Araujo > Carhué vía Buenos Aires Midland Railway:
Haciendo realidad un sueño

1 y 2 de Mayo de 2014

                Antes que nada me presento: mi nombre es David Heidel, estoy casado con Andrea, tenemos una bella Malenita de 5 años, vivo en San Miguel, Bs.As.  y soy inquieto y curioso por naturaleza.

            Esa inquietud me llevó a buscar y a conocer gente que compartía el mismo espíritu aventurero, como por ejemplo Ale Tumanoff (gracias a él me metí en el cicloturismo) o Sergio Zerega, el cual me invitó a realizar este relato para publicar en su tan admirado sitio. Y fue ahí, justamente, donde hace menos de dos años, al leer las andanzas del Pampa, me dije: “che, yo quiero hacer eso también!”, y así fue que terminé vendiendo mi auto y comprando una camioneta con doble tracción, herramienta casi indispensable para esta clase de aventuras… Bueno, ése soy yo.

            Por otro lado tenemos al Bs.As. Midland Railway, o FFCC Midland, o simplemente FCM, ese misterioso  -para mí- ferrocarril que nació gracias a Enrique Lavalle, el cual solicitó la concesión allá por 1903 para un ferrocarril de trocha angosta que uniera Barracas al Sud con Carhué, partido de Adolfo Alsina, y que tuvo como ideólogo del proyecto a Eduardo Casey. La construcción comenzó en 1907 y el tendido de vías llegó a Carhué en 1911. El último tren corrió en el invierno de 1977 y luego se levantaron las vías, pero casi todas las estaciones y los pueblos, quedaron ahí.

            No voy a contar acá toda la historia del Midland, ya que hay bastante info dando vueltas para el que quiera investigar… La cuestión es que por alguna razón este FFCC me atrajo desde que lo conocí, tiene cierto toque romántico o misterioso que me cautivó desde el principio. Por eso es que, en el momento en que me propuse comprar una camioneta para vivir aventuras al estilo Pampa, me propuse que mi debut en este tipo de aventuras sería durante un viaje recorriendo la traza del Midland y así fue, nomás: el debut oficial de mi Grand Vitara fue recorriendo parte del Midland, y ésta es la crónica de ese viaje, realizado entre el 1 y 2 de Mayo de 2014. Pasen y vean.

 
El recorrido Araujo>Carhué en Wikiloc


Horarios Midland en una guía Peuser de 1948

Para dibujar el recorrido de esta  salida me inspiré (en parte me copié) en el Sin Asfalto II, del Pampa, pero en lugar de bajar por el FCS, como hizo él, viajamos a Carhué por el Midland.

La idea era comenzar la aventura en Araujo, partido de 25 de Mayo, seguir la traza del FCM hasta Carhué, parando en todas las estaciones, pernoctar allí y al otro día visitar los restos de Villa Epecuén, continuar hasta Salliqueló y luego volver por el CGBA ramal Victorino de la Plaza > Patricios, o sea que el segundo día era copia fiel del recorrido del Pampa. En cuanto a los participantes, estuve así de cerca de tener de compañero al Pampa pero no pudo ser, así que los viajeros fuimos mis amigos Manuel Vera, Sergio Achaval, Ale Scianca y quien escribe, todos a bordo de mi GV y, por supuesto, todos absolutamente neófitos en estos asuntos de off road, con cero experiencia pero muchas ganas. Así que el jueves 2/05/14 a las 4:00 de la matina nos largamos a la ruta.

Enlace a Bragado

Según mis cálculos, para completar los casi 400 km del primer día de aventura y aprovechar a full la luz diurna, era necesario estar exactamente a las 7:00 en Araujo, luego viajar a un promedio de 60/65 km/h y parar en cada estación o lugar, como máximo, 15 minutos. Hasta me hice una planilla excell con los horarios y todo, bastante maniático el hombre… Además hacía dos semanas que iba estudiando día a día el clima en toda la zona y sólo había llovido un poco en día anterior.

Salimos, entonces, unos minutos después de las 4:00 de mi casa, en San Miguel, viajamos tranquilos y más o menos a las 6:45, luego de llenar el tanque en Alberti, dejamos la RN5 hacia el sudeste por la RP46 para, luego de atravesar mucha niebla y comernos tremendos pozos, doblar a la derecha casi sobre el terraplén del Midland, llegando a Araujo a las 7:10, cuando recién estaba comenzando a clarear el alba.

Apenas dejamos la RP46 el panorama fue muy poco halagüeño: no se veía nada y lo que se supone que era el camino no estaba con barro, ¡estaba directamente semi tapado por el agua!


