Para ver correctamente usar pantalla completa

NORTE NEUQUINO DESCONOCIDO Y POCO TRANSITADO

 PARTE 1    

 

CAPITULO I: VIAJAR EN JUEVES SANTO

 

Y llegó el momento de volver a intentarlo. Unir el Paso Pichachén con el de Buta Mallín, postergado durante  casi dos años, estaba a punto de comenzar.

 

Para los que no conocen de qué se trata, largas observaciones en Google Earth  más algún dato sacado de mapas del IGM, nos empujaron a tratar de unir por un valle transversal norte-sur los pasos cordilleranos de Buta Mallín con el de Pichachén, 40 km al sur del primero.  En Semana Santa del 2006 entramos por el norte y avanzamos unos 15 km  y este año entraríamos por el sur para tratar de cerrar la vuelta. Es una zona que es un agujero en el mapa, pero por supuesto, extraordinariamente bella. En el mapa que sigue se puede apreciar de que estoy hablando.

 

 

Finalmente, después de inconvenientes de último momento, sólo dos chatas fuimos de la partida, lo que podía complicar el avance si la cosa se ponía difícil, pero que de modo alguno disminuyó el entusiasmo y la decisión de ir al frente con el objetivo.

 

Sé que había muchos más que les hubiera gustado ser de la partida y que nos hubiera gustado que lo sean, pero Semana Santa, que ofrece los días libres para viajes de este tipo, tiene un componente familiar que no siempre se puede esquivar. Esta vez los que emprendimos el viaje lo pudimos manejar así como otras veces nos tocó quedarnos afuera. Así es la vida del 4x4.....

 

La vez pasada, en el 2006,  habíamos conformado la “Comunidad de las Confluencias” con siete chatas para lograr algunos interesantes objetivos en la zona y al igual que en el libro de Tolkien, donde continuar hasta el final a “las grietas del destino” recayó en solamente dos hobbits, Frodo y Sam,  aquí, adentrarse en el Valle del Piuquenes también recayó en sólo dos “valientes” (?).

 

Guillermo Loza y sus dos hijos, Guille y Rodrigo (Montero corta V6)  junto conmigo y mi hijo Pablo (Vitara 1.6) salimos de Buenos Aires el jueves muy temprano, con destino Chos Malal, donde nos alojaríamos por la noche en la hostería Picún Ruca. Salimos a destiempo y recién nos encontramos en la Reforma, en el puente del Río Salado, en La Pampa.

 

   

Para los memoriosos este es el mismo río donde nos cansamos de embarrarnos en Pichi Mahuida, ahí se llama Curacó.

 

Para no alargar demasiado el viaje, decidimos ir la por la RP 6 desde Colonia Catriel, pasando por Rincón de los Sauces, en lugar de ir por Neuquén capital.

 

La nota curiosa fue que a unos 15 km de Colonia Catriel, en plena zona petrolera en el medio de la nada, nos encontramos un ranchito con un precario pero bien establecido vallado sobre la misma ruta que denotaba cierta antigüedad. Mientras estudiábamos cómo esquivarlo, rápidamente aparecieron unos chiquitos de no más de 12 años nos informaron que había que pagar 10$ por vehículo para poder pasar, con un estudiado verso respecto que le habían otorgado a su familia la “propiedad” de la zona, es decir la propiedad de la RP 6....

 

En fin, para no desandar más de 50 km. pagamos y asumimos las dudas de si habíamos hecho bien o mal y si esto no se repetiría más adelante indefinidamente. No nos animamos a sacar fotos.

 

Por las dudas a la vuelta no pasaríamos por ahí. Al regreso nos enteraríamos que no fuimos los únicos chorlitos......

 

El viaje, pese a los presagios de cortes de ruta y falta de combustible, no nos demandó más que alguna demora por exceso de recargas parciales de cada vez que cruzábamos una estación de servicio. Salvo en Colonia 25 de Mayo, que sólo había nafta en el ACA con muchísima cola, el resto fue normal. Tardamos 16 horas y media, notando la escasa cantidad de camiones circulando, sin duda una acertada medida.

