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NORTE NEUQUINO DESCONOCIDO Y POCO TRANSITADO
PARTE 4
CAPITULO IV: BUTALON NORTE, VARVARCO, AGUAS CALIENTES, VADO DE LAS ARVEJAS Y CAJON DE LOS NEVADOS
Plazoleta de Los Mineros en Andacollo
Muy temprano al final no salimos porque estábamos bastante cansados, no obstante antes de las 10 de la mañana estábamos en camino a Huinganco, ya que habíamos decidido llegar a Varvarco por la RP 39, pasando por Butalón Norte. Sabíamos que iba a estar fea para transitar, pero además del interés por conocerla, cambiábamos tráfico por piso malo, ya que por la RP 43 había mucho tránsito: todo el mundo iba a Aguas Calientes. La elección no pudo ser mejor. Los paisajes y la traza de esa ruta, no muy apta para autos bajos son sensacionales.
Por muchos pasajes, el caudaloso Neuquén, enturbiado por el Varvarco, parece un hilito de agua desde lo alto y los colores de las montañas, combinados con el verde amarillo de los álamos y el rojo de las rosas mosqueta te maravillan paso a paso.
No los voy a aburrir con más relatos hasta Varvarco, hagamos de cuenta que están viajando, las fotos están en orden cronológico. Así que pongan la música que les gusta y manejen........
Huinganco Un vadeito La RP 39.... Más RP 39 Paisajes Río Neuquén Mas paisajes Más río Neuquén Más río Neuquén Álamos multicolores Más río Neuquén
Sauces llorones La pasarela de Butalón Norte Más RP 39 Más río Neuquen
Cerca de Varvarco
Casi sin darnos cuentas, llegamos a Varvarco, donde lo primero que hicimos fue averiguar si el camino a la laguna Varvarco Tapia por el Vado de las Arvejas estaba habilitado. Al confirmarnos en la Oficina de Turismo que días atrás dos chatas habían pasado, ni lo pensamos: Allá vamos !!!! - exclamamos al unísono
Llegamos a Varvarco
Recorriendo el recontraserpenteante camino a Aguas Calientes y vigilados por el hermoso Volcán Domuyo, pasamos por el increíble Cajón del Atreuco, viendo curiosas formaciones rocosas a cada paso. hasta un barco en el Atreuco....
El Domuyo domina la escena desde todos los ángulos
El Cajón del Atreuco desde arriba
Un barco varado en el Atreuco?
El Cajón del Atreuco desde abajo
Curiosas formaciones rocosas en el camino.
Un perfecto agujerito en la montaña.
El camino a Aguas Calientes es un sueño (es para autos normales).
Otra vista del camino a Aguas Calientes.
Otras curiosas formaciones rocosas.
Por muchos kilómetros el camino es así.
La arboleda que enmarca la entrada a la villa de Aguas Calientes.
Y llegamos a las termas un poco después del mediodía, por lo que aprovechamos la sombra de la arboleda de la villa para almorzar y en mi caso, hacer un breve baño termal, antes de retomar el camino hacia Ailinco.
Llegamos a Aguas Calientes y almorzamos a la sombrita.....
Una extraña criatura en el pozón del arroyo termal.....
Una ducha caliente.
La extraña criatura tenía cría.....
Algas hervidas.
Después de Aguas Calientes el camino va empeorando de a poco, aparece Ailinco con su solitaria capilla y un arreo interminable de chivos y ovejas nos detiene un rato.
Tanto habíamos escuchado del Vado de las Arvejas, que no veíamos la hora de estar frente a él. Al final nos enfrentamos cara a cara.
El Varvarco es un río bastante correntoso, pero por relatos anteriores lo agarramos más débil; la duda te asalta porque las aguas son turbias y lechosas y no ves lo que puede haber adentro. Con la velocidad que trae el agua una piedra grande como el diferencial puede ir rodando sin problemas y cruzarse sin avisar.
Por suerte (o no) como el caudal del río Varvarco no era extremadamente alto, permitió hacer un relevamiento a pie para chequear si no había grandes piedras ocultas o pozones.
Y nos largamos a cruzar.............
Y finalmente pasamos sin problemas con el agua apenas por encima de la mitad de la rueda, aunque tomamos todos los recaudos por las dudas (eslingas puestas, malacates listos para usar, etc.).
Misión cumplida
El camino que sigue es evidentemente poco transitado y está muy deteriorado. Sin duda que después de cada deshielo requiere bastante mantenimiento ya que está lleno de lugares donde deslizamientos de piedras y barro obstruyen indefectiblemente el paso y no creo que con chatas se puedan salvar. Vimos un alud de barro solidificado impresionante, como si fuese lava volcánica. Si llueve un poco seguro que hay que peludear.
