30 de Marzo al 02 de Abril de 2012
ENTRETENIDO VIAJE DE IDA HUYENDO DEL ASFALTO
En Marzo de 2012 cumplimos 25 años de casados. Las cosas no estaban para festejos desmesurados y viajes fastuosos (que tampoco nos gustan) así que optamos por escaparnos un fin de semana a descansar a las Sierras de Córdoba. El objetivo era ir a pasar unos días tranquilos conociendo esa parte del país que curiosamente visité muy poco.
Nada de offroad, nada de confluencias. Ir a descansar y pasear tranquilos fue el acuerdo con la Sra Pampa. Dejé que elija a su gusto alojamiento en Villa General Belgrano y me propuse buscar algunos recorridos turísticos normales para hacer, de modo de cumplir con mi promesa: La Cumbrecita, El Durazno, Yacanto, Altas Cumbres, etc.
Para no enredarnos con el tráfico de los fines de semana largos, me tomé un día de licencia anticipado y salimos hacia Córdoba el viernes por la mañana con la idea de regresar también un día antes que el malón. La verdad me cansa mucho, sobre todo a la vuelta, renegar con el tráfico; me estoy poniendo viejo…
La cuestión es que salimos temprano de casa con rumbo a Villa General Belgrano sin pensar mucho por donde iríamos. Solo necesité que Adriana me diga que podríamos visitar de pasada alguna estación de tren abandonada, para que ponga el GPS en modo “Distancia más corta” y empezar recorrer ignotos pueblitos por ignotos caminos de tierra. La promesa empezaba a caerse pero no era todo por culpa mía…
Para esa altura ya habíamos recorrido la RN07 hasta pasar Carmen de Areco, donde tomamos la RP31, la famosa y fatídica ruta de la familia Pomar, la cual vía Salto y Rojas, te lleva a Colón sobre la RN08. Desde allí “sólo” nos quedaba ir hasta Río Cuarto por esa ruta y después subir a Río Tercero por la RN35 para arrimar tempranos a Villa General Belgrano. Todo tranqui.
Pero allí modificamos los planes y con la excusa de visitar alguna estación ferroviaria, después de Colón, un camino de tierra nos llevó a ELORTONDO, una ciudad mediana donde visitamos la primera estación del Ferrocarril General Mitre, con vías en funcionamiento.
Desde allí seguimos costeando las vías del Mitre por muy lindos caminitos rurales y nos encontramos con los clásicos puentes del FCRPB (Ferrocarril Rosario – Puerto Belgrano); mirando el GPS nos dimos cuenta que le pasábamos cerquita a una estación de ese ramal y nos desviamos a EL JARDÍN, una estación abandonada devorada por la vegetación, donde para mi sorpresa encontramos una cuadrilla reparando vías.
Yo estaba creído que ese ramal estaba fuera de servicio por lo que había encontrado en el sur provincial, pero resulta que los de la cuadrilla me informaron que el tramo norte del ramal, operado por FerroExpreso Pampeano, funciona entre Rosario y Granada, por supuesto con trenes de carga cerealeros.
Costó encontrar los nomencladores entre la jungla pero aparecieron.
Paralelos a la vías del FCRPB, volvimos la traza del Mitre, donde encontramos los típicos puentes sobre nivel entre ambas líneas y luego seguimos costeando las vías rumbo a CARMEN, donde estas se bifurcan: un ramal en servicio que lleva a Venado Tuerto y uno clausurado que pasa por MURPHY y por LA CHISPA. Seguimos costeando éste último ramal por unas huellas prácticamente abandonadas pese a tener a menos de 500 metros en forma paralela la RP94 pavimentada: jugar con el GPS yendo por "Distancia más corta" te lleva por esos rumbos...