Primeros albores del día, en la R46


Los 50 metros iniciales de nuestros 400 km. Paisaje muy poco alentador…

#1 – Araujo

                A las 7:15 ya estábamos en la primera estación de nuestro recorrido: Araujo. La idea del viaje era meternos en todas las estaciones que pudiéramos para chusmear y fotografiarlas, pero en ésta la cosa estaba complicadísima: considerando que todavía faltaba un rato para amanecer, que la estación parecía ser una vivienda (y a esa hora los lugareños nos sacarían a escopetazos), y que para llegar a la estación había que cruzar una laguna, nos quedamos con las ganas y tomamos sólo un par de fotos desde el camino. La verdad es que daba un no sé qué estar ahí a esa hora de la alborada, rompiendo la paz y arriesgándonos a molestar a la poca gente que vive en Araujo, así que partimos raudamente, sin colocar por ahora la doble tracción…


Calle principal de Araujo a las 7:15, mucha agua y pocos botes


Agua, nomenclador, y estación al fondo (tranquilos, que ya amanece y las fotos mejoran…)

 
El amigo Manuel a la vera del camino y la GV al fondo, metiéndole ruido a la madrugada de Araujo


Club Atlético Independiente de Araujo

Enlace Araujo > Ortiz de Rozas

                Salimos de Araujo por el camino que corre sobre el ex terraplén, esquivando grandes charcos y yo comenzando a preocuparme, porque según mis cálculos o investigaciones había llovido un poco por esta zona, pero no se suponía que fuera un pantano…

                La cosa es que antes de haber recorrido 2 km de nuestra gran y muy esperada travesía, encaré por donde no debía una huella con lomo en el medio y de repente sentí que la chata se frenaba y quedaba sin tracción… ¿Qué catzo pasó…? Pasó que quedé perfectamente colgado, con las 4 patitas en el aire… La huella había sido más profunda, el lomo central más alto, la chata más baja y el piloto más inexperto de lo que yo pensaba. Si metemos todos esos ingredientes en una coctelera, obtendremos una GV suspendida en el aire y 4 pavotes rascándose la cabeza, pensando cómo diablos salir del atolladero…

                Cuando el amable lector vea las fotos de dónde me quedé atorado, estará de acuerdo conmigo en que me faltan miles de horas de offroad, porque éste fue un error del nivel que está antes de Principiante. Pero bueno, así se aprende y no me iba a achicar por unos charquitos, no…?

                Al analizar cómo la sacaría de ahí, y a considerar las herramientas disponibles, me di cuenta de que además de piloto inexperto, también fui inexperto a la hora de equiparme para la salida, porque no tenía pala, ni eslinga, ni tacos de madera, ni botas para el barro, ni nada de nada, sólo contaba con el crique original de la chata y mi imaginación.

            Utilizando pues el crique logré que haga algo de pie en el blando terreno y pude levantarla de atrás, de un lado, y le metimos un tronco que encontró nuestro “Niño Explorador” Ale. Eso más unos palos ayudaron a rellenar una de las zanjas hasta que la GV volvió a traccionar y la sacamos hacia atrás, para volver a encarar, pero esta vez por donde se debía, y así zafamos del aprieto. ¡Gran comienzo de día, la aventura estaba asegurada (?)!


La huellita traicionera (foto sacada después de librarnos de ella)


Chata en el aire, chofer nabo comprobando la no-tracción del asunto…


El Deivid dando cátedra: “…y así es como se hace para empantanarse, ¿entendieron?”

 

Detalle del tronquerío usado para levantar un toque la chata


 Y salimos nomás. Manu con cara de héroe, aunque no hizo casi nada… Así quedó la huellita luego de haber salido, nótese las marcas de la colgadura.

                Luego de eso continuamos con nuestro derrotero, ya con la doble colocada y teniendo mucho cuidado para no volver a quedar atrapados. ¿El camino? Agua y más agua, agua a los costados, agua  en el camino, en los campos adyacentes… Parecía el Delta. Por suerte el suelo es firme, casi todo arenoso, lo que nos permitió vadear sin problemas las muchas lagunas que tuvimos que cruzar.


Agua en el camino


Agua en los campos adyacentes


Tímidamente iba saliendo el sol (agua hasta en los alambrados)


Un alto en el humedal


Una más del húmedo paisaje]


Al fin salió el sol, y nosotros dejamos la huella y salimos a un arenoso camino General, que va derecho a…

 

# 2 – Ortiz de Rozas

                A las 8:30, casi una hora después de lo previsto, llegamos al paraje Ortiz de Rozas, partido de 25 de Mayo. Este lugar tiene bien puesto el título de “paraje”, ya que aparte de la estación con sus galpones, no hay pueblo ni más casas. La estación está habitada y leí por ahí que su dueño tiene en la misma una especie de mini museo. Nosotros no vimos a nadie para preguntar y no nos animamos a entrar, así que sacamos algunas fotos desde la calle y seguimos viaje.


Típico cartel de la DVBA


Estación Ortiz de Rozas desde el camino


Calle céntrica de O.de R.


Volviendo a la huella en la luminosa mañana


Curioso cartel que marca el límite entre 25 de Mayo y 9 de Julio


Detalle en el cartel: IM de 25 de Mayo – 1941 ¿Qué significará el “IM”?

# 3 – Morea

             Arribamos a Morea (partido de 9 de Julio) a las 9:20, nos habíamos salteado, para recuperar algo de tiempo, los restos del apeadero Empalme Ingeniero de Madrid, donde se cruzan el FCM con el FCPBA. Del apeadero sólo quedan escombros.