Aspecto del camino, con quebradas que recuerdan aludes de deshielo
Como se ve desde a quebrada
Una impresionante lengua de barro y piedras cruza el camino
Se puede ver desde donde se deslizó
La RP 39 y su infraestructura vial
Llegamos a Varvarco Tapia y ahí nos entró la duda de seguir ciegamente a Mapear o rodear la laguna por el norte. No nos gustaba la idea de volver a vadear el Varvarco por una huella inexistente siendo el último día de travesía efectiva como marcaba el GPS. Fuimos a los seguro y pasamos por el modesto Puesto de Gendarmería de Los Cerrillos para luego empezar a recorrer el Camino al cajón de los Nevados.
Postales de la laguna Varvarco Tapia
Puesto de Gendarmería Nacional "Los Cerrillos"
Este paso cordillerano del Cajón de Los Nevados, creo el más alto de la Patagonia, es muy pero muy bueno. La descripción que hace Eduardo Cinícola en sus relatos, cuando habla del “Cul de Sac” cuando uno va adentrándose en el cerrado valle y parece que no habrá de donde salir, vino enseguida a mi memoria. Como siempre, sus recomendaciones de lugares a visitar no tienen desperdicio. Es más, recorrerla desde el Google Earth, ya está bueno.......
Portal de acceso al paso
Cuando se llega al "Cul de Sac" empieza la zigzagueante subida
Los últimos caracoles son un caminito borroso entre lajas, a 2800 msnm
Punto más alto, a poco más de 2800 msnm
La trepada hasta los 2800 y pico metros zigzagueando entre pederegales con el verde y cerrado cajón a nuestros pies es magnífica. Creo que es de los caminos off road que uno debe tener en su haber. No quiero pensar lo que debe ser cuando la nieve y el deshielo se adueñan de él.
Vistas de los "pequeños" cerros de más de 3500 msnm, que están "ahí"
Una lagunita perdida, que con más tiempo tal vez hubiera sido lindo ir.
Pasada el abra de máxima altura, el descenso no es menos espectacular, ahora sí por el famoso Cajón de los Nevados, donde uno cruza el arroyo homónimo como mil veces en busca del reino del río Barrancas. Un tajo en la Cordillera del Viento para que se pueda pasar, deleita con sus paisajes.
Ahí yo suponía que se terminaba el atractivo y que sólo había un largo y aburrido enlace a Barrancas. Error: la ruta (en algunos tramos llega a esa categoría), que bordea el río por el sur es nuevamente espectacular; por los paisajes y por el trazado. Posiblemente como todos la consideramos una ruta de enlace a este paso y a Pampa del Rayo, pasa a segundo plano, pero no lo merece. Vean...
Esta llena de curvas que faldean la cordillera del Viento, por momentos casi en el cauce y por otros tan alto, que el río parece un hilito de agua. Aparecen formaciones rocosas muy curiosas, verdes mallines, la laguna Carilaufquen, tamariscos multicolores y afluentes caudalosos que hicieron lamentar que nos termine envolviendo la oscuridad.
Parece cepillada con máquinas herramienta.
Tamariscos multicolores
Llegamos a Barrancas con muchas ganas de descansar y cenar, pero no tuvimos éxito: no había un solo lugar disponible, por lo que nos corrimos a Buta Ranquil.
Allí conseguimos lugar para todos después de recorrer varios lugares y cenamos tranquilamente para estar descansados para el regreso.
Lo malo fue lo que nos cobraron en la Residencial del Viento donde nos alojamos: a razón de 100$ por cabeza y eso que en una de las piezas nos dieron un colchón porque no había cama. Evidentemente se aprovecharon de nosotros, por lo que enfáticamente recomiendo hacerle la cruz: la próxima vez le armo la carpa en la puerta.
El cartel para que recuerden la recomendación
CAPITULO V: EL REGRESO
A las seis de la mañana emprendimos el largo camino a casa, con la perspectiva de que sea más largo por los cortes de ruta y falta de combustible que los noticieros anunciaban. Felizmente nada de eso ocurrió porque siempre conseguimos nafta y en las rotondas donde productores rurales estaban concentrados, nos dejaron pasar sin problemas. Guillermo se desvió a Pigüé para dejar más cerca de Bahía Blanca a uno de sus hijos y llegó a Buenos Aires sin problemas.
Yo también viajé sin problemas (fue acertado que no circularan camiones por las rutas), pero a unos 10 km de mi casa, cerca de Buchanan sobre la RP53, un piquete que se quejaba porque no le habían reparado las líneas eléctricas que el temporal del viernes destrozó, me dejó varado.
Ahí fue donde tuve que hacer la parte más peligrosa de la travesía: me mandé por los caminos rurales embarrados y oscuros, sólo, sin GPS (los mapas de Bs.As. no los había cargado por falta de memoria), con árboles, postes y cables caídos por todos lados y lo peor por una zona suburbana que no me tranquilizaba para nada. Por suerte, no pasó nada y a las 22:30 estábamos en casa después de 3224 kilómetros bien usados. El Norte de Neuquén no falla nunca.
Pampa, Marzo 2008