El plan de viaje ahora llegar a la RP06 que le apuntaba derecho a Río Tercero. Pero no era por hacer offroad, era para visitar estaciones…
"Sin querer" (¿?) me dí cuenta que pasábamos cerca de una confluencia, así que con una cara de tonto poco convincente pedí “permiso” para aprovechar la oportunidad. Adriana es una santa y accedió. No fue mi culpa, fue ella quien me indujo a salirme de la ruta “normal” y tentarme.
La confluencia 33°S 62°O estaba cercana a la RP05, próxima a la localidad de Los Surgentes. Un pequeño desvío por caminos vecinales nos depositó a escasos 250 metros de la misma, alambrado de por medio. Sin perder tiempo caminé y la registré rápidamente. No era cuestión de tirar mucho de la cuerda…
Ya con algunas estaciones visitadas y una confluencia, le pegamos derecho por la RP06 hasta Río Tercero, donde luego a través de Embalse y de Santa Rosa, llegamos a la nochecita a Villa General Belgrano. Había violado la promesa, pero poquito e inducido por mi señora. Nos alojamos en DIE ELEMENTE y nos fuimos a cenar a un restaurante típico de la villa. Basta por hoy.
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ALGUNOS HALLAZGOS INTERESANTES AL NORTE
DE LA CUMBRECITA Y
ALGO DE
MECÁNICA (Como siempre...)
El sábado temprano, desayunamos y salimos de paseo, sin pretensiones de adrenalina. Le apuntamos a recorrer el circuito VGB - La Cumbrecita - Yacanto - El Durazno - Santa Rosa – VGB.
El camino a La Cumbrecita es muy pintoresco y entretenido, pero para los que estamos acostumbrados a un poco de acción (mi esposa incluida) es como demasiado tranquilo. Ni hablar cuando llegamos a La Cumbrecita, lleno de gente, teniendo que pagar hasta para estacionar. Definitivamente no es lo que nos gusta, así que aproveché para romper el “acuerdo” y propuse salir a investigar caminitos, sin arriesgar demasiado más que por la relativa soledad.
Aún apreciando el hermoso paisaje, “huimos” del gentío y empezamos a meter la trompa de la Pampa 02 por cuanta huellita que no tuviera tranquera con candado o prohibición de acceso. En varios casos nos clavamos y tuvimos que recular, pero el paseo ya tenía otro sabor, el de lo incierto, por “descubrir”.
Así embocamos un camino a la estancia “Las Cañitas” que sale hacia el norte un poco antes de llegar a La Cumbrecita. Parece un camino privado, pero con tranqueras abiertas y sin carteles, no nos hicimos muchos problemas. El camino se volvió huella y se hizo interesante; en un momento se metió en una zona boscosa y se torno desparejo y poceado, pero sin problemas para la chata. Disfrutando de solitarios lugares fuimos avanzando hasta que llegamos al río del Medio, frente a la estancia Las Cañitas, donde un puente hacia el mismo casco parecía indicar que ahí se terminaba el camino. Sin embargo, notamos que por un lateral de la estancia había una empinada y tenue huella que sugería su continuación hacia el norte y por supuesto que la encaramos.
Y bien que hicimos. Después de un complicado tramo de subida, reaparecía una huella clara que se perdía a lo lejos hacia el norte, serpenteando entre los cerros, mientras ganaba altura. parecía no está en Mapear gracias a mi modesto GPS chino que se puso al hombro que el 276C parece haber palmado, pero decidimos ir a ver adonde iba, total no habíamos violado prohibición alguna (al menos en el sentido en que nos movíamos, ya que por el espejo retrovisor vi algún "Propiedad Privada - No Pasar")
Valió la pena, cruzamos unos tranquilos arroyitos y unas deliciosas pampitas con coirones hasta que accedimos a una zona de prospecciones mineras, notables por la gran cantidad de reflejos brillantes que confirmaban la presencia de cuarzo, feldespato y otras yerbas por el estilo.
Cruzamos una camioneta que nos saludó naturalmente, así que seguramente la huella era pública y tenía salida; en el GPS apareció un camino que llevaba al dique Los Molinos y nuestra huella nos conducía a él, así que la salida estaba asegurada. El paseo se hizo bien interesante.