                Morea es un pequeño y apacible pueblito, el primer lugar del viaje donde hallamos algo de vida, así que nos gustó mucho encontrar una mini estación de servicio donde cargar agua para el mate y comprar unos buenos bizcochos. La estación está convertida en Jardín de Infantes, reformada del lado del andén aunque en ese sector bastante descuidada, con pastizales que llegan hasta la cintura. Además, había una cantidad de mosquitos impresionante, lo cual se iba a repetir casi todo el día…


Soleadas calles de Morea


Prolijo boulevard principal de Morea


Estación de servicio salvadora, agua caliente y bizcochos asegurados


Estación desde la calle, ahora Jardín de Infantes


Estación Morea desde adentro: remodelación y bastante descuido


Manu y Ale en encarnizada pero desigual lucha contra los zancudos…


Los baños y lo que queda del nomenclador

# 4 – Dudignac

                Algo antes de las 10:00 estábamos en Dudignac, partido de 9 de Julio. Según Wikipedia, tiene algo menos de 2700 habitantes. Dudignac es otro típico pueblo del interior de Bs.As., con sus calles tranquilas y limpias. La estación está reformada de manera muy parecida a la de Morea y convertida en Escuela Agrícola. La recorrimos rápidamente, tratando de recuperar los minutos perdidos, y continuamos nuestro viaje.


Calle céntrica de Dudignac


La estación/escuela del lado de la calle

Del lado del andén, con reformas. Al fondo el tanque de agua.


Detalle FCM en los sólidos caños de desagüe.


Uno de los galpones, decorado para la expo llevada a cabo a finales de 2013


Había varias máquinas agrícolas adornando los alrededores de la ex estación. Al fondo, la GV espera.


Camino a Santos Unzué, nos cruzamos con una caravana de máquinas agrícolas que nos hizo
 perder bastante tiempo, porque no había suficiente espacio para pasarlas…

 # 5 – Santos Unzué

                Llegamos a la “población rural dispersa”  (según la clasificación del último censo del Indec) Santos Unzué, seguimos en el partido de 9 de Julio. Eran las 10:40 y seguíamos con una hora de atraso con respecto al plan, la cuestión de pasar las máquinas agrícolas nos había hecho perder el poco tiempo que habíamos ganado, pero bueno, no me preocupaba demasiado.

            Santos Unzué es apenas un paraje, hay algunas casas dispersas pero no mucho más. La estación está intacta y habitada, pero no encontramos a nadie y, como estaba todo abierto, nos mandamos para explorar  y sacar fotos.


La estación desde la calle


Vista desde adentro, notar que está casi impecable


El típico nombre en el alero, propio de este tipo de estaciones del FCM


Los baños, ahora sí con el nomenclador completo


Solitario pero enterísimo galpón 

# 6 – Corbett

                Corbett es otro paraje muy parecido al anterior, creo que con menos casas aún, la estación está habitada y en cuando pasamos estaba cerrada, así que no nos animamos a meternos, por lo que nos quedamos sin fotos de cerca. Pero Corbett tiene una perlita, que es el ex Almacén y Hotel abandonado que hay en frente de la estación y que perteneció a la familia Corbett, donde se dice que se alojaban los viajeros que llegaban en tren cuando los caminos a la Estancia estaban intransitables. A este lugar lo teníamos marcado para visitar y era uno de los platos fuertes del día, así que allá fuimos, a disfrutar de una de las cosas que más nos gustan: explorar lugares abandonados.

                El edificio está abierto y no dudamos en entrar. Lamentablemente está bastante vandalizado, pero quedan en su interior restos del mobiliario. Recorrimos casi toda la planta baja y el fondo, donde hay una pileta circular, un gran galpón adosado, restos de un horno de barro y varias cosas más…

                Dimos vuelta al edificio y entramos en lo que fue el Almacén, que conserva mostradores, estanterías y hasta una heladera. Mientras estábamos ahí, foto va, foto viene, de repente escuchamos un sonido muy extraño, que parecía venir del cuarto contiguo, era como un chillido o seseo, que lo primero que me recordó fue a cuando se libera aire comprimido, un ssssssss ssssssss muy raro! Nos miramos como esperando ver quién sería el valiente en ir a investigar, pero nadie se movía, je… El lugar estaba bastante obscuro, pero cuando aguzamos la vista notamos que algo se movía arriba de una de las estanterías… Al acercarnos más el ruido aumentó en intensidad y vimos asomarse por el borde de la estantería a cuatro inquietantes cabezas peludas y muy blancas, con grandes y redondos ojos oscuros, “narices” extrañas y bocas diminutas… Piel de gallina! ¿Qué son esos bichos raros? Bueno, resultaron ser cuatro hermosos pichones de lechuzas de campanario, los cuales chillaban ante el peligro de nuestra invasión. Les sacamos fotos y los dejamos en paz. Muy hermosos animalitos, lástima que no vimos a los padres.


Estación Corbett desde lejos


El Hotel/Almacén de Corbett


Desde otro ángulo


La entrada principal


Una de las habitaciones


La entrada posterior del edificio y el patio trasero; la construcción que se ve al fondo era la pileta


Ex horno de barro, plantas de jardín que ya nadie cuida y gente husmeando


Gran galpón al que no pudimos ingresar. Nótese la reforma que sufrió quién sabe cuándo…


Ex Almacén, vean el mobiliario, la heladera, la nostalgia... ----  El último comensal, apurando el último trago de tinto


Los bellos pichones de lechuzas que nos hicieron pegar un interesante julepe. Las fotos no son buenas, no queríamos molestarlos…


Una más de los actuales moradores del Almacén

# 7 – Ordoqui

                A las 11:50 (el retraso de una hora se mantenía), llegamos a Ordoqui, partido de Carlos Casares. Según el último censo, cuenta con 174 habitantes. En los alrededores de la estación hay unas cuantas casas y mucha calma, de esa que no se encuentra en la ciudad. La estación está bien mantenida y fue convertida en Centro Cultural y Biblioteca, cuando pasamos estaba cerrada pero había varios niños navegando por Internet con sus notebooks afuera, aprovechando el WI-FI.

