SECRETOS DE LA REMOTA MESETA DEL CANQUEL

10 al 16 de Agosto de 2016

                           << PORTADA

PRÓLOGO

                Cada vez con más frecuencia un viaje se encadena con otro. Cuando estaba redactando el texto de la expedición que nos llevó a meternos adentro del cráter de Bajo Hondo en la zona de Gan Gan, me puse a investigar un poco acerca de los cráteres de impacto y de un artículo sobre el campo de aerolitos de Bajada del Diablo, del que siempre me hablaba  Federico Kirbus, encontré un listado de campos de ese tipo en Argentina.

                Mención aparte, parece que desde tiempos inmemoriales a nuestro bendito país lo cascotean bastante a juzgar por la cantidad de aerolitos que ligamos…

                La cuestión es que en ese listado había tres cráteres muy curiosos agrupados en trébol en una ignota Meseta del Canquel en la querida provincia del Chubut. Me pongo a verla y concluyo que se trata de una especie de apéndice sur de la meseta de Somuncurá, lo que atrae mi atención inmediatamente por razones obvias para quien me conoce. Cualquier cosa que tenga algún parecido a Somuncurá pasa ser un objetivo a descubrir apenas pueda

                Chateando con Claudio Guanciarossa, otro inentendible amante de Somuncurá, nos entusiasmamos y nos propusimos armar una travesía invernal por la zona, para lo cual había que agregarle más objetivos además de encontrar cómo abordarla. La mecha se había encendido...

                En Google Earth, una foto perdida del extinto Panoramio en el borde oeste de la meseta del Canquel tomada por  Darío Granato, amigo de Facebook surgido de algún comentario intercambiado sobre algún otro viaje, me lleva a consultarlo acerca de cómo llegó allí y de esa conversación surgió la historia o leyenda  de la Casa de Piedra o Puesto Pepino, lo que terminó de convencernos que había que ir a la zona.

                Al buscar más objetivos, encontramos que en la zona sur de la meseta había un frondoso bosque petrificado en las estribaciones de la Sierra Cuadrada y que en el oeste había un par de “fiordos”  en la meseta de la Media Luna que merecían una visita y además algunas lagunas de color rojo muy curiosas.

                Sabíamos que además de nosotros dos, Pablo Anastasio y Elsa Ons no tardarían en sumarse por lo que masa crítica había de sobra.

                La cuestión que en el primer envío de invitación a algunos de los que habitualmente me acompañan, resulta que diez chatas respondieron que serían de la partida, lo que confirma la siempre vigente magia de la Patagonia, donde los interesados pican con cualquier carnada.

                Aunque esta carnada en realidad no era tan común: la leyenda o historia de la Casa de Piedra o Puesto Pepino tenía un magnetismo ineludible para todos aquellos curiosos viajeros que compartimos la pasión por la exploración. Cada uno que la leyó quedó atrapado por la historia y se generó una “obligación” de descubrirla o mejor dicho “redescubrirla”, ya que según el vago relato del que disponíamos, sólo 20 personas la conocían. Para los que no la conocen, aquí se las dejo para vuestro deleite.

La historia de la Casa de Piedra o Puesto Pepino

                El asunto es que no teníamos mucho más datos que los del relato y de lo que había podido averiguar Darío Granato algo más de doce años atrás cuando se aventuró increíblemente por la zona con su Berlingo y en una estancia de los Myburgh mencionados en el relato, le habían indicado vagamente por dónde podía estar en la extensa Meseta del Canquel, pero sin precisiones.

                El dato más certero era que estaba cerca de un tal Puesto Barragán, pero “cerca”, en una superficie tapizada de piedras no era un dato muy relevante. Imposible pensar en encontrarla en el terreno en esas condiciones. Las dos fotos en miniatura que hay en el relato eran la otra pista. Darío logra comunicarse con el autor de la nota, hoy viviendo en Misiones, quien le dice que creía estaba a unos 500 metros del Puesto Barragán.

