DE VOLCANES Y BUITRERAS

UN RECORRIDO EXTRAÑO MERODEANDO EL PARALELO CUARENTA Y DOS

10 al 17 de Octubre de 2015

JUEVES 15 : NEVANDO, LLEGAMOS A TELSEN

                Elsa, Eduardo, Jorge y Sergio se quedaron en Gan Gan ya que habían decidido darle una chance al volcán La Buitrera y sus alrededores.

                Tobhías, Anabella, Pablo, Matías, Fabián y yo decidimos, en cambio, continuar la marcha en tanto Pablo debía regresar a cumplir obligaciones laborales impostergables y yo quería dejar de pasada algún beso familiar en Puerto Madryn.

                Recargamos combustible allí mismo en Gan Gan, nos despedimos muy emotivamente del resto del grupo y partimos raudamente con rumbo Este por la RP4.  Digo raudamente porque ya se hacía de noche, el clima no auguraba nada acogedor y queríamos tener la oportunidad de hacer el recorrido hasta Telsen para allí hacer noche.


La estación de servicio de Gan Gan


Ya habíamos arreglado el caño de gas oil por segunda vez


Se venía la nieve…



Ni bien arrancamos de Gan Gan, el tiempo empezó amenazar.

                Habíamos hecho varios kilómetros cuando en la radio Tobhias nos anuncia que el Patrol perdía potencia.  Con Pablo volvimos sobre nuestros talones (en realidad lo hicimos sobre nuestras maltratadas cubiertas) y fuimos al encuentro del cansino Patrol.

                A poco de revisar nos encontramos con que nuevamente estaba “jodiendo” el caño de gasoil que habían arreglado en Rincón de los Leones.  Sin posibilidad de hacer un transplante ni mucho menos colocar un “stent”, se decidió por practicar una cirugía reparadora en la arteria afectada, extirpando el tramo necrosado.  Poco más de 20 minutos tomó la maniobra y ya estaba el Patrol en ruta otra vez.  Y había empezado a nevar y anochecía. 

                Mientras masticábamos kilómetros, por la radio se modulaban toda clase de conjeturas en el sentido de qué haríamos si se cubriera todo de un manto blanco que nos impidiera divisar correctamente la ruta.  Pero finalmente llegamos a Telsen ya a noche cerrada y sin ningún inconveniente.  Claro que había que buscar en donde dormir ya que había cero ganas de armar campamento.

                Así fue que una corta recorrida por el pueblo (no podría haber sido de otro modo, ya que Telsen no es una gran urbe…) nos permitió dar con quien alquila un par de simpatiquísimos, nuevos y muy bien equipados “dúplex”.  La misma persona nos indicó dónde hacer una provisión mínima y así fue que Anabella volvió a lucirse al comando de su mágico wok.  Que coronamos con una degustación de variados chocolates de kiosko y regamos con las últimas almas espirituosas que habitaban las sentinas de nuestras camionetas…

                Y a dormir, que la jornada había sido bien larga.

 

 VIERNES 16 : A CASA, DE PASO POR MADRYN

                16 de octubre.  Fecha trascendente en la historia de la gesta galesa en la Patagonia argentina (yo no soy como Pampa.  Dejo para el lector la inquietud de buscar en Google…)

                Nos levantamos bastante temprano y mientras improvisábamos el desayuno Pablo y yo nos dedicamos a la ya cotidiana liturgia del inflado de neumáticos.

                Listos los vehículos, emprendimos el último tramo de la RP4 que nos dejaría en la YPF “El Tehuelche” sobre la RN3, a las puertas de Puerto Madryn.


Los dúplex de Telsen…


La liturgia del inflado matutino…


Hasta la próxima, Telsen!

                Y aquí una nueva separación: Pablo y Matías continuaron para Bahía.  Tobhias y Anabella decidieron bajar a Madryn a dar una vuelta y Fabián y yo hicimos lo propio para almorzar con mi familia.

                Luego del almuerzo, con Fabián nos fuimos para la zona de El Doradillo a avistar algunas de las ballenas que todavía rondaban por ahí y no muy pasado el mediodía estuvimos nuevamente sobre la Ruta 3 ya con rumbo norte.


Un poco de Golfo Nuevo para equilibrar con tanta estepa…

                Hasta que al pasar por la entrada de San Antonio Oeste vemos nuevamente el Patrol de Tobhías detenido, pero esta vez para cargar una abundante provisión de aceite de oliva producido en la zona.  Obviamente cargamos algunas botellas en el Disco.

                Y de allí continuamos “tirando” juntos nuevamente con la idea de hacer noche en Bahía.  Para confirmar, en el ACA de Rio Colorado pedimos consultar si había disponibilidad de alojamiento en el ACA de Villa Bordeu.  Habiendo confirmado, nos largamos tranquilos pues nos aseguraron que no solo habría habitaciones sino que también estaría abierto el restaurant.  Un lujo…

                De modo que puse el Disco a fondo (no más de 120, claro…) sobre la RN22 y en un par de horitas estábamos en Villa Bordeu.

                Al día siguiente sólo se trató de llegar cada uno a su casa.


Fin de travesía.  Hostería ACA Villa Bordeu (Bahía Blanca)

                De mi GPS surgieron 4268 kilómetros de puro placer, en la mejor compañía.  Otros cálculos arrojan 7 jornadas de intenso turismo activo, otras tantas cenas en tan ignotos como variados lugares, casi 400 de los mejores litros de gasoil consumidos y, por qué no, 11 mágicos tarugos salvavidas distribuidos en las diferentes cuatro cubiertas del Disco.

                Lo más importante, hemos podido dar por cumplido el  objetivo fundamental de cada uno de estos viajes: tomar debida nota de los lugares a los que habrá que dedicar mayor esfuerzo la próxima vez que uno ande por la zona…

LO DEL PAMPA VOLVER AL RELATO PRINCIPAL  >>