UNA PILA DE PUENTES Y DE ARAÑAS (UNA VUELTITA POR EL PARTIDO DE PILA)
05 de Setiembre de 2015
Este año estoy muy poco salidor: entre mis problemas de salud de los primeros meses del año y el trabajo que me tiene muy ocupado, me estuvo costando encontrar huecos para salir de gira, agravado porque los objetivos cercanos ya no lo son tanto.
No obstante, este sábado me hice un espacio y salimos con Adriana a la caza de un objetivo que intenté hace un tiempo y la lluvia me lo arrebató: un extraño puente en el medio de la nada sobre el Canal 11 entre la RP29 y la RN03. Apenas unos 300 ó 400 km en una tarde para ir a curiosear…
Sin muchos preparativos, a mediodía salimos hacia el sur apuntándole derecho al objetivo y de paso, recorriendo la RP29 y apreciar la magnitud de las terribles inundaciones provocadas por el desborde del río Salado. Además tenía que probar la nueva cámara a prueba de todo que me compré (NIKON AW130).
RP53 hasta Brandsen, tramo de tierra incluido, Ranchos y luego la primera visión de la magnitud de las inundaciones: el río Salado que no hace mucho había visto crecido pero en su cauce, ahora tiene un ancho de varios kilómetros y todas las alcantarillas parecen pequeños géiseres debido a la presión del agua aguas arriba de la ruta. El puente sobre el río pasa desapercibido y eso que el pico de la crecida ya pasó…
Entramos fugazmente al balneario de General Belgrano para ver su estado, el cual debido al cierre de las esclusas y bombas que hay por todos lados estaba en un nivel alto pero normal. Afuera del cinturón que lo rodea es un mar: el ancho canal dragado que supimos apreciar desapareció bajos las aguas.
Seguimos hacia el sur rumbo a Newton con la incertidumbre si alguno de los caminos rurales que íbamos a usar estaría anegado. Evidentemente el acceso a Newton lo estuvo pero ahora no.
Nos asomamos al caserío de Newton, que ya conocíamos, para sacar alguna foto nueva y rápidamente tomamos el camino vecinal que se dirige a Casalins y que nos conduciría al enigmático puente.
El camino, en buen estado de conservación, es bastante sinuoso ya que va esquivando lagunas o bajos pero en ningún caso estuvo inundado. Unos kilómetros antes del objetivo encontramos un arroyo canalizado, el Gualicho, luciendo un nuevo puente de hormigón y a su lado, haciéndole compañía, un abandonado viejo puente metálico. Un coipo o falsa nutria andaba nadando tranquilamente a la sombra de su estructura y no inmutó ante nuestra presencia (Soy poco ducho en reconocer animales, me ayudaron algunos amigos de Facebook al mostrarles las fotos, lo que les agradezco mucho)
Apenas movimos, en el horizonte se dibujó la silueta de mi puente, el que había detectado por su sombra en el Earth Google: era tan majestuoso como lo había imaginada ya que lo había divisado estando aún a cuatro kilómetros de distancia.
El camino nos conduce primeero hasta el Canal 11 y desde allí bordeándolo alcanzamos el objetivo: un viejo y hermoso puente metálico reticulado, por supuesto roblonado en caliente, con forma de “puente colgante” con su solera construida de adoquines perfectamente ordenados. Todo esto en el medio de la nada. Tal vez por aquí iba pasar una ruta que nunca pasó…
La cuestión que estuvimos arriba del puente un buen rato sacando fotos y se me ocurrió ir a verlo por debajo. Mi hija, que estudia Ingeniería Civil, me había pedido que le lleve todos los detalles posibles ya que tiene que diseñar un puente para un trabajo práctico y éste era algo interesante.
Cuando salimos por su acceso sur con la idea de buscar por donde bajar al fondo del canal, veo que sobre el terraplén lateral hay algo parecido a un manto de neblina, pero.. ¿Después de mediodía y en la parte más alta del terreno? ¿Qué era eso?
Al acercarnos, con total sorpresa constatamos que eran telarañas! Hasta donde se perdía la vista se veía este manto blanco solamente interrumpido por las huellas de algún vehículo. Al bajarme para apreciarlo de cerca, con más sorpresa aún, veo que están repletos de pequeñas arañas.
Ahí recordé haber leído hace un par de semanas noticias que en el Paraje El Destino, cerca de Lezama sobre el río Salado, se había producido ese fenómeno por efecto de las inundaciones. Transcribo lo que había leido en Cadena 3
El director de Bromatología de Lezama, Jano Godoy, dijo a Cadena 3 que "según los informes, no serían peligrosas". "Si llegan a picar producen ronchas y hasta ampollas pero no son venenosas".
Godoy explicó que "esta invasión es a escasos metros del río Salado". "Se trata de una araña de campo que vive en el pasto y al inundarse busca lugares altos para sobrevivir", explicó.
"No se ha hecho nada para combatirlas porque es la fauna natural del suelo, pero creemos que cuando vaya bajando el agua se van a ir dispersando", aclaró.
El hecho cambió por completo el panorama del paraje "El Destino", ubicado sobre la ruta provincial 57, a 15 kilómetros de la ciudad.
Según la información brindada por InfoZona, lo que cubre todo el paisaje es la denominada "baba del diablo", que refiere a la acumulación de cantidad de hilos de telas de arañas de algunos géneros (Lycosa, Polybetes, etc.) que éstas usan para viajar llevadas por el viento.