Cuando íbamos saliendo de Ordoqui nos llamó la atención una fábrica o establecimiento abandonado y, cómo no, nos fuimos a explorar el asunto, sacamos fotos, nos metimos por los recovecos y nos fuimos. Investigando luego, nos enteramos que fue una cremería.


“Apártense vacas, que la vida es corta!” (Aureliano Segundo en Cien Años de Soledad)


La ex estación de Ordoqui desde la calle. Notar los niños navegando por Internet a la sombrita


La estación ahora es Centro Cultural


Estemm… A ver si pagamos la cuota, no? Miren que el pueblo es chico y no queremos dar nombres…!


Estación Ordoqui


Ordoqui en el alero


Los baños y el nomenclador


Galpón bellamente decorado


Calle céntrica de Ordoqui


La cremería abandonada


Ruinas de la cremería I


Ruinas II y Ruinas III


Máquina que quién sabe qué hacía… y un viejo galpón

  8 – Hortensia

                Hortensia tiene 224 habitantes, aunque llegó a tener más de 1800 antes de 1930, la cantidad de grandes y antiguos edificios da cuenta de ello. La estación es ahora un jardín de infantes, la puerta estaba con candado, así que no pudimos entrar a fotografiarla de cerca.

                Pasamos raudamente por Hortensia, tratando de ganar algo de tiempo.


Llegamos a Hortensia


Antigua esquina  y muchos edificios muy viejos, en Hortensia


Tranquilo boulevard


Estación, ahora Jardín de Infantes


En Hortensia hay gigantescos galpones ferroviarios, se nota que hubo muchísimo movimiento aquí, hace mucho tiempo

 # 9 – Herrera Vegas

                Cuando llegamos a Herrera Vegas, partido de Hipólito Yrigoyen, ya eran las 12:45, por lo que el hambre arreciaba a los viajeros, y el objetivo era almorzar en Henderson, así que casi ni paramos en Herrera Vegas. La estación también es un Jardín de Infantes y también estaba cerrada, por lo que nos conformamos con fotos de lejos.

                Nos llamó mucho la atención una fila de casas que están en frente del cuadro de la estación, todas iguales y con una arquitectura muy curiosa.


Estación, ahora Jardín de Infantes


La altura máxima en las calles de Herrera Vegas


Casas raras I


Casas raras II


Cartel del pueblo, sobre la R226


Manu y Ale, foteando el cartel


A punto de cruzar la ruta 226

# 10 – María Lucila

                    María Lucila, según el último censo, también es una “población rural dispersa”, por lo que no sabemos cuántos habitantes tiene, aunque, a juzgar por lo que vimos, creo que la población se reduce a la familia que vive en la estación, porque no vimos a nadie más, ni casas que estén habitadas…

                    Por suerte cuando estábamos mirando de afuera y ya pensando en seguir, llegó una F100 con parte de la familia, así que enviamos a nuestro vocero oficial y Responsable de Parlamento del viaje, o sea Sergio Achaval, el cual cumplió con creces su trabajo y consiguió el permiso de la señora, por lo que pudimos entrar a ver y fotografiar todo. Las malas lenguas dicen que si lo dejábamos hablar un rato más, se volvía con la escritura firmada…


GV en María Lucila, mientras atrás estaba parlamentando nuestro enviado


Estación María Lucila


Como casi siempre, el nombre en el alero


Baños y nomenclador

# 11 – Henderson

                Al fin llegamos a Henderson, bella ciudad con casi 9000 habitantes, cabecera del partido de Hipólito Yrigoyen. Llegamos a las 13:45 y Henderson estaba casi desierto, nos costó bastante pero al fin dimos con una rotisería abierta, donde nos comimos unos triples de jamón y queso y nos llevamos una docena de empanadas fritas que supieron a gloria…

                Fuimos a conocer la estación, ahora convertida en una sede del Programa de Responsabilidad Social Compartida “Envión”, dimos un par de vueltas y partimos, disfrutando en el camino de nuestras riquísimas empanadas.


Estación Henderson


Henderson en el alero


Ex estación, ahora sede de Envión


Postales de Henderson


Postales II (ok, las fotos son chotas, es que teníamos  más hambre que arte…)


La rotisería de mi tocayo nos proporcionó el almuerzo

# 12 – Coraceros

                Al ratito nomás estábamos en Coraceros, que queda a escasos 6,5 km de Henderson. Coraceros es apenas un paraje rural, sólo teníamos para chusmear la estación, que está transformada en Escuela Agrícola. Como el portón estaba abierto nos mandamos con chata y todo, adentro sólo estaba un albañil que estaba terminando un duplicado exacto del baño original del FCM. Gran trabajo se estaba mandando, pese a que los materiales, medidas de ladrillos y demás ya no son los mismos que en 1911, como nos explicó.

                Recorrimos la estación escuela, sacamos fotos, nos despedimos del amable artista y seguimos.