 

Cenamos opíparamente y nos fuimos a dormir para salir temprano por la mañana.

 

CAPÍTULO II: VILU MALLIN, PASO CAYAHUE, MONCOL Y EL NAUFRAGIO EN EL PIUQUENES

 

Salimos bastante temprano hacia El Cholar por la espectacular ruta escénica que bordea en buena parte de su recorrido el río Neuquén.

 

       

El río Neuquén y la RP6 nos deleitaban a cada kilómetro

 

       

Más río Neuquén y montañas desconocidas

 

Es la misma ruta provincial 6 que ayer nos había aburrido por la zona petrolera la que ahora nos deleitaba con sus curvas y paisajes sorprendentes.

 

 

 

 

 

Al llegar a El Cholar, pintoresco pueblito con calle peatonal y todo, la dejamos por un rato para ir al paraje Vilú Mallín, que tenía el atractivo de haberlo visto por televisión hace muchos años, en la recordada “Aventura del Hombre” y porque de allí, según Mapear, habría una huella que nos llevaría “off road” a Pichachén, vadeando el Trocomán.

 

 

 

 

La entrada a El Cholar

 

 

 

 

 

 

 

 

A Vilú Mallín lo encontramos, pero la huella que arrancaba vadeando el río, si existía era sólo peatonal: un hermoso puente colgante seguía a continuación del camino vehicular y no se veían vestigios de la misma más allá. Igual valió la pena visitar ese rinconcito neuquino.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En amarillo el track que no encontramos desde el sur

   

La pasarela colgante en Vilu Mallín

 

      

Las chatas en Vilú Mallin

 

      El grupo del otro lado del Trocoman

 

 

 

 

 

 

 

En la playa del río nos llamaron la atención unas abejas "Chaqueta Amarilla", de las cuales había escuchado respecto a su voracidad con la carne cruda. Aquí las pudimos ver en acción devorándose visa a una pobre langosta que luchó por rajarse hasta que pudo. menos mal que no se la agarran con los humanos (creo...)

 

 

 

 

 

 

Desandamos los 15 km que nos separaban de El Cholar y retomamos la RP 6, cubiertos por alucinantes cielos neuquinos.

 

       

Cuando cruzamos el puente del Trocomán vemos al frente una huella zigzagueante bastante abandonada, que subía hasta el cielo; despues de ver las fotos anteriores daban ganas de ir

 

La vieja traza de la ruta a Pichachén se dibujaba en la montaña

 

 

Según viejos los mapas del IGM era la antigua ruta a Pichachén, recorrida originalmente por el padre Bernardo Havedstat, quien fue el que bautizó a este territorio cono “Nudquen”, después devenido en Neuquén.

 

Lo que veíamos era la famosa “Subida del Trocoman” , más adelante nos esperaría el Paso Cayahue sobre el río Ñireco y luego de la Bajada Polcoco, el último tramo de la RP6 antes de llegar a Moncol. Era un perfecto bypass offroad para irnos preparando para el Piuquenes, así que doble baja, segunda y para arriba ¡!!!!!

 

Subida muy pero muy empinada “mejorada” por el desuso, de las que da gusto manejar; aunque no pudiéramos seguir mucho más allá por algún motivo, valía la pena recorrerla.

 

 

Al llegar arriba, una extensa y extraña planicie con una  muy antigua y serpenteante huella invitaba a seguirla: un track de Mapear coincidía con ella y lo seguimos.  Huellas recientes no había.....

 

       

 

Al rato apareció una bifurcación que era la otra punta de la que no encontramos en Vilú Mallín, pero no la investigamos. Seguimos hacia el oeste y de pronto…. una maldita tranquera con candado !!!. Mientras mascullábamos la bronca de tener que volver, una atenta mirada al alambrado, mostraba que parte de él era “removible” sin violencia y que había viejas huellas que lo atravesaban, así que decidimos hacer uso de la opción, previas fotos del estado del mismo, por si acaso. Evidentemente se había perdido la llave y ahora se pasaba así. El riesgo era desandar todo el camino si la tranquera de salida también estaba cerrada y lo íbamos a correr.......

 

 

SIGUE EN PARTE 2 ===>