Al encontrar el camino de regreso, también encontramos a unos paisanos a caballo. Habíamos visto que en el terreno teníamos otras huellas que salían hacia el oeste con precarias tranqueras y les preguntamos adonde iban y si se podía entrar sin problemas.
Amablemente nos respondieron que esas huellas se dirigían a Yatán, según ellos un lugar muy bonito sobre el río homónimo. Y lo más importante que no había inconvenientes en atravesar las tranqueras si no tenían candado. Y creían que no los tenían.
Mirando los mapas del IGM ubico el paraje, que parece estar al pie de los Comechingones, decidimos cruzar la tranquera y tratar de llegar. A lo lejos se veía desde arriba La Cumbrecita, ya que estábamos a más de 1000 metros de altura.
La huella, primero plana sobre una pampita, se empieza a meter entre las piedras y si bien está muy marcada tiene un cierto parecido a la entrada al Áspero. Raro que nunca había escuchado de ella.
A medida que avanzamos se vuelve más interesante y obliga a andar en baja. Se suceden los zigzag sobre el filo de los cerros y parece que nunca nos acercamos a los Comechingones. Algunas bajadas empiezan a tener pendientes interesantes para luego tener que repecharlas. Cruzamos a dos muchachos en moto que vienen de pescar y nos dicen que “falta mucho” para Yatán. Igual seguimos entusiastas.
A medida que nos adentramos en las sierras, siento que algo no anda bien en el andar de la chata y con la excusa de “estamos solos y cualquier cosa sería un problema” pego la vuelta a mitad camino sin revelar el verdadero motivo. La última experiencia pampeana de seguir igual “total no pasa nada”, aún me pesa. Había notado cierta extraña pérdida de potencia, imperceptible andando en baja pero no era cuestión de arruinarle el paseo a mi esposa, para renegar salgo solo...
Al salir al camino de ripio normal y volver a andar en alta, confirmo que algo pasaba aunque no preocupante. Con el dique Los Molinos a la vista pisamos el asfalto como para volver a VGB; allí el andar se volvió normal aunque sentía que “algo” faltaba al pisar el acelerador.
Tan normal se volvió todo que al llegar a Los Reartes, tomé el viejo camino a La Cumbrecita por Villa Berna y seguir paseando por las sierras como si nada. Una detención a tomar fotos en una pequeña cuesta me mostró que efectivamente “algo” pasaba: no podía arrancar en primera, como si no tuviera potencia. Obviamente al poner la baja la moví y seguimos, pero ya con la certeza que no podría arriesgarme a nada sin solucionar el problema. También obviamente Adriana se dio cuenta y entonces decidimos volver a VGB y tratar de verificar que pasaba. Mis sospechas eran falta de presión de la bomba de nafta o inyectores sucios. Otra vez a hacer de mecánico en un viaje, últimamente estoy de liga…
En VGB conseguimos un sitio donde poder trabajar en la playa de una gomería y allí me convencí que la bomba de nafta no tenía la presión normal, ya que al desconectar su descarga, podía aguantar la presión con el dedo, lo cual es imposible si anda bien.
La cambio y listo, total tenía una de repuesto en la valija de herramientas - pensé.
Por suerte antes de desarmar y armar el tanque de nafta, se me ocurrió probarla y resulta que… estaba trabada !!! La rpmaqlrmp&#@!#$&)###!!!!!
Era una que cambié mientras aún andaba, pero se ve que con el tiempo se resecó y se bloqueó. Y ahora? A buscar un sábado a la tarde de fin de semana largo una bomba de nafta en VGB. Felizmente, la única casa de repuestos, EUROCAR, estaba abierta y tenía una similar. La compré pagándola $250 y le pedí permiso para trabajar en el estacionamiento por si llegaba a necesitar otro repuesto. Saco el tanque, saco la bomba, la cambio y cuando hago la prueba casera de presión, la misma dió el resultado esperado: con el dedo no podía aguantar la presión. Vamos todavía !!!