Entrando a la Escuela donde era la Estación Coraceros


El alero nomenclador


Esta vez entramos con la chata casi hasta el andén


A la derecha el baño original, a la izquierda el clon


Y con ustedes el artista que ejecutó la obra, no recuerdo el nombre lamentablemente

 # 13 – Enrique Lavalle

                Enrique Lavalle es otro paraje rural, donde sólo queda la estación y nada más. Está habitada pero no vimos a nadie para pedir permiso, por lo que en seguida continuamos nuestro viaje hacia el sudoeste de la provincia.


Llegando al paraje Enrique Lavalle


Estación desde el camino


Con un poco de zoom pudimos fotografiar el alero-nomenclador

# 14 – Coronel Freyre

                Bueno, si Enrique Lavalle era un paraje, ¿cómo llamamos a Freyre, donde hay menos vida aún…? En Freyre (partido de Daireaux) sólo está la estación, convertida en Escuela Rural. En este lugar sentí toda la soledad de la pampa húmeda, qué increíble que haya una estación de tren en medio de la nada misma…

                La puerta estaba abierta y nos mandamos a sacar unas fotos de la escuelita, que estaba bien prolija. Eran las 15:10 de la tarde, y más de un viajero aprovechaba los enlaces para dormir la siesta.


Estación Freyre desde la calle


El cartel de la Escuelita


La estación desde el andén


Alero nomenclador


Andén, galpón y tanque de agua al fondo


Baños con nomenclador


Piloto suplente al volante de la GV

Enlace Freyre > Andant

                Recordando el acuático comienzo del viaje, esa mañana, y luego de haber recorrido alrededor de 200 km de sequedad, sin novedades húmedas, yo ya pensaba que por hoy no tendría más problemas de ese tipo, hasta que doblando una curva…


…Apareció esto: una gigantesca laguna que se interponía entre nosotros y el otro lado del camino

                A tragar saliva… Se me llenó el que te dije de preguntas, recuerden que todos éramos un nivel menos que novatos en esto… Agarré el GPS para chequear alguna alternativa pero nada, no había nada cercano, así que mandamos a nuestro Niño Explorador a cruzar el charquito y, ante la señal de OK convenida, nos largamos con los dientes apretados. Si nos quedamos acá no nos saca ni Pampa 02, pensaba yo...


Niño Explorador Ale en su labor


GV en acción, no sabía si tenía que pasar rápido, despacio, con las vueltas a fondo, básicamente no tenía ni idea, jeje…


Acá está el video obtenido por Sergio (sí, él me vendió la GV), que venía colgado atrás.
Nótese mi cara de adrenalina (cagazo, bah) a lo último.

                La cosa es que no era profundo y el suelo estaba bastante firme, y llegamos al otro lado sin problemas. Si lo ve algún experimentado offroader se me ríe en la cara, pero para nosotros fue como cruzar el océano…

Nota del editor: Felicitaciones David, con el diario del lunes es fácil pero no todos se animan a algo así!!!

# 15 – Andant

                Luego del susto náutico, llegamos a Andant, 42 habitantes, partido de Daireaux. Andant es un pequeño pero pintoresco pueblito. La estación está habitada y pedimos permiso a sus moradores para visitarla y nos lo dieron, con un poco de mala cara pero créanme que los entiendo, ¿a quién le gusta dejar entrar a cuatro tipos a su casa a mirar todo y sacar fotos…? La estación está, como casi todas las de este tramo, en buenas condiciones.


Plazoleta en Andant


La GV estacionada en la estación, vean qué bello edificio el de atrás, dicen que fue un almacén


Estación-amiento Andant


Cómo me gustan estos aleros


Baños con nomenclador


Galpón y tanque de agua de ant

                A menos de 2 km de Andant  había otro punto interesante: el cruce del FCM sobre el Rosario a Puerto Belgrano. El puente del Midland ya no está, pero están los pilares y las vías del FCRPB, paramos a alimentar mosquitos y a sacar algunas fotos y seguimos. Ya eran las 16:00 hs.


Bajando del terraplén del FCM


Las vías del FCRPB cruzando el camino


Pilares del puente del FCM


Detalle de un pilar

 Enlace Andant > Casey

                El viaje de casi 25 km entre Andant y Casey resultó ser lo más complicado del día. Un par de kms después del cruce con el FCRPB la cosa se puso fea, al menos para mi punto de vista de principiante. De repente empezó a haber agua y más agua, hubo que andar en doble tracción, hubo que parar muchas veces a analizar los obstáculos, tuve que apretar mucho los dientes y aprender a los golpes a pilotear en barro arenoso y a elegir técnicas para vadear las muchas lagunas que hubo que sortear. Como dije antes, para el experto offroader estos obstáculos seguramente serían un juego de niños, pero en mi caso era debutante y andaba sólo, así que en este tramo corté clavos a lo loco…


Allá adelante empezaban los problemas


El piloto buscando inexistentes alternativas en el GPS (Sí, uso el GPS de la bici…)


Agua 1


Agua 2


Agua 3


Agua 4


Éste fue el más jodido, incluía curva  a la izquierda, también anegado


El mismo lugar en video. Sí, ya sé, era una boludez, pero yo lo supe únicamente después de haberlo pasado…!

