OTRA FERROVIARIA EN BICI
Sábado 1 de mayo de 2010
DE GÓMEZ A BRANDSEN POR EL FC GRAL ROCA Y REGRESO POR EL FC PROVINCIAL (La vuelta)
Al margen de una pinchadura en mi bici, que nos obligó a una pequeña detención nos fuimos arrimando a Brandsen hasta que antes de topar con las vías del FCGR a Mar del Plata, un enorme terraplén nos comenzó a elevar hacia un puente que parecía que las cruzaba. Sin embargo, grande fue la sorpresa al ver que el gigantesco puente de hormigón estaba a medio hacer. Literalmente a medio hacer porque la primera mitad que cruza la calle paralela a las vías está “hecha” y el resto para cruzar las vías tiene las vigas premoldeadas tiradas por ahí, con el terraplén y pilares construidos del otro lado. Increíble que esto se haya dejado así a medio terminar sin ningún cuidado, de modo que hoy sólo queda demolerlo…
Haciendo memoria, cuando empecé con “Los puentes de Brandsen” recuerdo que más hacia el oeste había encontrado algo parecido sobre el arroyo Samborombón Chico.
Puente Inconcluso por
alepolvorines y Earth Google
Uniendo las piezas, me doy cuenta que esto debió ser parte de algún proyecto de circunvalación de la ciudad de Brandsen y que se había dejado de lado en forma integral después de haber gastado una fortuna. Cosas insólitas de este país…
Unos kilómetros después llegamos a la estación de Coronel Brandsen, la cual está activa. Al entrar al andén para sacarnos la foto en el nomenclador, vemos que viene algo en las vías desde el sur pero no es un tren: a toda velocidad, una zorra casera tipo a la de Coco pasa como una exhalación a tal punto que apenas alcanzo a filmarla. Cosa rara, ya que por esta vía circulan trenes regularmente todos los días….
Seguimos hasta una estación de servicio, donde paramos a comer algo; llevábamos unos 17 km de marcha, la mitad de los cuales bastante duros y había que reponer energías.
La idea ahora era volver a Goméz pero siguiendo el ramal levantado del Provincial; como llevaba GPS había marcado algunos viejos apeaderos que trataríamos de descubrir mientras recorríamos.
Por la RP 29 nos llegamos al cruce de la traza del Provincial sobre ella, donde para nuestra sorpresa, pese a que no hay vías ni terraplén de acceso, alguien se ocupó de poner a nuevo el viejo puente reticulado de dos tramos: está completamente pintado en forma prolija de color celeste y han reparado la mampostería de los pilares.
Sin duda Brandsen es tierra de puentes extraños e inexplicables: habíamos de terminado de ver uno potencialmente útil abandonado y ahora encontramos uno reparado a nuevo que no tiene chance alguna que sirva para algo, salvo como monumento histórico…
El apeadero Km 44 estaba cerca de allí pero tuvimos que hacer un largo rodeo para llegar a él, puesto que el desparecido ramal fue tragado por campos privados. Lo encontramos pero sólo queda de él una pequeña montaña de escombros.
Sólo por pequeños tramos podemos seguir la recta traza del ferrocarril y empezamos a hacer grandes idas y vueltas sobre la misma y entonces se alarga mucho el regreso. En uno de los “atajos” nos encontramos con un extenso pantano que empezamos a cruzar sobre las bicis y lo terminamos con agua y barro hasta las rodillas.
El cruce del pantano nos puso cerca de una estación que seguramente fue importante hoy convertida en una escuela agrotécnica, Gobernador Obligado. Veíamos a lo lejos el tanque de agua para las vaporeras y avanzamos raudamente por entre los pastizales de terraplén después de atravesar el pantano.
Hay algunos pocos pobladores en el lado sur de la estación y no pudimos entrar a verla de cerca ya que todo estaba cerrado; sin embargo nos arrimamos desde uno de los costados para sacar fotos.
Seguimos zigzagueando por los caminos rurales teniendo como eje la trazas de las vías inexistentes, lo que alargó mucho la vuelta hasta Gómez. Los apeaderos que nos faltaba descubrir, Km 37 y/o Km 39 nos quedaron lejos del camino que hicimos y quedarán para otra vez.
Cruzamos otro puente, ahora del arroyo que desagua las lagunas que estaban al costado de las vías detrás del country.
Al apeadero Doyenhard le pasamos a unos 250 metros, alambrado y campo de por medio, pero el cansancio ya era mucho para ir a investigar: algo hay que dejar para otra vez. Se ve un arbolito en el lugar que me señala el GPS, pero seguimos pedaleando.
Al llegar a una escuela agarramos un atajo que nos depositó en la RP 215 y al cabo de un par de kilómetros tomamos el acceso asfaltado a Gómez, donde después de 43 km y tres horas y media de pedaleo, terminamos el paseo cargando de nuevo las bicis en la chata. Matías nos continuó humillando retornando a Bernal en bici, completando la friolera de 140 km a puro pedal….
Otra vuelta imperdible para el que le guste pedalear o pasear tranquilo en una chata cerca de Buenos Aires
Pampa
Junio 2010