                Mirando viejos mapas encontramos el Pozo Barragán, por lo que el puesto homónimo no podía estar lejos. Escudriñando mapas satelitales encontramos un puesto en la zona norte del Pozo y entonces varías pestañas se quemaron sin éxito buscando las extrañas construcciones de piedra en un círculo de 500 metros alrededor de él. Cuando ya creíamos que era imposible encontrarlas, Pablo Anastasio, con su vista de lince y paciencia de monje tibetano, las encontró, pero a más de 2500 metros del Puesto Barragán, escondidas en un estrecho cañadón que desciende al pozo homónimo, lejos de las pocas y precarias huellas que recorren la meseta. Ahora no había más excusas, había que ir por la Casa de Piedra de Pepino!

                Pusimos fecha alrededor del feriado largo de Agosto de 2016, agregando algunos días antes y después, pese a que los pronósticos del clima para la zona en esas fechas eran para desanimar al más pintado: lluvia, viento, nieve y temperaturas bajo cero, ideales para andar de campamento un par de días por las áridas mesetas patagónicas.

                Por supuesto le ofrecí a Darío que sea mi copiloto ya que debía agradecerle de algún modo haberme contado esta tremenda historia y felizmente aceptó. Como ya me ocurrió muchas veces iba a conocer personalmente a mi acompañante en el momento que  se trepaba a Pampa 02.

                A diferencia de otras travesías, esta vez el número de chatas no varió demasiado y finalmente se consolidó en siete chatas con seis copilotos, un gran grupo de buenos amigos bien federal, como es habitual:

  • Elsa Ons con Eduardo Cinícola (Toyota Hilux)

  • Pablo Anastasio con Eduardo Accame (Costurera II, Toyota Hilux)

  •  Claudio Guanciarossa y  Daniel (Babosa,Discovery)

  • Hugo Berry Rhys y David Heidel (Toyota SW4)

  • Guillermo Loza y Julio Sastre (Toyota Hilux)

  • Sergio Zerega y Darío Granato (Pampa 02, Suzuki Vitara)

  • Diego Tognetti (Toyota Land Cruiser)

                Finalmente quedamos en encontrarnos el jueves por la noche en Villa Dique Florentino Ameghino, donde reservamos lugar para todos (y todas) en la Hostería La Media Luna, bastante cerca de nuestros objetivos de los días venideros y relativamente cómoda para llegar para el grupo.

 

MIÉRCOLES 10 DE AGOSTO DE 2016: ENLACE NOCTURNO A BAHÍA BLANCA

FLORENCIO VARELA - CAÑUELAS - SALADILLO - TAPALQUÉ - AZUL - OLAVARRÍA - CORONEL PRINGLES - BAHÍA BLANCA

                Después de un largo día de trabajo, que como es habitual se complicó como tratando de impedirme la salida, me vine para casa a la nochecita cruzando toda la ciudad de Buenos Aires, me di una ducha y al rato cayó Darío Granato, y como adelanté, recién ahí lo conocí personalmente.

                Dejó su fiel Berlingo en mi garaje ocupando el lugar de la Pampa 02 y salimos a eso de las 21:00 rumbo a Bahía Blanca. Julio Sastre nos esperaba a cualquier hora de modo que pudiéramos dormir un poco en una cama pero ello solo sería posible si no nos vencía el sueño. La cuestión que la animada charla con Darío y el intercambio de conducción nos hizo cubrir el enlace casi sin darnos cuenta y a las cuatro de la mañana ya estábamos en Bahía Blanca durmiendo en cómodas camas de la casa de Julio. Esta vez no hizo falta hacer uso de dormir en la chata en la YPF de Coronel Pringles como es casi una costumbre. Tres horitas en una cama son más que suficientes considerando el entusiasmo del inicio de un atrayente viaje como el que encarábamos…

 

JUEVES 11 DE AGOSTO DE 2016: ENCUENTRO GRUPAL EN DIQUE AMEGHINO

BAHÍA BLANCA - RÍO COLORADO - SAN ANTONIO OESTE - PUERTO MADRYN - TRELEW - VILLA DIQUE AMEGHINO

               Nos levantamos a las 7:00 y al rato se arrimaron a buscarnos Pablo Anastasio y Ernesto Accame con la Costurera II. Julio iría temporariamente con ellos hasta Dique Ameghino donde se encontraría con su piloto, Guillermo Loza que vendría desde El Bolsón. A las 8:00 ya estábamos en camino.