 # 16 – Casey

                Llegamos a Casey a las 16:45, el cual es otro paraje rural, donde hay unas pocas casas, un edificio que parecía haber sido un gran almacén, con pintadas políticas de la época de la tercera presidencia de Perón, y donde la estación está convertida en una prolija escuela de agronomía. Chusmeamos un poco, tomamos fotos y salimos a toda velocidad, ya que desde Casey el camino estaba en excelente estado y era muy transitado, o sea que pudimos experimentar el tremendo vértigo de viajar a 80 km/h…


Llegando a Casey


Estación desde la calle


Desde adentro se nota la reforma de la escuela


Cartel de la escuela>

Sergio ensimismado con el camatí, luego le tiró algo y las avispas lo sacaron cagando… #nabo


Viejo edificio, aparentemente ex almacén


Viejas pintadas peronistas de los 70/span>

 # 17 – Casbas

                Arribamos a Casbas ya avanzada la tarde. Casbas es una bella ciudad de casi 5000 habitantes, recostada sobre la ruta 33. Todo el cuadro de la estación está repartido entre una urbanización y, donde está la estación, un parque recreativo. Todo muy limpio y prolijo, da gusto pasear por Casbas. A la salida del pueblo había una carrera cuadrera, pero nosotros pasamos de largo, se nos terminaba el día y había que llegar a Carhué!


Boulevard en Casbas


Cantero central, todo muy limpio y prolijo


Estación desde la calle


Desde el andén, sólo falta el tren…


Un servidor y los baños con nomenclador


En una esquina me encontré con este hermoso bondi, un Mercedes con carrocería Mitre de principios de los 70´s. Véanlo, ya publicado
en BUSARG, el museo virtual de mi amigo Ale Starcaccini: Click acá

 # 18 – San Fermín

                A toda velocidad llegamos a San Fermín, partido de Guaminí, que es apenas un paraje rural. La estación parece estar habitada, no encontramos a nadie pero estaba abierta, por lo que entramos, respetuosamente, a tomar un par de fotos. Luego seguimos con nuestro loco viaje.


Estación San Fermín


Otra del lado del andén


Baño con nomenclador

# 19 – Saturno

                Saturno (no tenés nombre…) es otro paraje rural del partido de Guaminí, donde el FCM encara decididamente hacia el sur. Al igual que San Fermín, tampoco hay mucho para ver y pudimos acceder a la estación libremente, porque está abandonada…

                Si se preguntan cómo siguió el camino, les cuento que no tuvimos más dificultades, a partir de Casey no hubo más agua, por suerte.


Saturno desde la calle. Para la próxima prometo esmerarme más con las fotos, ja.


Desde adentro. Como estaba abierta nos metimos y husmeamos por todos los rincones


Sanitarios con nomenclador

 # 20 – Rolito

                Ya eran las 18:20 cuando llegamos a Rolito, nos quedaba apenas media hora de luz y había que aprovecharla. Rolito es otro solitario paraje, seguimos en el partido de Guaminí y la estación está a metros de la Laguna del Venado, que es la tercera de las Encadenadas. La estación está, al igual que Saturno, abandonada, por lo que pudimos meternos a explorar, aunque no se veía casi nada.

                Cuánta tristeza se respira, ahí en Rolito, a esa hora de la tarde… Y pensar que por aquí pasaban trenes…  Me pregunté quién tomaría el tren acá, quién, si no hay nada de nada…!


18:20 en Rolito, se nos termina el día


Los últimos rayos pegándole a la estación de Rolito, del lado del camino


Estación Rolito entre las malezas


El último alero nomenclador del viaje


Baños con nomenclador


Interior de la estación, casi impecable y eso que está abandonada.  Punto de nivelación del IGM


Ahí nomás está la Laguna del Venado

# 21 – Cilley

                De la estación Cilley ya no queda nada hace muchos años, apenas unos escombros, y llegamos casi de noche, así que no pudimos ver prácticamente nada. Ésta era la última estación antes de Carhué, a esta altura ya podíamos decir “misión cumplida!”


El atardecer sureño nos regalaba estos cielos


Ídem anterior, cerca de donde debería estar la estación Cilley

                Lamentablemente las pocas fotos que tomamos del lugar en el cual estaba la estación salieron demasiado oscuras y borrosas, por lo que no vale la pena mostrarlas acá.

                Ya estábamos ahí nomás de Carhué, allá abajo y a lo lejos se veían las luces de la ciudad y la noche nos iba envolviendo de a poco, tres o cuatro curvas más, alguna casa o tapera en penumbras y la noche nos tragó.

# 22 – Punta de rieles: Carhué

                Eran las 19:05 cuando hicimos nuestra entrada triunfal a la ciudad de Carhué, arribamos 10 minutos después de lo que yo había calculado, considerando que hasta Andant llevábamos casi una hora de atraso, pero pudimos ganarle al reloj haciendo unas pequeñas modificaciones al recorrido original, no pasando por un par de puntos que tenía marcados y que no tenían que ver con el FCM.

                Nos fuimos directo a la cabaña que habíamos reservado en el camping Levalle. Este camping es muy lindo y la atención es muy buena, si andan por esos pagos, se los recomiendo.

                Nos acomodamos y luego de una ducha reparadora nos fuimos a buscar un buen lugar para comer, cosa que nos costó un poco, porque no había mucha oferta.  Comimos una parrillada en Cabalino, dimos unas vueltas por un Carhué nocturno con poco movimiento y a descansar, que había sido un laaargo día…

                A las fotos de la estación punta de rieles del FCM las dejamos para mañana.


