VESTIGIOS VARELENSES DEL F.C. PROVINCIAL
Domingo 11 de setiembre de 2011
Este último domingo salí a hacer mi habitual caminata matinal. Había recorrido muchas veces la traza abandonada del Ferrocarril Provincial entre Zeballos y Gobernador Monteverde, pero siempre sin cámara de fotos. Esta vez, con un teléfono medio berreta (por las dudas vio?), me propuse registrar algunas cosas que había visto.
Para empezar, no hay vías por ningún lado y se han llevado buena parte de los terraplenes. Curiosamente, mi amigo Coco, férreo defensor de los ferrocarriles, cuando era empleado municipal manejando máquinas viales, tuvo que levantar buena parte de ellos como parte de su trabajo. Contrastes del destino....
Una de las fotos que quería sacar era del Apeadero Km 40 y me quedé con las ganas. Parece que quien se adueñó del predio no le gustaba el histórico cartelito y lo sacó no hace mucho. Apenas queda a boletería, escondida tras el cañaveral. No me animé a llegarme hasta el andén para ver si aún existía.
Entre la calle Río Negro y Salvador Sallarés, el terraplén fue ocupado por un precario barrio de casitas de material, cuyos frentes quedaron mirando al terraplén; los vecinos de enfrente rescataron parte del terreno para una plaza.
El puente que pasaba por encima de la calle López Escribano, que fue derribado por un camión hace muchísimos años (nadie le avisó que con las sucesivas repavimentaciones el gálibo se había reducido), sigue arrumbado en la vereda en forma inexplicable. No sé como todavía no se lo robaron. Los únicos que lo defienden son los arbustos que le han crecido entremedio, como si fueran sus guardianes.
Entre López Escribano y las vías del Roca, todavía está el terraplén, aunque interrumpido en cada cruce de calles, donde fue retirado para permitir el paso. La “ladera” este se ha poblado con una villa de precarias casillas, el coronamiento es un basural de alto nivel y sólo la ladera oeste mantiene cierta prolijidad, frente a un barrio de casas normales.
Por último, otro sobreviviente es el bruto puente sobre las vías del Roca. Se ve que es muy grande para robarlo o desguasarlo: sólo le han retirado las vías. Con cierto temor por el entorno, igual me animé a subirme y cruzarlo, justo cuando pasaba un tren por debajo.
Y esto es todo, espero les haya gustado