RIO SAMBOROMBON
El río Samborombón, es un río de la provincia de Buenos Aires, Argentina. Perteneciente a la Cuenca del Plata, nace en el partido de San Vicente, justo al sur de la Ruta Provincial 6, desaguando 2 lagunas que se encuentran a medio camino entre las localidades de Cañuelas y San Vicente. El río presenta numerosos meandros, pero sigue una clara dirección en sentido noroeste-sudeste durante todo su recorrido.
Atraviesa los partidos de San Vicente y Brandsen, para servir luego de límite entre el partido de Chascomús con los de Magdalena y Punta Indio, hasta desembocar en la Bahía de Samborombón muy próximo a la desembocadura del río Salado.
Este es un típico río de llanura que discurre a lo largo de 100 km , atravesando un terreno levemente ondulado y su cuenca se extiende por unos 11.510 km². Este corto recorrido presenta muy poco caudal en época de sequía, pero se vuelve muy caudaloso en tiempos de lluvias. Sus principales afluentes son por la margen derecha los arroyos Peña y González y por la margen izquierda, los arroyos El Portugués, San Vicente, Abascay, Dulce, Las Horquetas y Todos los Santos.
La bahía de Samborombón es un accidente geográfico en la ribera derecha del tramo estuarial del Río de la Plata en su contacto con el mar Argentino. Se ubica íntegramente en la provincia de Buenos Aires, en el este de la Argentina.
El nombre de esta amplia bahía fue dado por los miembros de la expedición al mando de Magallanes, quienes atribuyeron la formación de la bahía al desprendimiento de la isla de San Borondón.
La bahía de Samborombón se sitúa en la boca del Río de la Plata, es decir, en el tramo en que este contacta estuarialmente con el mar Argentino del océano Atlántico. Según sea el criterio que se utilice, esta bahía puede ser considerada como un tramo estuarial del Río de la Plata, o como una gran bahía del mar Argentino.
Esta bahía se localiza a 160 km al sudeste de la ciudad de Buenos Aires. La bahía tiene 135 km de longitud y sus extremos van desde punta Piedras ( ), hasta punta Rasa ( ) en donde comienza el cabo San Antonio
Leyenda: San Borondón
Mito, leyenda, tradición y misterio oceánico que deambula errante por los mares de La Palma. En el año 480 de la Era del Señor nació Brandán en Irlanda. Desde muy joven entra en la orden benedictina. Cuentan que un día que navegaba en busca de tierras que evangelizar, cuando el crepúsculo se apoderaba de la noche, encontró una isla. Los navegantes saltaron, a esa supuesta tierra firme a descansar de jornadas en un mar tenebroso y desconocido.
El silencio y la oscuridad atrajeron a los marineros que se entregaron al sueño, mientras, Brandán rezaba, observaba el cielo y el camino de los astros, hasta que se dio cuenta que lo que creía por tierra firme se movía hacia Oriente. Con el alba reunió a sus compañeros y les dijo: "no dejemos de dar gracias al Soberano y Dueño de todas las cosas, a este Dios cuya Providencia nos ha preparado en medio de los mares un nuevo bajel que no tiene necesidad ni de nuestras velas, ni de nuestros remos". Estaban navegando sobre el lomo de una gran ballena. El viaje continuó lentamente durante 40 días, por mares abiertos y confiado en la Divina Providencia. Por fin la ballena, a la cual llamaban Jasconius, les arribó a una isla exuberante, altanera, con alegres cantos de mirlos y otros pájaros desconocidos, aguas de mar cristalinas donde los peces de mil colores jugaban con la espuma. Todo era quietud, paz, soledad en esa isla de limpias arenas negras, surcada por riachuelos, con extraños carneros, poblada de ricos frutos y de gratos aromas. ¿Sería el Paraíso? Siete años la habitaron. Y a ese paraíso de isla la leyenda le puso el nombre de San Barandán o San Borondón. Y el mito y el misterio siguió corriendo los siglos, hasta que el mismísimo Cristóbal Colón en su diario de abordo anotaba el 9 de agosto de 1492 juraban muchos hombres honrados "...que cada año veían tierra al Oeste de las Canarias, que es al Poniente; y otros de La Gomera afirmaban otro tanto con juramento". Y el almirante puso rumbo al poniente, por donde aparecía San Borondón, en busca de tierras firmes. La isla aparece y desaparece llamando a navegantes y aventureros. Se hicieron expediciones en su busca que afirmaban haber estado en ella. Errante, viajera, inestable y misteriosa. Una veces la han visto por el poniente de La Palma, más al norte o al sur, entre El Hierro y La Palma, otras frente al Puerto de Tazacorte. En 1958 el fotógrafo Manuel Rodríguez Quintero la logró captar con su cámara y su cartografía abarca siglos en mapas y portulanos. Los palmeros continúan mirando al horizonte en busca de esa isla de aves y plantas exóticas, seres extraños, arroyo cristalinos, aromas dulces, tiempos apacibles y frescos, nieve en el reino del aire, mar limpio repleto de peces de mil tonalidades, gigantescos dragos que parecen dragones, montañas de formas redondas, barrancos abismales. La toponimia insular quiso llamar a un lugar del municipio de Tazacorte San Borondón y ahora uno duda: ¿Será La Palma la misteriosa y mítica isla de San Borondón y la otra, que aparece y desaparece en el horizonte, un espejismo?. Leyenda o realidad. Dejémoslo en leyenda.
María Victoria Hernández
La leyenda aquí expuesta está extraída de la web del patronato de turismo de La Palma :http://www.lapalmaturismo.com/