Carhué nocturno: Municipalidad by Salamone


Carhué nocturno: Paseo del Cristo


Parrilla Cabalino, muy interesante colección de objetos de todo tipo, nos pasamos largo rato curioseando


Excelente atención de su dueño, del cual no recuerdo el nombre, lamentablemente


La picada es self service  -  Posando con la parrillada


Los 4 amigotes viajeros en la cabaña

Día 2 > Carhué

                Dormimos como chanchos y a las 9, no muy temprano, luego de los mates, ya estábamos listos para seguir y completar el segundo y último día del loco viaje.

                La idea original para este día era recorrer un poco de Carhué, de ahí a Villa Epecuén, gastar dos o tres horas allí y hacer el enlace vía FCO hasta Salliqueló, luego subir por el CGBA comenzando en Victorino de la Plaza y subiendo hasta donde se pudiera, porque sabía que el día no alcanzaría para llegar hasta Patricios, punta de rieles de este ramal.


Camping Levalle, la cabaña con las primeras luces del día. Un lugar muy recomendable


Ex estación de Carhué, la cual albergaba al FCM, FCS y FCO


Ahora sí: punta de rieles del FCM, Carhué


La foto más significativa del viaje: nuestra punta de rieles

                De la estación de Carhué nos fuimos directamente al Cementerio en ruinas, el cual era compartido entre Carhué y Villa Epecuén, y estuvo, al igual que V.Epecuén, bajo el agua unos cuantos años. Hay cientos de historias bastante lúgubres  sobre este cementerio, como por ejemplo que la gente, cuando se inundó el cementerio tuvo que ocuparse por su cuenta de rescatar a sus muertos, pudiendo sacarlos casi todos; algunos contrataban buzos, los cuales rompían los techos de los mausoleos para poder rescatar los cajones de la inundación, otros los sacaron como pudieron y todos los llevaron a otros cementerios de la zona. Sombría historia.

                Actualmente lo que quedó del cementerio está afuera del agua y se puede recorrer, muchas de las tumbas aún albergan a sus moradores, pero la mayoría están en ruinas y vacías. Por supuesto que allá fuimos.


El desolado camino al cementerio


Ruinas del cementerio


Zona de mausoleos, o lo que queda de ellos


Paisaje devastado, con los árboles muertos de pie al fondo


Cristo de bronce sulfatado, entre los escombros


Desde el fondo del cementerio el Lago Epecuén está a metros, nomás

Villa Epecuén

                De Villa Epecuén hay miles de historias escritas, incluso en Lo del Pampa, así que no voy a ser redundante, ya todos saben que en 1985 el terraplén que protegía el pueblo se rompió y en pocos días el pueblo entero quedó bajo agua, y así se mantuvo alrededor de 20 años, y que cuando el agua se retiró dejó al descubierto las ruinas de lo que fue un pujante centro turístico... Sólo agregaré que aquel sueño mío de venir hasta Carhué siguiendo el FCM incluía la visita a Villa Epecuén, y por suerte pude hacerlo realidad.

                Como dije antes, la idea era estar dos, tres horas, como mucho, en este lugar, pero la realidad es que para recorrerlo de manera mínimamente aceptable hay que estar al menos medio día, y más o menos eso es lo que hicimos, ¿quién sabe cuándo volveremos, o si el agua vuelve a crecer…?

                Llegamos a la estación Lago Epecuén del FCO, actualmente museo, como a las 10 de la mañana, y cuando volvimos a pasar, a la vuelta, rumbo a Salliqueló, ya eran como las 14:00. Así que nos tomamos 4 horas para recorrer estas maravillosas, misteriosas y muy tristes ruinas. No voy a comentar demasiado, los dejo con las imágenes, porque no hay mucho más que agregar.


Estación Lago Epecuén, FCO


La estación-museo desde las vías


Los amigos en el nomenclador


El camino de entrada, donde no llegó el agua y donde los árboles siguen vivos


La llama de la esperanza…


El plano del pueblo, lo que no sé es si es original o nuevo


La entrada del pueblo, hay que pagar unos pesos para entrar


Calles de Villa Epecuén


Lo que el salitre dejó de una garrafa


La Sarucha”, fue una casa de lujo en 1934


Calles de Villa Epecuén II


Rambla Hotel


Graciosos hay por todas partes…


Fíjense cómo quedó calcado el portón en el pilarcito, que está tumbado


Y pensar que esto fue una cocina de alguna familia cualquiera…


Detalle de la cocina económica, miren la tremenda corrosión del salitre


Vieja entrada vaya a saber uno de qué…


Bomba para extraer agua?


Increíble, de repente nos encontramos a esta banda tocando, la foto es con zoom al mango, así que no pudimos saber
nada de ellos, parece que estaban en plena sesión fotográfica


Llegamos a la zona del balneario, donde todavía están las piletas


Por supuesto que nos metimos por el lado difícil


Hasta hubo algún salame que usó los toboganes!


