NO AL ASFALTO, PERSIGUIENDO TRENES FANTASMA
01 al 03 de Abril de 2010
VIERNES SANTO (Tramo Tres Cuervos - Estancia Santa Clara)
A partir de Azopardo, parecía que había llovido bastante los días previos, pero el terreno, entre duro y arenoso, solo presentaba algunas grandes lagunas sin dificultad para atravesarlas.
Nuestro ambicioso plan kilométrico no se iba a poder cumplir si queríamos volver al campamento de Santa Clara a una hora prudente, así que viendo la avanzado de la hora, decidimos ir hasta la próxima estación, atraídos por su curioso nombre, TRES CUERVOS (#22) y allí empezar a volver. Como buen ferrocarril argentino de estos tiempos no íbamos a completar el recorrido preestablecido y menos a horario.
Según averiguamos, el nombre es simplemente por las aves de esta especie tan comunes en esta zona y tan útiles a la agricultura, pero no pudimos saber porqué tres. Pertenece al partido de Puan.
Acá no pudimos con el genio y al Expreso Suzuki/Toyota lo tuvimos que estacionar en el andén, para lo cual abrimos una tranquera y nos introdujimos en los altos pastizales a campo traviesa. Había que marcar el final del recorrido de un modo original y así lo hicimos.
Aprovechamos que el edificio estaba abierto y en bastantes buenas condiciones pese al abandono, para reconocer y admirar todos los detalles constructivos de cerca.
Si bien estábamos con poco tiempo y estar en plan de regreso, igual decidimos continuar por los caminos de tierra pese a tener asfalto a mano. Una diagonal al noreste le apuntó directo a Puan y la tomamos; unos carteles que decían camino cerrado confirmaron la elección correcta…
Los caminos no estaban cerrados, los carteles eran vestigios de viejas inundaciones que al margen de no existir ahora, ya habían logrado que se construyan curiosos bypass para evitarlas. A lo lejos nos volvió a aparecer al frente la extraña construcción sobre una colina que habíamos divisado antes desde Goyena. No podía ser una especie de horno industrial ya que para qué construirlo sobre una colina. Y entonces? No había excusas para no sacarnos la duda de una vez.
Lentamente, siguiendo zigzagueantes caminos rurales, donde a cada paso aparecía algún monolito que rememoraba el emplazamiento de alguno de los múltiples fortines de la región, nos fuimos acercando y quedo claro que se trataba de algún monumento, de una forma muy extraña.
El enigma se develó casi al llegar, cuando nos topamos con el Mirador Milleniun, un monumento que está construyendo la municipalidad de Puan, como testimonio de la cultura de la localidad a través del tiempo. La verdad que su diseño es muy particular: tiene 24 metros de diámetro, uno por cada hora del día y 20 metros de altura, una por cada siglo cristiano y está ubicado estratégicamente en el lugar más alto de la zona. Hay mucho más detalles constructivos con su simbólica explicación en la página web del municipio, que recomiendo leer.
Subimos a pie, lo cual es mucho más fácil que lo que parece debido a su estudiado diseño y la vista 360° de la zona es espectacular. Vale la pena subir a verla, sobre todo un día despejado como el que nos tocó a nosotros.
Con este bonus track en el bolsillo, ahora si nos resignamos al asfalto con rumbo a Pigüé, donde después de cargar combustible, seguimos ya de noche rumbo a la estancia Santa Clara a armar el campamento. Tomamos el camino que va por entre las sierras hasta el Monumento al Conscripto; si bien era de noche y no podíamos apreciar el paisaje, es muy lindo para manejar, ya que está lleno de curvas. Llegué con lo justo porque una rueda estaba casi en llanta y la hubiera roto si tardábamos un poco más en llegar.
A la luz de la luna armamos la carpa que faltaba y prendimos un fogón para cocinar alguna cosita sencilla e irnos a dormir después de una larga tertulia en la tranquilidad serrana de la estancia.