CACERÍA DE CONFLUENCIAS EN LATITUD 28

6 al 10 de Julio de 2012 

             A EMPATAR EN LOS ESQUIVOS BAÑADOS DE TAFÍ...

                            Después de "distraernos" y "acortar" camino por la Cuesta de Zapata, había que volver a trabajar para el objetivo, la desértica 28°S 67°O. Para llegar a ella había que encontrar un cauce seco que nos dejara atravesar el espeso monte que se nos interponía y salimos a buscarlo.


Recorrimos la RN 40 buscando algún cauce amigable
que nos franqueara el acceso, pero no fue sencillo hallarlo

            Probamos con varios cauces, empezando por el más grande, cercano a Londres, pero las tempranas dificultades trialeras que ofrecía nos hicieron dudar y seguimos buscando algo más amigable hacia el sur, no porque no nos animásemos sino por una cuestión de tiempo: no podíamos hacer 40 km a 2 km/h.

            Finalmente uno de ellos, a la altura de los Bañados de Tafí, el río de La Totora, nos dejó ingresar y avanzar a ritmo sostenido por su cauce seco. Aunque no exento de dificultades,  los primeros treinta kilómetros de aproximación fueron entretenidos, metidos siempre entre dos paredes verticales de arena entre 5 y 10 metros de alto, de las cuales no podíamos salir; tuvimos que  atravesar zonas de densa vegetación que crecía en los meandros del río donde la humedad debe durar más tiempo al hacerse remansos. En realidad no había vestigios de humedad, eso si metidos en esa profunda trampa longitudinal, una lluvia hubiera sido poco agradable. Aclaro que los pronósticos los habíamos consultado antes de hacer el viaje y no había probabilidades que ello ocurra.

 
El primer intento, por el que parecía más ancho, fue un fracaso total por el pedrero que encontramos

 
El río de la Totora nos dejó bajar a su cauce, que al principio era muy angosto.

 
A veces se ensanchaba pero siempre flanqueadas por paredes verticales fruto de los desmoronamientos

 
Hermosa sensación circular dentro un profundo tajo en el desierto con paredes verticales

            En algunos sitios aparecieron tenues huellas de vehículos, aunque seguro no ingresaron por donde nosotros sino por el contrario procedían de aguas abajo. El río de las Totoras va recogiendo los cauces de otros tributarios y crece en anchura para convertirse en el río Londres el cual desagua en unos gigantescos bajos, los bañados del Pantano.

            Era pasado el mediodía y dentro del cauce apretaba el calor. Cuando encontramos unos arbolitos que nos brindaron sombra nos detuvimos a practicar una clásica picada y refrescarnos un poco.


Un alto en el camino debajo de una preciosa sombra de árboles que se salvaron de las riadas

 
Enseguida salimos a buscar algo para recuperar las energías de las bicicleteada de la Cuesta de Zapata


La tapa de la caja de Ranger y el Pampa System a full: estábamos hambrientos

  
 
Después del almuerzo continuamos por terrenos arenosos por un cauce que se ensanchaba cada vez que un afluente se agregaba


En los recodos, el agua socava las márgenes y pone al descubierto las raíces de los árboles


 y por supuesto, con el tiempo los despeña, ensanchando el cauce


En los infinitos recodos, posiblemente se forman remansos y la humedad deja crecer cerrada vegetación


Cerrada vegetación que tenemos que buscar por donde atravesar buscando por donde escurre el agua


La Trochita le mete leña a la caldera, pecha la vegetación y abre paso


Finalmente, después de muchas escaramuzas con la vegetación recorrimos 30 km de aproximación y el cauce nos depositó en el desierto

            Parecía que salvo haciendo una gigantesca rampa a pala, no podríamos nunca salir del cauce pero, por suerte, a 10 kilómetros de la confluencia, las barrancas se aplanaron un poco y pudimos ingresar al desierto de arena exterior y dirigirnos en línea casi recta al objetivo.

 
El ancho cauce aplanó las barrancas y nos permitió improvisar la rampa de acceso

Hermosa sensación surcar esos infinitos médanos verdes donde seguro éramos los primeros en pisarlos. La adrenalina a full nos hizo recorrer rápidamente los diez kilómetros que nos separaban del éxito, subiendo y bajando pequeños médanos y esquivando matorrales.

Pero al fin llegamos !!!! Las chatas en semicírculo alrededor del punto imaginario fueron testigos de cómo nos bajamos dos botellitas de champagne para festejar la conquista y quitarnos el sabor amargo del “fracaso” anterior. Al menos conseguimos el empate:

Geografía 1 Confluencieros 1


Era muy emocionante sentir que nuestras huellas eran las primeras por ahí y era impresionante el polvo que juntábamos


Las chatas amontonadas en el medio de la nada misma. Porqué será?


Acá está explicación: acababa de caer la 28°S 67°O !!!   Nos desquitamos de su esquiva vecina !!!!!


Curiosa imagen de siete locos buscando ceros


Así es el lugar donde se cruza el paralelo 28 con el meridiano 67, justo donde Bernie posa fachero


La hora del merecido festejo a todo champucito del bueno


En el sitio exacto dejamos enterrada una botella con un mensaje para los que vengan después


Los siete locos en el punto exacto

            Mientras sacábamos las fotos y festejábamos el momento suena el celular de Flopi (¿ ?). Nadie suponía que allí pudiera haber señal pero había. Quién llamaba? Desde el hotel de Tinogasta estaban buscando al que se había ido sin pagar….

            Con el apuro de la salida matinal, Hugo y Bernie no pagaron la habitación al suponer que las habíamos cancelado todas juntas. Llamaron a Flopi porque fue quien dejó el teléfono anotado en el registro….

            Increíble, a los morosos los persiguen hasta en el c... del mundo y los encuentran !!  jajajajaja

            El regreso al cauce seco fue sencillo ya que ahora seguíamos nuestras huellas, tal vez un poco más pesado porque habíamos roto la capa vegetal. La tarde caía cuando nos volvimos a meter en el río de La Totora y por supuesto oscureció durante el trayecto.



El rio de la Totora nos volvió a recibir pero en penumbras

 
El recorrido por los cauces secos y el desierto (Interesante hacer zoom en Wikiloc)

            Costó mucho seguir la huella por la falta de luz natural ya que el polvo que levantaban las chatas, desapercibido de día, nos ponía literalmente ciegos circulando a puro GPS.

            Tuvimos que espaciarnos casi al límite del alcance del VHF para poder ver algo con las luces bajas. A las 20:00 estábamos de nuevo en la RN 40 y  allí el grupo se dividió, ya que los más alejados de casa debíamos volver faltos de tiempo y sobrados de ganas de quedarnos…

 
Momento de despedida sobre la RN 40

            Los rosarinos continuaron hacia el este con el objetivo de capturar una más, la 28°S 65°O, ya que disponían de medio día más que nosotros. Por supuesto lo lograron y lo pueden leer aquí. Consiguieron, sobre la hora poner a resguardo el marcador final (y eso que con algunos jugadores menos...)

 Geografía 1 Confluencieros 2

 
Largo camino a casa, después de la Cuesta de la Sebila...

        Nosotros, Pampa, Pablo, Tobhías y el durmiente, nos fuimos a dormir a Aimogasta y al día siguiente emprendimos el largo camino a casa, pensando cuando volveríamos a conquistar la esquiva confluencia
28°S 68°O.

 Hasta la próxima



Pampa
Setiembre 2012

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