MÁS ALLÁ DE LA RN40
CAMINOS, HUELLAS OLVIDADAS Y TRAZAS INEXISTENTES EN EL OESTE PATAGÓNICO
11 al 20 de octubre de 2013
VIERNES 18
TRES LAGOS - LAGO TAR - ESTANCIA 12 DE ABRIL - VADEO DEL RÍO TAR - CONFLUENCIA 49°S 72°O - TRES LAGOS - COMANDANTE PIEDRABUENA
Otra vez sopa, otra vez a levantarse temprano. Gran entusiasmo en la tropa para hacernos de la remota confluencia 49°S 72°O hizo que las 8:30 en punto estuviéramos en camino por la RP31 rumbo al lago Tar, un entretenido camino que gracias al cielo despejado nos permitía apreciar las nevadas montañas cordilleranas y parte del Campo de Hielo Continental sur. Inclusive en algún momento pudimos ver el Chaltén.
A poco más de media hora de andar, el curioso lago Tar de aguas marrones, aquél de la leyenda de los cocodrilos, apareció ante nosotros. También se presentó la silueta imponente del solitario peñón Kach Aike de 992 msnm y el puente del río Tar, el cual deberíamos remontar por más de 30 km, buena parte por supuestas huellas y finalmente a campo traviesa.
La huella hacia el norte comenzó buena y transitada hasta la bifurcación a la estancia La Bernarda, luego aunque clara, se notaba que hacía mucho que nadie la pisaba, excepto los cientos de guanacos en manada que se nos cruzaban a cada rato. Cárcavas profundas, pequeños vadeos y algo de barro nos fueron acompañando hasta el final del camino, la abandonada estancia 12 de Abril, a orillas del río Tar y a 8.5 km de la confluencia.
El puesto o humilde casco de la 12 de Abril está abandonado de una forma muy extraña. Hay elementos que ante un abandono del lugar debieran habérselos llevado: una guitarra, ropa, utensilios de cocina, etc. El almanaque más reciente data de 2010 pero todo luce como si fuera mucho más lejana la fecha de abandono. Debió ser algo repentino, inesperado e irreversible.
A partir de aquí, offroad del más puro y duro, siguiendo el valle del río: un poco por el cauce, otro poco por sus márgenes, fuimos avanzando lentamente sin cruzarlo hasta llegar a 4 km del objetivo, donde tuvimos el único inconveniente mecánico del viaje: en una empinada cuesta Pampa 02 rompió una homocinética como producto de tornillos que se aflojaron de un soporte del diferencial delantero. En la revisión previa a la partida los había visto sospechosos pero ante la posibilidad de sacarlos y reapretarlos consideré que mejor no tocarlos y el ripio se encargó de lo que no pude hacer con herramientas. Nada serio ya que permitía circular en simple baja y además podía usar el bloqueo trasero. Preventivamente decidimos dejarla allí y subirnos a las otras chatas, no tenía sentido arriesgarse a otra rotura sin necesidad.
A 3 km de la confluencia no quedó otro remedio que vadear el río Tar, lo que no fue muy sencillo por el carácter lechoso de sus aguas y por las grandes piedras de su lecho.