El Maitén, al amanecer de sábado era un desierto....
UNA CONFLUENCIA Y UNA FERROVIARIA IMPENSADA EN LA LÍNEA SUR RIONEGRINA
DIA 3: Los talleres de El Maitén y la Ex-Ruta 40 (Parte I)
Inesperada visita guiada a los talleres de El Maitén – Perdí la billetera – Ni nos asomamos a la 42°S 71°O – Ñorquinco - Estación Ñorquinco – Intento a Fitalancao por la retaguardia – Barro hasta aburrirnos – Puesto de Don César González - Por la vieja ex Ruta 40 - Chacay Huarruca – Chenqueniyen – Las Bayas – Pilcaniyeu – Estancia San Pedro – Alicurá
El otro hecho fortuito que determinó el curso del viaje fue que la alarma de mi celular, seteada a las 7:00 a.m o no sonó o no la escuchamos, por lo que arrancamos una hora más tarde. Desayunamos en la vereda de la cabaña porque el quincho estaba cerrado mientras amanecía y nos fuimos a la estación de servicio a cargar combustible. El pueblo estaba completamente desierto.
El Maitén, al amanecer de sábado era un desierto....
En El Maitén, todo es ferroviario, así que plazoletas y rotondas están adornadas con elementos del ferrocarril. Mientras Adrián llenaba el tanque de la chata, me trepé a una locomotora de vapor que hay en una plazoleta para sacarle fotos. En eso veo que para una F-100 y se baja una persona con overol azul con pinta de ferroviario y supongo que me iba a tirar la bronca por subirme a la reliquia.
Plazoletas ferroviarias de El Maitén
Datos del Viejo Expreso Patagónico y el Pampa haciendo
de las suyas
Lejos de eso, se presenta como el Jefe de Talleres de La Trochita y que al ver nuestro entusiasmo por los fierros, se le ocurrió que nos interesaría visitar los talleres ferroviarios. Se pueden imaginar la respuesta.
A las 8:30 a.m del sábado, en lugar de salir a la confluencia, estábamos entrando a los Talleres Ferroviarios de La Trochita. Nuestro benefactor era Carlos Kmet, ferroviario de toda la vida, que nos mostraba claramente lo que es hacer algo con pasión y cariño.
Seguramente este gesto no fue exclusivo para nosotros, sino que lo debe hacer toda vez que se le presenta ocasión.
Nuestro apreciado anfitrión: CARLOS KMET, Jefe de Talleres de La Trochita
Nos abrió todos y cada uno de los rincones del taller, nos mostró la entrañas de las viejas locomotoras Baldwin y Henschel, nos permitió fotografiarnos dentro de los legendarios vagones de pasajeros con la salamandra central, conocimos los raros equipos para maniobrar dentro de playa, nos puso en marcha las casi centenarias máquinas herramientas del taller, nos contó una y mil historias del ramal y por supuesto nos contestó todo lo que le preguntamos.
La carroza que lleva a la Reina de la Fiesta de los
Trenes a Vapor y un velocípedo de mantenimiento
Locomotora especial para maniobras y una grúa
ferroviaria
Vagones belgas de 1930, aún en funcionamiento
Interior de un vagón de primera con cuatro nuevos pasajeros y su moderno sistema
de calefacción
Interior de un vagón de segunda (Imaginen 14 horas sentados allí...) y el furgón
de cola para el guarda
Viejas locomotoras que se resisten orgullosas a jubilarse, en algunos haciendo
de donantes para que otras sigan funcionando
Carlos nos muestra las entrañas de sus queridas locomotoras a vapor
El "débil" chasis de una Baldwin, en un mantenimiento profundo
El famoso "miriñaque"
Pequeña gran locomotora para maniobras en la playa
El taller mecánico con antiguas pero impecables máquinas herramientas
Encontramos un nido de ruedas ferroviarias.......
Rescato algunas de las cosas interesantes que Carlos nos contó, con un entusiasmo y paciencia encomiables:
Su padre participó de la construcción del puente del río Chico, así que nos enteramos que lo fueran armando y remachando por tramos apoyados sobre monumentales pilastras provisorias de durmientes apilados desde el fondo del río en épocas de poco caudal.
En 1993 cuando se cerró el ramal y se repartió todo el material e instalaciones entre las provincias de Río Negro y Chubut, los chubutenses tuvieron la suerte que a alguien le interesó mantenerlo vivo y en dos meses estaban de nuevo en carrera.
