INFORMES DESDE QATAR

                Pablo Anastasio, mi inseparable compañero de aventuras, esta vez prescindió de mi y se las tomó a .. QATAR !!!!.  (en realidad dice que se fue a trabajar pero bueno, es la versión oficial que dio.)

                En sus ratos libres empezó contarnos como son las cosas por aquellas latitudes y longitudes (por algo somos confluencieros viejos…) y acordamos ponerlas a consideración del público, en fascículos coleccionables. LO DEL PAMPA abre sucursales.

                Así que si les interesan unas impresiones de QATAR hechas por un argentino que anda por allá, están a un clic de conocerlas…

INFORME #01: EL VIAJE

                Llamativamente las conexiones  a Internet son escasas o se cortan a cada rato así que lo que creía fácil no lo es.

                Comienzo con el viaje. Salí de Bahía Blanca a las 10 de la mañana, me acompaño mi esposa Marisa al Aeropuerto. Por supuesto se imaginan, mi primera vez haciendo algo así: viajar, horarios, idiomas, trámites, etc. "¿Tenía todo listo? ¿ No me olvido de nada? Hummmm ya lo sabré." – pensaba.

                Por supuesto hubo algunas lagrimillas. Ya en el avión, sentado en la ventanilla, podía ver a Marisa, pero a la distancia ella no me distinguía.

                Se cierran las puertas, carreteamos y arranca este…… ¿viaje, aventura locura, experiencia?, no sé, lo que si se es que la aceleración del avión carreteando, me confirmaba que empezaba.

                Vuelo tranquilo, el avión por la mitad de su capacidad, aterrizamos en Aeroparque sin demoras.

                Me estaban esperando Ale y Papá, en el hall y Daniel en el auto presto a venir cuando estuviésemos en la puerta. Saludos, besos y todo listo por si el avión se demoraba: Mamá tenia listos unos sandwichitos por si era necesario levantarla de pasada, pero no, teníamos tiempo como para comerlos tranquilos. Así fue, llegamos al depto de Ma y comimos todos juntos como hacía mucho tiempo no pasaba. Disfrute mucho ese momento.

                Bueno,vamos!!, y salimos para Ezeiza a donde llegamos a las 14:00 como estaba planeado.

                Ponerle el film a la valija ($50 con seguro incluido), confirmar el vuelo, despachar la valija, AFIP para declarar lo que llevo y a sentarnos a esperar hasta las 16:30 que era la hora de embarque.

                Mientras esperábamos sacamos fotos, tomamos mates y hacíamos chistes, y lo mas importante, fui al baño y para que les voy a contar, los nervios habían hecho su trabajo. Es la primera vez en mi vida que dejo propina en un baño, tendría que haberle pagado el sueldo al pobre pibe. Los baños de Ezeiza están muy buenos limpios  y con mucho papel. la macana es que son automáticos y hasta que no te levantas no se tira la cadena, como dirían las viejas, así que en una situación como la mía te tenes que limpiar, pararte, esperar que el sistema detecte que te levantaste y volver a empezar. Ahora más livianito, bastante más livianito, llegaba nuevamente la hora de la despedida. Otra vez besos y lagrimillas.

                Cruzás la puerta para embarcar y ahora si estás solo. Otra vez las preguntas de si tengo todo, si todo está bien. Mientras llaman para embarcar.

                El avión, un Boeing 777, lindo, relativamente cómodo, asiento de cuatro en el centro, así que tenia solo uno hasta el pasillo. Lleno hasta las alas. Comienza la odisea del idioma, las azafatas  son franchutas. Por supuesto todos los anuncios son en francés y algunos también en ingles y encima por los parlantes no se entiende un pito, por ahí algunas cosas en un español anunciadas por el capitán que seria más o menos el de tío de Pepe García.

                Tiene una pantalla cada asiento, en la cual podes elegir entre música videoclips, películas en varios idiomas, inclusive español, noticias, juegos y datos del vuelo como la altitud, velocidad, ubicación en un mapita y temperatura exterior (que llegó a – 55 C). Tenés como para entretenerte.