En pleno armado se acerca el dueño de la casa de repuestos y me dice que se había equivocado y que el precio de la bomba era $350. No sé cual de los dos era correcto (ambos me parecían caros) pero el caradura me vino a pedirle que pague la diferencia cuando ya no podía devolverla. Para no discutir le pagué, pero es evidente que hay gente que no sabe cuidar a los turistas: si se había equivocado, tendría que habérselo bancado pero a mi me sonó a avivada. La misma bomba pero marca Bosch en Buenos Aires vale $190.
Pasado ese mal momento, pongo en marcha y salgo a probarla y resulta que andaba perfecto, así que cansados pero contentos nos fuimos al departamento sabiendo que mañana podríamos seguir de paseo sin problemas. Por la noche salimos a pasear por el centro de VGB, que estaba lleno de gente como era de esperar.
EUROCAR, innecesaria antipática actitud comercial
Villa General Belgrano sábado por la noche++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
EL DURAZNO Y LA CAPILLA DEL CARMEN
El domingo dejamos DIE ELEMENTE sin planes, ya que todo lo que tenía pensado era mucho para el tiempo disponible. Originalmente pensaba dar la vuelta a los Comenchingones por Altas Cumbres y volver por Merlo – Lutti pero no tenía sentido semejante vuelta con algunos destinos cercanos sin conocer, como Yacanto y El Durazno. Optamos por ir a El Durazno e ir viendo luego.
La chata parecía andar perfecto y raudamente pasamos por Santa Rosa de Calamuchita y llegamos a Yacanto. Ahí tomamos el camino de tierra a El Durazno y empezamos a disfrutar de nuevo el andar por lugares donde aún las sierras están muy naturales.
La larga bajada a El Durazno te permite almacenar en la memoria increíbles paisajes con el Champaquí de fondo. Este pueblito es un sueño, un oasis de vegetación, bosques y tranquilidad.
Sin planes enfilamos por cualquier caminito que nos pareció interesante como arrimándonos a los Comechingones. En un vado, encontramos una chata de un lugareño quedada y lo ayudamos a arrancarla, tironeando con la Pampa 02. Quien diría ayer casi moribunda y hoy ayudando a otra chata...
Mientras nos agradecía la gauchada, lo consultamos y nos recomendó que siguiéramos ese camino que nos llevaría a la Capilla del Carmen. Le pregunté si se podía ir La Cruz sin volver a Yacanto y me dijo que si bien no es muy usado, la huella existe. Ya teníamos planes y la chata andaba bien.
Seguimos por el serpenteante camino, indicado en Mapear, que atraviesa pequeños arroyos, densos bosques y zonas pedregosas y después de infinitas tranqueritas, llegamos a la capilla, enclavada en un vallecito, al lado de un arroyo, al costado de un puesto de una estancia.
Muy bonita y cuidada, nos sacamos en su interior unas fotos como recordando nuestro matrimonio, veinticinco años atrás…
La vuelta fue tranquila, por el mismo camino, ya que algunas variantes que intentamos chocaron contra tranqueras con candados, cosa desafortunadamente bastante frecuente en esta zona. Lo único malo fue que en algún momento la chata pareció sufrir los mismos síntomas que ayer…
Recorrimos el pueblito de El Durazno por sus calles interiores, tan agrestes que son casi offroad, y al salir tomamos hacia el sur en lugar volver a Yacanto.
DE "EL DURAZNO" A "LA CRUZ" POR HUELLAS POCO TRANSITADAS
Tal como me había cantado el paisano que ayudé a salir del problema en el vado, unos kilómetros más adelante encontramos la bifurcación sin señalizar y poco transitada, que coincidía con Mapear. Nos metimos..
