LATITUD

 
 

48

 
  CABERNET SAUVIGNON

Bodegas El Pampa

 

 

 

UNA MEGACACERÍA DE CONFLUENCIAS A LA LARGO DEL DESCONOCIDO PARALELO 48

Día 3 – Domingo 11 de Octubre de 2009
La Comunidad de las Confluencias se mueve sobre el Paralelo 46


            El Hotel ISMAR no tenía desayuno, así que el acuerdo fue salir al horario estándar de las 8:30 con que habíamos calculado todo y desayunar directamente en la estación de servicio de Río Mayo, antes de largarnos a confluenciar. Domingo a la mañana temprano, Sarmiento era un desierto total.


Frente al Hotel ISMAR, la calle era toda para nosotros

            Dejamos de lado ir por el Bosque Petrificado y por Los Monos para evitar” perder” tiempo sacando fotos a costa de aprovechar los últimos kilómetros de asfalto; sin embargo algunos de los "ferroviarios" del grupo no nos pudimos sustraer de ir a fotografiar la estación del ferrocarril que la unía con Comodoro Rivadavia.

            La estación Sarmiento, convertida en el Museo Regional Desiderio Torres, sobrevive gallardamente con su estilo bien patagónico, con dinosaurios pastando en sus alrededores. Hay que aclarar que fue reconstruida íntegramente debido a un incendió que la destruyó en 1993.

 
La estación Sarmiento luce muy bien después de su reconstrucción

Claro, la cuidan imponentes dinosaurios....

El andén de la estación y pequeños retazos de vías que hace rato que no sienten un tren

La mesa giratoria para dar vuelta las locomotoras y la placa que rememora la reconstrucción

             Después de la sesión ferroviaria, tomamos la RN 20 que bordea el lago Musters y cruza el río Senguer en su desembocadura, la cual es muy pintoresca; la subida a la meseta para volver a encontrar el hermoso río Senguer aguas arriba, después de su fugaz incursión santacruceña por Los Monos, es muy sinuosa y entretenida para manejar.


Recorrido del día 3

La sinuosa RN 20 y el lago Musters al fondo


Rio Senguer, aguas arriba, desde el puente que lleva a Río Mayo

            Llegando a Río Mayo nos recibió la escultura de chatarra de hierro que representa a un paisano esquilando una oveja (al menos eso dice la versión oficial aunque hay otras más escatológicas). Reagrupamos en la estación de servicio porque aparentemente habíamos perdido a los Huincas y desayunamos de acuerdo a lo planeado.


Monumento a la Esquila???

 
Postales de Río Mayo

 
Desayuno en Río Mayo
 
Hasta tuvimos tiempo de pasar por el “Oceánico", aunque el Pampa parece no querer deschavarse....
                Subimos a la meseta por la RN40 y enseguida tomamos la RP26 con rumbo al Hotel Manantiales sobre la RP 55, del cual no hay ni vestigios. Pablo que venía liderando la caravana recibió un piedrazo de una chata petrolera y le dejó una bonita “estrella” en el parabrisas, con lo que se ganó el nombre de la confluencia, como recuerdo.

Siempre emociona pisar la RN 40, aunque la estén matando más al sur

            Al llegar a la RP55 corroboramos los que nos había mostrado el Earth Google: gran actividad petrolera con pozos por todos lados, aunque por ser domingo no vimos gente. El primer acceso tenía candado y por ese motivo decidimos intentar por el track ”oculto” que accedía a la confluencia 46°S 70°O desde un salitral por detrás de un cerrito desde el cual los petroleros no nos podrían ver salvo al final y desde lejos. Si eso fallaba, volvíamos al acceso desde los pozos a parlamentar con los petroleros.

            La RP55 discurre paralela al paralelo 46 a unos 8 kilómetros del mismo por el norte. A la entrada del salitral había un puesto, llamado precisamente “El Salitral” donde el puestero acompañado de sus fieles perros no tuvo inconvenientes en dejarnos pasar. Por supuesto que ni idea de las confluencias.

