerca de mil, lo que hizo que los días previos ya casi no teníamos nada más que decirnos.

            Finalmente la Comunidad se conformó así:  Pampa con el Holantino Pierre (mitad holandés mitad argentino) en la legendaria Vitara desde Bs. As., Pablo Anastasio en su Toyota Hilux, Guillermo Loza con Rafael Boitier en la Montero V6 y Christian Germain con la otra Toyota, todos desde Bahía Blanca, los Carnotauros Julián Rossi y Gustavo Rua con la Nissan Pathfinder desde Puerto Madryn y los Huincas, Marcelo y el Gigante Sergio con la poderosa Mitsubishi Nativa desde Neuquén. Unos días antes de la salida se sumaron Eduardo Cinícola y Sebastián Calvi como copilotos de Christian y de Pablo: Seis chatas y doce locos a bordo.

            Entre todos definimos el recorrido general y finalmente dejamos quince confluencias en la mira pero con el objetivo central de recorrer todo el Paralelo 48 desde la cordillera al mar, con sus siete confluencias; el resto sería complementario.


Las quince confluencias con el recorrido esquemático previsto

             En líneas generales, el recorrido se estructuró siguiendo una sucesión de confluencias preestablecida arrancando desde Paso de Indios por RP24 hasta Sarmiento y luego, siguiendo el paralelo 46, recorriendo los meridianos 70 y 71 aterrizando en Perito Moreno por la RN40. Luego seguiríamos por la RN40 hasta Las Horquetas, desviando hacia el Parque Nacional Perito Moreno. Desde allí, a lo largo del paralelo 48 trataríamos de llegar hasta el mar por huellas internas y offroad haciendo escala en la siete confluencias del mismo y por último recorreríamos algunas más del paralelo 47 antes de retomar la RN03 para regresar cada uno a su casa. Todo en poco más de una semana.

            Nos llevó mucho tiempo estudiar los accesos a las confluencias, ya que los caminos son muy escasos por la zona, lo que nos obligó a quemarnos la pestañas en Earth Google para llevar lo mejor estudiado posible cada uno de ellos y no perder demasiado tiempo en el terreno, salvo para resolver los siempre presentes imponderables, como tranqueras cerradas, mallines, barrancos y pedregales infranqueables. Realmente llevamos un arsenal de tracks teóricos "ready for use", que ni siquiera cabían todos en los GPS, así transfusiones con Notebooks iban a ser necesarias. Tendríamos, para nuestro placer, mucho offroad por delante. Y lo tuvimos.

            A la expedición la bautizamos con el nombre de LATITUD 48° CABERNET SAUVIGNON, homenajeando al vino de las bodegas Chandon, Latitud 33, que llevaríamos como cargamento para apagar la sed de confluencias si las capturas no se concretaban o para festejar llegado el caso. Un elemento indispensable en este tipo de viajes......

            Nuestro Rivendel, donde Comunidad de las Confluencias se conformaría físicamente, se acordó que que sería Paso de Indios, Chubut. La hora señalada sería el sábado 10 de octubre pasado el mediodía. Allí "confluirían" las columnas del Este y del Oeste.

             Partiendo desde Neuquén, la Columna del Oeste integrada por los Huincas más Christian y el mago de barba blanca, Eduardo “Gandalf” Cinícola, saldría el viernes 9 por la tarde para dormir en Ing. Jacobacci y al día siguiente, vía Paso del Sapo se acercarían al punto de encuentro.


Los Huincas: Marcelo, su Mitsubishi Nativa "Mina" y su copi Sergio Fillaster "El Gigante"

Christian Germain, su Toyota Hilux y su copi ,Eduardo"Gandalf" Cinícola

            Paralelamente, la Columna del Este, arrancaría el viernes 9 a la madrugada con Pampa y el Holantino saliendo desde Florencio Varela para juntarse en Bahía Blanca con el grupo de bahienses cerca del mediodía y dormir a la noche en Puerto Madryn, donde se integrarían los Carnotauros Julián y Gustavo. La mañana siguiente las cuatro chatas haríamos el enlace a Rivendel, perdón Paso de Indios, ya me confundo...


El Pampa, con su ya legendaria Suzuki Vitara y su copi  el "Holantino" Pierre Lous

Pablito Anastasio, y su Toyota Hilux con el copi que a final no fue de la partida, Sebastian Calvi

Guillermo Loza, con su Mitsubishi Montero V6 y su copi, Rafel Boitier

Los Carnotauros, Julián Rossi, con su fiel Nissan Path y su más fiel aún copi, Gustavo "Goofy" Rua
            Conocida la previa del viaje y sus participantes, ahora no queda más que empezar a relatar el viaje propiamente dicho

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