Circulan trenes turísticos entre El Maitén y Desvío Thomae, además del clásico Esquel – Nahuel Pan. Cada tanto despachan agún tren entre El Maitén y Esquel
Las vías entre Jacobacci y El Maitén, aunque sólo se usan ocasionalmente para algún charter rentado por extranjeros que recrean el viaje Jacobacci - Esquel, se mantienen regularmente con cuadrillas de vías (por eso las encontramos en tan buenas condiciones)
El material rodante del año 1930 (locomotoras y vagones) se repara integralmente allí mismo, fabricando los repuestos imposibles de conseguir a partir de los planos originales que todavía conservan el olor a amoníaco de las copias heliográficas
Los repuestos se fabrican artesanalmente a partir de piezas de fundición que se piden a propósito, trazándolos sobre un gigantesco mármol de ajuste, maquinándolas en tradicionales, viejas y fieles maquinas herramienta del año 50 (no hay máquinas de control numérico, ni Autocad, a lo sumo lo difícil se sigue haciendo a lima)
Hay un plantel de veintisiete personas abocadas a ese taller que muestra que cuando se quiere, se puede....
Mil gracias a Carlos Kmet, que nos abrió las puertas de esta fascinante burbuja ferroviaria que es La Trochita !!!!!
Recuerdo del grupo posando con nuestro amigo CarlosPor supuesto visitamos el museo y también la vieja estación, pero eso es lo que siempre hacemos.
Recuerdos de La Trochita y una bicicleta ferroviaria de un simpático poblador
que recorría las vías en ese extraño vehículo
Un zorra bomba original, como la de Coco.....
Un plano original de una locomotora Baldwin, casi con olor a amoníaco....
Estación El Maitén y la clásica foto del Pampa en un nomenclador
La montaña que se ve en el fondo, por sobre ese resto de caldera, se llama "La bella Durmiente"; se puede ver claramente las facciones de un rostro de mujer durmiendo cabeza arriba y una larga cabellera extendida sobre una almohada. Realmente una imagen muy bonita que se ve desde cualquier lugar del pueblo.
La Bella Durmiente
Quien quiera más información de La Trochita, clic aquí
Debido a este impensado y magnífico giro de los acontecimientos, tuvimos que cambiar prioridades: iríamos por al confluencia 42°S 71 °O pero hasta donde se nos complique, nada más. Luego empezaríamos a volver paseando. Pasamos de nuevo por la estación de servicio a cargar agua caliente para mate y ahí me doy cuenta que…
No tengo la billetera !!!
En la billetera, además de algo de dinero tenía cedula de identidad, cédula verde, registro de conductor, tarjeta de crédito y vaya a saber qué otras cosas........
Entonces, empezó la reconstrucción de lo que habíamos hecho desde la noche del viernes donde la usé para pagar las cabañas. Volvimos al hotel, a la estación de servicio, conseguimos el celular de Carlos Kmet para entrar al taller ferroviario de nuevo (de paso lo recorrimos otra vez...), a la estación, etc. buscando frenéticamente pero sin éxito. Horas después, nos rendimos y fui a hacer la denuncia a la Policía, avisamos a la emisora de FM local, en la estación de servicio y en el hotel y me encomendé a que apareciesen alguna vez, antes de hacer los engorrosos trámites en Bs As.
Además de la billetera habíamos perdido un montón de tiempo y en mi caso el ánimo, así que empezamos a volver, lo que haríamos por la vieja ex ruta 40. Si la confluencia era un tranquilo paseo la haríamos, sino la dejábamos para otra vez, sólo un tibio intento. Fue lo que pasó: la primera tranquera a la vera de RP 06 tenía un bruto candado, así que chau confluencia. Todavía no había recuperado el ánimo para pelearla.
A medida que pasaba el tiempo y los kilómetros me acostumbré a la falta de los documentos y me fue volviendo el ánimo aventurero. Llegamos a Ñorquinco, donde la nieve había empezado a derretirse y dejaba aflorar el barro por todos lados; buscamos la estación pero no la encontramos en el pueblo mismo, puesto que en realidad estaba en las afueras, hacia el sur, como teníamos marcado en el GPS.
Precario cartel de entrada a Ñorquinco
Las callecitas de Ñorquinco tenían ese barrito que no
se qué......
No sabíamos si era un un cartel incompleto de Hotel
Ñorquinco o quería decir Hotel NO,
como habíamos comprobado la noche anterior