La explicación que se le da al particular suceso son las lluvias que afectaron a la región y que serían la razón de que las arañas trepen a la cima de los árboles y usen sus telarañas para viajar con las brisas.Estábamos a casi 100 km de allí pero bien podría tratarse del mismo efecto: al estar todo cubierto por el agua, los animales se refugiaron en las zonas altas y las arañas también tienen instinto de supervivencia, solo que parece que les gustó y se quedaron allí. Realmente algo impresionante e inolvidable, sobre todo si de casualidad me llego a convertir en Spider Man…
Luego de cansarme de fotografiar y filmar arañas y telarañas, nos corrimos unos 100 metros al fondo del canal para apreciar detalles del puente y llamativamente el efecto arácnido había desaparecido: estrictamente se estacionaron sobre las partes más altas de los terrenos naturales.
Continuamos después estas peripecias siguiendo el camino a Casalins. Alcanzamos el canal 12 donde un moderno y largo puente de hormigón nos puso del lado sur del canal, donde se encuentra el paraje fantasma de La Victoria. Un sector arbolado con varias casas importantes aparentemente deshabitadas aunque no abandonadas, donde se destaca una panadería “San Roque” que a simple vista no cuadra. Pero ahí está.
Al salir del paraje La Victoria, el camino tenía un desvío a Real Audiencia que nos ahorraba unos kilómetros y lo tomamos para llegar pronto a la RP29. La idea era tener tiempo para curiosear unos puentes y una especie de represa que había visto a la pasada en viajes anteriores al cruzar el Canal 9.
Al llegar allí, ahora encontré todo inundado y lleno de pescadores, por lo cual lo que antes parecía accesible, no lo era. Un precario puente que me hubiera gustado pisar, apenas me tuve que conformar con verlo de lejos ya que estaba rodeado por el agua; no obstante al avanzar hacia la zona donde había más pescadores encontré unas interesantes compuertas por las que drenaba mucha agua. Sobre las barandas de su coronamiento, había restos de pasto que denotaban que no hace mucho directamente el agua pasó por arriba de ellas.
Lo llamativo fue que el flujo de agua salía del Canal 11 en lugar de confluir sobre el Canal 9 como se ve en los mapas. La situación no era anormal porque el dique tenía aguas abajo dispersores de energía diseñados para ese sentido de circulación. Otra cosa curiosa fueron una vías tipo Decauville (no las medí pero por ahí andaban) que recorrían el coronamiento de las compuertas y se dirigían a un precario galpón completamente cerrado. Naturalmente eran para “algo” asociado al movimiento de las compuertas, lo que pude corroborar introduciendo la cámara por un pequeño agujero de las chapas del galpón: un hermoso guinche a engranajes estaba allí adentro con aspecto de ser muy poco usado. Los mecanismos de las compuertas tampoco mostraban signos que pudieran ser movidos o peor, que hayan sido accionados recientemente.
Saciada la curiosidad, ya casi era hora de volvernos a casa pero siempre uno quiere un poco más: pese a que en los mapas no figuraba, la costa norte del Canal 9 hacia el este de la RP29 tenía una huella que me invitó a seguirla. Recordaba que pocos kilómetros más adelante debía haber un puente de una huella que provenía de Real Audiencia y quizás se pudiera llegar hasta Pila, así volvíamos por la RN02.
Primero cruzamos los pilares del puente ferroviario desmantelado, que aún permanecen en pie; luego la huella continuó clara y angosta sobre la margen del terraplén, permitiendo apreciar multitud de aves acuáticas sobre el fondo semianegado del Canal 9.
Finalmente divisamos el puente que buscaba, el cual no cruza completamente el canal, sino únicamente cubre la parte central más profunda por donde corre el agua normalmente. Como el canal estuvo anegado para llegar a él había un barrial interesante: quise ir a pie pero me ensuciaba todo, así que estimado que el piso sería firme en la aproximación al puente, pese a las advertencias de Adriana, me metí igual con la chata. Patinamos un poco, amagando encajarnos, pero Pampa 02 siempre sale de sus varaduras y me pude subir al puente a pie, el cual estaba bastante deteriorado al haberlo tapado el agua recientemente. Otro puente conquistado.
El GPS me indicaba que del lado sur había huella que conducía al camino real Pila-Casalins pero no me pareció razonable intentar cruzarlo con la chata, así que sin saber hasta dónde podría llegar opté por seguir por el lado norte con el mismo objetivo.
Así, después de unos veinte kilómetros con la incertidumbre que en cualquier momento la huella se terminaba, en el horizonte apareció la silueta de un larguísimo puente de hormigón que cruzaba el canal y que era parte del camino precitado.
Allí doblamos hacia el norte y nos encaminamos a Pila, todavía con la duda de que algún sector anegado lo impidiera, sobre todo porque no venía tráfico de frente. Por suerte nada de eso pasó, excepto que al cruzar el arroyo Cacique, el enlagunado le llegaba muy cerca pero no lo suficiente para impedir el paso.
Pasamos por el costado de Pila y nos fuimos hacia Lezama, previo cruce del río Salado por el puente El Destino. Allí pudimos apreciar lo terrible de estas inundaciones, ya que se nota que varios kilómetros de ruta estuvieron bajo las aguas y todavía aún gran parte del paraje El Destino está anegado: el Recreo que está cerca del río tenía el agua casi hasta el techo todavía.
En Lezama cargamos combustible y de paso me di una vuelta por la estación de tren para agregarla a mi colección. para completar esta travesía temática signada por lso puentes, el puente peatonal permitió unas tomas poco comunes en la mayoría de las estaciones.
Casi cayendo la tarde, desandamos la RN02 rumbo a casa después de una tarde muy entretenida, recorriendo una telaraña de puentes por el centro bonaerense. La cámara de fotos nueva creo que anduvo bastante bien, ustedes dirán.
Hasta la próxima
Pampa
Setiembre 2015