Flamencos en el lago


Los típicos “paraboloides” de V.Epecuén se cayeron. Les recomiendo esta página para saber más sobre ellos: Click acá


Vestuarios del balneario. Noten la capa de salitre que está sobre absolutamente todo, en este caso sobre los azulejos


Lo que queda de la barra del balneario, cuántas bebidas frescas se habrán despachado aquí - El famoso tanque de agua del balneario


Mis amigotes


El archiconocido auto semienterrado de Villa Epecuén


Salimos del pueblo y fuimos a los escombros del Castillo


Por supuesto, fuimos también al Matadero, by Salamone


Extrañas raíces al aire, cerca del matadero

 Enlace Villa Epecuén > Salliqueló

                Eran más de las 2 de la tarde cuando dejamos atrás Villa Epecuén y sus misterios, y encaramos la GV para el lado de Salliqueló, siguiendo las vías del abandonado ramal del FCO.

                A esta altura ya sabíamos que no podríamos completar el recorrido y que habría que recortarlo, así que nos relajamos y seguimos a velocidad normal, total la parte más importante del viaje ya había pasado.


Estación Fatraló de lejos. Casi todos, menos el chofer, iban durmiendo, así que ni paré, manejando por arenosos caminos


En el camino encontré este tesoro: es lo que queda de un Ómnibus Mercedes Benz O-317 de 1962,
 carrozado en Alemania y utilizado en la Policía de la provincia. Mírenlo en BUSARG: Click acá


Paramos en las mismas misteriosas ruinas que vio el Pampa Zerega,
 coincidimos en que parecen ferroviarias, pero no lo podemos asegurar.


Lagartija de la arena (creo…)


Llegamos a Salliqueló! La estación estaba cerrada, no pudimos chusmear dentro…


Bebedero FCO


Nomenclador


Matadero de Salliqueló by Salamone

 Salliqueló > Victorino de la Plaza

                Dimos unas vueltas por el pueblo en plena siesta, buscando algún lugar para comer, pero estaba casi todo cerrado, así que rumbeamos ahora decididamente hacia el norte, buscando la punta de rieles del ramal Patricios/Victorino del CGBA.

                Continuamos por caminos arenosos y solitarios, hasta que llegamos a Victorino, donde recorrimos la Capilla, el Club y la estación, todo abandonado, aunque en el caso del Club estaba con el pasto cortado y las ventanas tapadas con plásticos, se nota que lo están cuidando.

                En frente y en diagonal al club, donde terminaría el cuadro de la estación y donde está la punta de rieles, me sorprendió mucho encontrar los dos nomencladores de la estación bien restaurados, junto a ellos un mástil y el césped bastante cuidado. Más me sorprendió porque cuando el Pampa pasó por acá sólo encontró uno de los nomencladores, y en el piso, pero ahora estaban bien restaurados. Felicitaciones a los responsables!

                 El área de la estación parece haber sido desmalezado hace poco, por lo que vimos, pero igualmente el edificio está muy saqueado y abandonado. Mucho silencio y soledad por estos pagos, tomamos algunas fotos y seguimos hacia el norte.


Desolados caminos, entre Salliqueló y Victorino


Llegamos a Victorino, solitaria Capilla San Rafael


Detalle de la capilla


Desde la ventana, el altar, sin fieles desde hace mucho


Club Social y Deportivo Victorino de la Plaza


En el extremo del cuadro, nos encontramos con esto


Los nomencladores


¿Punta de rieles original, o réplica para completar el monumento?


El Club, desde otro ángulo


Lo que queda de la estación


La boletería


El terraplén donde alguna vez hubo un galpón ferroviario


Así se ve el camino desde la estación Victorino, nos despedimos de esta misteriosa punta de rieles y seguimos hacia Garré

Garré > Fin de la aventura para nosotros!

                Cuando llegamos a Garré, partido de Guaminí, eran cerca de las 5 de la tarde de ese viernes y acá hubo que tomar una decisión, porque a este largo día sólo le quedaban menos de dos horas de luz, y recién estábamos en Garré…

                La cosa es que decidimos ser conservadores y emprendimos la vuelta por asfalto, por la R33 y luego, desde Trenque Lauquen, la R5. La razón más determinante fue que a partir de Garré nos volvíamos a meter, según mis cálculos, en zona “pantano friendly”, y la verdad que no tenía ni un poco de ganas de enfrentar vadeos semi-nocturnos, con lo cual pensé que “soldado que huye sirve para otra batalla” y huimos, nomás, con la promesa de volver pronto a completar este ramal del CGBA. Nos conseguimos unas vituallas para el viaje y rumbeamos para casa, felices por todo lo que logramos hacer y conocer en menos de dos días.


Estación Garré del CGBA desde la calle y desde adentro


Nomenclador, punta de rieles para nuestro loco viaje!


Así se veía el frente de la GV en 9 de Julio, donde tuvimos que parar a limpiar el parabrisas de bichos…

Epílogo

                Bueno, si el amable internauta llegó a leer hasta acá, espero, de todo corazón, que no se haya aburrido mucho, porque es mi primer relato y traté de hacerlo entretenido, aunque no sé si me salió…

                Le agradezco a mis compañeros de viaje que se bancaron mi hinchabolismo para cumplir horarios, que sé que soy rompebolas, y por haberme cedido muchas de las fotos que vieron, porque mi cámara, además de ser pedorra, se queda siempre sin batería antes de llegar a destino…

                Pero sobre todas las cosas te agradezco a vos Pampa, por haberme publicado esto en Lo del Pampa!

Hasta la próxima…!