Llegando a Chubut por la RN 03 - FOTOS: Darío GRANATO


El calamitos estado de la RN 3 y la entrada a Dique Ameghino - FOTOS: Darío GRANATO y Sergio ZEREGA


Apacibles y solitarias calles de Vila Dique Ameghino en pleno invierno cuando llegamos - FOTOS: Sergio ZEREGA

                El resto estaba desparramado por diferentes lugares el país con rumbo Ameghino: Hugo Berry con David Heidel habían salido temprano el miércoles y pararon a la noche en Las Grutas, cenando exquisitos mariscos que nos refregaron con fotos vía Whatsapp, no publicables por respeto a los que lean esto y estén con hambre...



Solitarias playas de Las Grutas en invierno; el ejemplar de la última foto no es autóctono :) - FOTOS: Hugo Berry RHYS

 
La edificación del pintoresco balneario Las Grutas visto desde la playa - FOTOS: Hugo Berry RHYS


Entre Trelew y Puerto Madryn, el paisaje está cambiando mucho
con los parques eólicos (Y lo que va a cambiar, yo estuve en el futuro :) ) - FOTOS: David HEIDEL


Postal de algún lugar del valle inferior del río Chubut y unas ruinas de lo que fue la casa del abuelo de Hugo, en Gaiman - FOTOS: David HEIDEL y Hugo Berry RHYS


David, el copiloto más valioso (CMV) posando con la máquina de Hugo en Villa Dique Ameghino- FOTOS: David HEIDEL y Hugo Berry RHYS

                Claudio Guanciarossa y Daniel también habían salido anticipadamente y durmieron en Puerto Madryn, lo que les permitió tener un jueves tranquilo yendo a contemplar ballenas en El Doradillo antes de seguir hacia Ameghino.


 
Espectáculo de ballenas desde la costa en el Golfo Nuevo - FOTOS: Claudio GUANCIAROSSA


El viento del oeste inclinando aisladores en las líneas de 500 kV y la Disco
entrando a los túneles del Dique Ameghino - FOTOS: Claudio GUANCIAROSSA

                Diego Tognetti andaba solitario por ahí al igual que Elsa Ons y Guilermo Loza, con rumbo a Ameghino. Todos ellos muy concentrados manejando, no aportaron foto alguna. Sin embargo se reportó que una Toyota blanca avanzaba cual Alamabique Veloz con potencia de calefón en el snorkel...



Curioso snorkel de Elsa- FOTO: Autor desconocido

                Eduardo había llegado temprano a Trelew el miércoles en avión y anduvo un poco de paseo por Playa Unión y el jueves se tomó un bondi y fue el primero en llegar al punto de encuentro.


Playa Unión - FOTOS: Eduardo CINÍCOLA



Túneles hoiradas en la roca para llegar al coronamiento del dique Ameghino - FOTOS: Eduardo CINÍCOLA


El lago que se formó sobre el río Chubut - FOTOS: Eduardo CINÍCOLA


Homenaje al Ing. Szathmary por su labor en el las obras y bajada a la villa dentro de un profundo cañadón - FOTOS: Eduardo CINÍCOLA


Dique Florentino Ameghino, su central hidroeléctrica y la subestación elevadora a 132 kV - FOTOS: Eduardo CINÍCOLA


Callecitas desiertas de Villa Dique Ameghino un día de semana de invierno - FOTOS: Eduardo CINÍCOLA


 
Imágenes de la Villa desde adentro, rodeada de altos acantilados - FOTOS: Eduardo CINÍCOLA

                A la tardecita ya estábamos todos alojados en la hostería La Media Luna, inusitadamente llena con trece personas un día de semana en invierno. Una buena cena en el único boliche abierto del poblado fue la antesala de la intensa aventura que viviríamos los días venideros.


A la Hostería La Media Luna le llenamos la canasta :) - FOTOS: David HEIDEL, Claudio GUANCIAROSSA y Sergio ZEREGA


La banda cenando en el único boliche que logramos abrir en Villa Dique Ameghino - FOTOS: Claudio GUANCIAROSSA

LO DEL PAMPA INVASION A TERRITORIO BOER  >>