Enseguida una tranquera y la huella más borrada, pero siempre siguiendo Mapear. El vallecito se cerró y el paseo se volvió sumamente interesante: retazos de bosque bien cerrados, arroyitos con pequeños vadeos, más tranqueras sin candados y con pocas aperturas recientes, un poco de barro, algún que otro huellón profundo. Nada como para complicarse la vida pero suficientemente divertido y placentero, sumamente solitario ya que no encontramos a nadie, aún pasando cerca de algunos puestos.
En uno de los arroyitos paramos a comer algo y a disfrutar del paisaje.
Más adelante se ven unas curvas llamativas en el GPS: el camino pasa al costado del embalse cerro Pelado bajando casi hasta el mismo lago y vuelve a subir. Después de cruzar otra huella que viene del norte en la cresta de un cerro, el estado desmejora pasando a ser el camino de servicio de una línea de AT pero con la chata no hay problemas.
Al final salimos al asfalto que une Amboy con la central de Río Grande, el cual recorrimos en corto trecho hacia el norte para torcer hacia el sur pasando al costadito de Amboy rumbo al coronamiento de la represa compensadora de Cerro Pelado por un camino de ripio bastante bueno. Desde allí arriba se aprecia muy bien el enorme lago artificial. Pocos kilómetros más y llegamos a La Cruz, a eso de las dos de la tarde.
Mis sospechas silenciosas que algo no volvía a andar bien en la pampa 02 se confirmaron: entre La Cruz y Berrotarán me costaba hacerla pasar de 100 km/h y eso no era normal.
Cansado para seguir renegando propuse volver tranquilos a casa, paseando por algún pueblito si todo andaba bien para matizar el viaje. Adriana asintió, después de todo, como es habitual habíamos hecho muchísimo en dos días, reparaciones incluidas.
Probé a meterle limpiainyectores y la cosa pareció mejorar en el camino a Río Cuarto. En la RN 07, el comportamiento fue dispar: a veces andaba bien por encima de 100 km/h, luego empezaba a perder velocidad y entonces tiraba algunos cambios a altas revoluciones, retomaba 110 km/h y de nuevo el proceso.
Realmente muy extraño. Gastaba nafta como una draga pero avanzábamos razonablemente bien, con el corazón en la boca. Ya casi de noche, comenzó a funcionar más normal y alcanzamos a llegar a Colón (BA) donde optamos por acampar en el Parque Municipal a la vera de la laguna, donde está el faro (¿?).
Armamos la carpa en un rincón del parque, cenamos tranquilos y nos fuimos a dormir.
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REGRESO A CASA
A la mañana nos despertaron unos truenos, así que levantamos campamento de raje y nos encaminamos a casa. Como no podía ser de otro modo, volvió a funcionar irregularmente cada vez peor y sólo nos dieron ganas de visitar respetuosamente en detalle el lugar donde se mataron los Pomar.
Tuvimos ganas de visitar el lugar pero luego nos arrepentimos, es todo muy triste de sólo pensar lo que tuvo que pasar esa familia y toda la desidia que llevó a ese trágico desenlace.
Finalmente, renegando con la chata andando cada vez más despacio, llegamos a casa temprano, antes de mediodía pero a 60 km/h como máximo, una lágrima.
Pese a todo un excelente viaje, increíblemente pese a todo lo que tengo recorrido mi primera incursión a los Comechingones fuera del Áspero.
Espero les haya gustado
EPILOGO
Una semana después llevé Pampa 02 al taller.
¿Qué pasó? Nuevamente, como hace año y medio, inyectores sucios.
Por qué? Mi teoría es debido a la escasez de nafta, las estaciones de servicio trabajan con muy bajo stock y cada vez que se repone combustible, la descarga remueve todos los sedimentos del fondo (imposibles de quitar) y lo que es coloidal trasciende los filtros y va a parar a los inyectores. Con la otra chata, en el pasado, jamás tuve este problema...
Qué se puede hacer? Limpiar más seguido los inyectores y en los viajes largos meterle un limpiayectores cada dos o tres cargas de combustible.
Cosas de la Argentina actual
Pampa
Diciembre 201
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