 
El puesto donde pedimos permiso para entrar


El salitral próximo al puesto, que había que rodear

 
Las sísmicas que nos iban arrimando al paralelo 46 eran muy viejas

            Bordeamos el salitral siguiendo una huella que nos llevó a un pozo petrolero aislado  CX-3 o algo así y a partir de allí sólo había tenues huellas de viejas picadas sísmicas, que coincidían bien con nuestros relevamientos teóricos. Un poco por las huellas, otro poco a campo traviesa, llegamos todos por distintas vías a un alambrado este-oeste que nos separaba unos 250 metros de la confluencia. Lo saltamos a pie y rápidamente entramos al círculo mágico de los 100 metros de radio que la convertía en visita exitosa. No conformes con eso, danza de confluencias mediante, once locos buscamos los ceros en cada GPS para ponerle el moño a la captura.


A caminar en busca de los ceros de la 4670
 
Si alguien desprevenido nos veía, vaya a saber que podía pensar de once locos sacando fotos de ....nada,


deliberando en el medio de la....nada

 
y posando felices como si hubiéramos encontrado un tesoro de valor incalculable....


Un pequeño habitante de la confluencia


Norte
     
Oeste                                                    - Confluencia 46°S 70°O -                                                   Sur

Este
   
Las chatas desparramadas en el paisaje, apenas se ven
 
Acá, con un poco de zoom se aprecian

Pablo y Sebastián, los "dueños" de la confluencia con la medición del GPS que prueba que estuvimos allí

            Fotos y más fotos antes de volver a las chatas para seguir con la Megacería. Como ya dije, esta confluencia fue bautizada como PABLO ANASTASIO y SEBASTIAN CALVI  en honor al parabrisas hecho añicos que antecedió a su captura y al copiloto fallido, milagrosamente vivo.


En celeste , el track real: el resto lo que habíamos planeado

            Algo curioso: si el paralelo 46 es el límite interprovincial, el alambrado no coincide por unos 200 metros, por lo que el campo al sur del mismo es interprovincial. Cómo le cobrarán el inmobiliario rural?


Unos caballos nos miran curiosos, como nosotros a ellos

            Desandamos las huellas hasta el puesto, saludamos al paisano, le sacamos unas fotos y hasta le dejamos la dirección de mi sitio Web donde en algún tiempo podría contemplarse. Nos pidió que incluyéramos a sus perros en la foto, lo que hicimos con agrado.


El puestero de El Salitral y sus perros

            Retomamos la RP 55 con rumbo oeste con la satisfacción de habernos sacado una difícil de encima, por su carácter petrolero. Al llegar a la intersección con la RN 40, la RP55 termina abruptamente ya que aparentemente se ha rectificado su traza. Un montículo de tierra con un cartel de “CLAUSURADO” nos atrae irremediablemente y ni se nos ocurre buscar la nueva traza que sale más al norte y encaramos hacia el oeste sin dudar. Al cabo de pocos kilómetros nos topamos con ella, ahora denominada RN 260  con la satisfacción de haber ahorrado algunos metros. Llegamos al famoso Paso Guenguel y casi ni nos dimos cuenta, ya que el río Guenguel es un modesto cursito de agua, lo que alentó las perspectivas de vadearlo aguas arriba al bajar de la meseta, más allá de la confluencia.


El misterioso río Guenguel no cubrió las expectativas.....

           Sobre la RN 260 que conduce a Lago Blanco, antes de la estancia La María Helena, apareció a un desvío a la izquierda con destino confluenciero; estábamos a unos 20 kilómetros aún de la confluencia.


Como en casi todo el viaje, las chatas parecen granitos de arena en el solitario paisaje

             La huella no se veía transitada para nada aunque su traza era bastante clara; un par de tranqueras sin candado y una serpenteante subida nos pusieron arriba de la meseta donde había un viento infernal sobre el colchón de coirones que trataban desesperadamente de no volarse.


Guanacos? todos los que quieras, lo mismo que curiosos caballos posiblemente salvajes

Qué lindo deambular por la meseta patagónica......
 
buscando huellas borrosas y poco transitadas, que no se sabe adonde van....

sabiendo que uno no es el primero en transitarlos, pero sintiendo esa sensación de pionero....

            Lentamente nos acercamos a un alambrado que nos separaba unos 2500 metros de la confluencia y allí el tenue sendero se puso paralelo primero y se empezó a alejar después del meridiano 71. Habíamos dejado atrás una tranquerita sin camino unos kilómetros más atrás (había marcado el WP) y entonces decidimos usar la rebatibilidad para cruzarlo.