                Me vi "Avatar" en castellano y otra más que no me acuerdo. En medio del océano algunas turbulencias importantes como para darle algo de emoción.

                Aterrizamos en París con tormenta y viento de costado así que el aterrizaje fue movidito, sobre todo al tocar tierra con el avión de costado. Iupiii !!! Que zogaca !!!.

                Ya estoy en París después de 13 horitas de vuelo. Para mí son las 5 de la mañana pero en París la hora es 11.  ¿ Y ahora pa donde?. Ya había visto en Internet que tenía que ir a la Terminal 1. Hice lo que debía hacer: leer los carteles.  Colectivito y al Terminal 1. ¡ Qué aeropuerto horrible…!!!

                Veo una terminal para computadoras que dice que hay WiFi: excelente - me dije, me conecto y aviso que esta todo OK, ya que había comprobado previamente que mis teléfonos no servían. (Gracias MoviStar y la rep$#”$#$%). Pero, hete aquí que la conexión no es gratis, tenés que comprar una tarjeta.

                Meteté le conexien en el ojetien. – exclamé para mis adentros en mi nuevo francés recién aprendido.

                Después de cinco horitas de espera, con cambio de camisa y enjuagada con tallitas Johnson para bebés con olor a lavanda incluido, veo que la gente que estaba para el vuelo a Qatar se levanta y va a embarcar, así que a la cola. Si pretendía entender lo que anunciaban por los parlantes todavía estaba allá, anclado en París.

                Subo al Airbus todo en color bordo y gris, muy elegante y muy grande. Asiento fila 54, la última de todas, atrás mío las azafatas y se terminó el avión, por suerte pasillo, no hay para elegir, va lleno también. Viajan con migo como 30 japoneses o chinos. ¡Que quilombo que armaron arriba del avión! A los gritos todo el viaje.

                Igual que el anterior con pantallita pero acá los anuncios son en árabe y en árabe y si no sabes árabe llámalo a Cagaste, por el celular que no te anda. Por suerte las azafatas, que eran como mil, entendían algo de inglés ya que en su mayoría son Filipinas. Me las arreglé bastante bien, el vuelo fue muy suave y el aterrizaje un lujo, ni se sintió.

                Bueno, después de 20 horas de vuelo,y 30 de viaje ya no sé ni en que hora del día vivo, pero acá en Qatar eran las 23:30. El aeropuerto de Doha, capital de Qatar es enorme pero sólo la parte de las pistas y el estacionamiento de los aviones;  el edificio es muy reducido.

                Me pongo en la cinta para esperar la valija y los cinco minutos se me arrima uno de seguridad: Chau, cagamos -  pensé, tengo cara de ilegal o de inmolarme.

                No. Se me acercó para ver si yo era Anastasio, el dolobu al que no le cargaron la valija en el avión y que iba a tener que esperar hasta mañana a las 23:30 que llega el próximo vuelo y quizás, la traigan.

                Estaba en lo cierto, ese dolobu era yo. A partir de ahora, me rebautizé como Anastasio El Dolobu, así ya parezco árabe…

                Paso por migraciones donde me atiende una señorita de no más de 17 años con la vestimenta típica que ni me habla, me sella el pasaporte y a buscar al fercho que me llevaría al departamento.

                Como todos los choferes acá es un señor indio, bajito, morocho y que da la mano como una princesita, ya que no tienen la costumbre de apretar y yo casi se la quiebro. Al departamento – le dije y allí me llevó.

                En definitiva, Doha me dio una calurosa bienvenida que aún no dejo de ser calurosa en ningún momento, sobre todo al mediodía. Y que decir de mis primeras impresiones, que fueron digitales.

                                                                    Un abrazo y hasta el próximo informe.

 Anastasio Al Dolobu

FOTITO CON TURBANTE PLEASE