VACACIONES 2011- EL BOLSÓN DESCONOCIDO Y ALGO MÁS
DÍA 6: Jueves 27 de enero de 2011 por la tarde
ALTO RÍO CHUBUTLa salida fue bastante sencilla ya que tenía el track en el GPS y además ahora no había ni barro ni nieve como aquél invierno. Sin contratiempos en un menos de una hora estábamos de nuevo en sobre la RP 6 camino a El Maitén, más temprano de lo previsto. Venía distendidamente buscando un track que habíamos dibujado para visitar una mina abandona de plomo que no habíamos encontrado el invierno de 2009. La huella ahora apareció clara y transitada con un cartel indicando “Escuela Nro 100 Arroyo Las Minas 10 km”.
Como era temprano propuse asomarnos y entramos sin ningún plan. Sin saberlo, el Alto Río Chubut nos esperaba para deslumbrarnos y hacer fluir un poco de adrenalina. A los pocos kilómetros de meseta plana, apareció allá abajo el hermoso río Chubut, convertido en un río de montaña. El camino bajaba la ladera serpenteante en forma cómoda así que seguimos, gatillando a diestra y siniestra la máquina de fotos.
Llegamos al sitio donde está la escuela, en este momento desierta. Allí el camino se convierte en huella y está muy poco transitado, tocando el cauce del río. Si el río crece, seguro es invadida. Seguimos por un largo rato a los saltos deslumbrados por el paisaje hasta que la huella mejoró y se adentró en una plantación de pinos y empezó a subir, alejándose del río pero siguiendo mi teórico track a la mina de plomo.
La memoria de las máquinas de fotos se empezó a llenar con más paisajes. Al salir de la plantación de nuevo apareció el Chubut allá abajo, ahora accesible por un impresionante zigzag en bajada, bastante angosto, imposible de no recorrerlo.
Nos largamos viendo que, recortada sobre las laderas, la huella seguía y seguía. Después del zigzag, se angostó más haciendo imposible dar vuelta así que no quedó otro remedio que seguir: las pendientes eran muy fuertes y el ancho era lo justo para circular. En un recodo apareció un poco de espacio para dar vuelta pero la curiosidad pudo más y seguimos sin saber que encontraríamos más adelante. Varios kilómetros de incertidumbre por la imposibilidad de girar, aunque amparados por magníficas vistas, nos llevaron de nuevo a un ancho fondo del valle que alojaba el cauce del río a una huella tranquila. Enfrente una plantación de pinos y un buen camino me hacían pensar que el laberinto tenía otra salida vadeando el Chubut.
Seguimos, cruzando algunos establecimientos rurales deshabitados hasta que el valle se volvió a angostar y casi circulamos por el cauce del río por un buen trecho hasta que de nuevo se volvió a ampliar hasta llegar a un punto donde había que vadearlo, lo cual no era imposible pero no muy prudente estando solos por ahí.
Mientras analizaba la situación, enfrente veo a un campesino trabajando del otro lado del río y le hago señas para que se arrime. A los gritos le pregunto si vale la pena vadear y hasta donde llega el camino. Me dice, para mi sorpresa, que el camino sale a la RN 40 a la altura de Rio Foyel, pero que un poco más adelante hay tranqueras con candado…
A poco menos de un par de kilómetros de la mina de plomo abandonada, decreto el GAME OVER y decido no vadear para no arriesgar y emprendemos el regreso, ahora disfrutando un poco más porque conocíamos el camino.
Visto ahora desapasionadamente el camino no es para entrar sólo porque salir de allí sin ayuda hubiera sido muy difícil, más si la lluvia progresaba en lugar de despejarse, como finalmente ocurrió. Pero quien nos quita lo bailado? Cayendo la tarde estábamos de nuevo en El Bolsón, hicimos algunas compras para llevar de regalo y empezamos a prepararnos para el regreso casa, aunque todavía había mucha tela para cortar.
El tanque de nafta? Otra vez perdía un poco, pero decidí convivir con el problema hasta llegar a casa. Esta noche empezó a hacer un poco de frío y nos arrimamos al hogar a leña para charlar con nuestros amigos y contarles la experiencia del día