NO AL ASFALTO, BUSCANDO TRENES FANTASMA
01 al 03 de Abril de 2010
VIERNES SANTO (Estancia Santa Clara - Saavedra)
A eso de las 10 llegaron los bahienses y después de una larga tertulia mateando al calor de fogón, donde nos contamos vida y obra desde la última vez que nos juntamos, decidimos salir a explorar los ramales ferroviarios que allende la Sierra de la Ventana se extienden hacia La Pampa, con estaciones de nombres extraños como Víboras ó Tres Cuervos. La idea era hacer una vuelta inmensa, que incluía hasta una confluencia cerca de Epecuén (me falta sólo una para las primeras 100) pero la realidad diurna la acortó bastante, aunque como verán, igual fue muy entretenida y fructífera.
Salimos de Santa Clara, donde dejamos el campamento armado, con rumbo oeste cruzando el cordón de Bravard por el Abra del Hinojo y el Abra de Aguas Blancas, un hermoso paseo serrano, que en un día sin nubes tenía un colorido espectacular de verdes y amarillos.
Qué lástima que esta zona esté todo alambrada !! Sería el paraíso cercano para hacer 4x4 en piedra...
Saliendo de las sierras, nos arrimamos a la cabecera ferroviaria de nuestro recorrido del día, la estación SAAVEDRA (#17), una ciudad muy prolija y vieja, con llamativas construcciones, como la del hotel Sierras.
Aquí se respiran aún aires ferroviarios. A los diarios trenes de pasajeros entre Constitución y Bahía Blanca vía Pigüé, se suman cargueros de Ferro Expreso Pampeano que pasan con frecuencia, los que hacen que la estación permanezca con vida. Está muy bien cuidada y da gusto visitarla. La edificación es bastante distinta de todas las que visitamos anteriormente, posiblemente por tratarse de un nudo ferroviario importante. Hasta un típico pizarrón con novedades está en uso.
La ciudad tiene sello ferroviario indudable, ya que además de la estación en funcionamiento, las plazoletas son un virtual museo ferroviario al aire libre.
La ciudad de SAAVEDRA lleva el nombre del General Cornelio Saavedra (1759-1829), presidente de la Primera Junta de Gobierno de 1810, que se había distinguido por su actuación al frente del regimiento de Patricios durante las invasiones inglesas y por su conducta solidaria con el virrey Liniers en 1809, cuando se le pretendió derrocarlo. En el Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810, su opinión fue la que contó con el mayor número de votos. Desde 1811, víctima de las pasiones políticas, Saavedra vivió una vida de proscripción e infortunio. Historia típica de todos los que para bien o para mal hacen algo en este querido país.
La ciudad, Viernes Santo al mediodía era un páramo, sólo estábamos nosotros curioseando las instalaciones; cuando Pablo tocó la campana para el video nos sentimos culpables de alterar la siesta. Era hora de salir al oeste rumbo a La Pampa….