Este hermoso ejemplar se puso como loco cuando invadimos sus solitarios dominios chubutenses

            Literalmente, después vino el baile: los dos kilómetros que faltaban sobre la extensa planicie fueron una tortura, tanto para las chatas como para sus tripulantes.


Si no fuera por la excitación de llegar, nunca hubiéramos hecho un metro en ese terreno

            Lo que de lejos se veía liso y suave era un perfecto conjunto de coirones separados entre sí lo suficiente para que nunca hubiera cuatro ruedas a la misma altura. Lo único que lo hacía tolerable era el entusiasmo por la captura de la 46°S 71°O, que se resistió pero finalmente tuvo que admitir una congestión vehicular seguramente irrepetible sobre sus inmaculadas coordenadas.


Pero al final, logramos el objetivo y Christian tuvo "su" confluencia

Estacionamiento "La Confluencia" Sucursal 4671, bastante atestado

            Por haber liderado la caravana en los últimos tramos, CHRISTIAN GERMAIN tuvo su confluencia con nombre propio, la tercera al hilo del viaje.


En celeste , el track real: el resto lo que habíamos planeado

            La idea para continuar era bajar de la meseta y luego vadear el río por la Pampa Guenguel; la situación vista desde la confluencia no era tan clara y podía quitarnos mucho tiempo si algo fallaba: el terreno era muy malo para andar y no sabíamos si una vez abajo (suponiendo que pudiéramos bajar), el río Guenguel nos esperaba con mallines. Decidimos desandar el camino y llegar a Perito Moreno por la RN40 en forma conservadora, ya que había mucho y bueno por delante.


"Mina" cruzando una tranquera que hacía mucho que no se abría

            El regreso sólo cambió en que, waypoint mediante, le apuntamos a la tranquera para no tener que pisar el alambrado y en que ahora usamos la traza nueva de la RN260 en lugar del tramo clausurado.

 
Guanacos salen a despedirnos

Desandando el sinuoso camino de la meseta

            Al retomar la RN 40 y llegar a la frontera con Santa Cruz, nos sorprendió que la modesta traza se transforma en una ruta de un ancho tipo Panamericana con todas sus curvas y pendientes rectificadas, por ahora todavía de ripio. Así es como el encanto de la RN 40 se está perdiendo por estos lares, justificado por una necesidad de progreso bastante poco clara….

            Esta novedad aceleró nuestro avance a Perito Moreno, donde después de cruzar el histórico pero insignificante río Fénix Grande, llegamos con luz diurna. El río Fénix Grande es que el Perito Moreno "desvió" hacia el Atlántico cuando se discutían los límites con Chile para ganar territorio.


Rafael posando sobre el ingreso a la RN 40 santacruceña


Atardecer en Patagonia

Quien estuvo en Perito Moreno y no sacó una foto similar?

            Cargamos combustible, incluyendo bidones por si Bajo Caracoles fallase, como es moneda corriente en ese punto de reabastecimiento. La idea era continuar para acampar cerca de la próxima confluencia.  El azar y cierta resistencia a armar campamento con el viento reinante, nos aconsejó alojarnos aquí en lugar de armar campamento una hora más adelante a propuesta de vaya a saber quien.

            Y lo bien que hicimos, porque el objetivo del día siguiente posiblemente no lo hubiéramos podido cumplir si no se daban una serie de casualidades temporales que se dieron a partir de quedarnos en Perito Moreno, entre otras la de arrancar temprano.


Algunos se alojaron en el Hotel Belgrano, mientras la Luna nos daba una imagen inolvidable, rescatada por Sergio Filaster

            Nos abocamos a buscar alojamiento y nos acomodamos en dos hoteles. Cenamos todos juntos y allí salió la propuesta que si salíamos más temprano de lo planeado podríamos intentar una confluencia fuera de programa siempre que la 4771 nos lo permitiera. La fuera de programa era la 4770. Acordamos salir a las 7:30 después de desayunar; como ocurrió en todo el viaje, las decisiones del grupo fueron unánimes, sin fisuras.


La Comunidad de las Confluencias deliberando antes de cenar

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