TRAVESÍA AL SUDOESTE ENTRERRIANO
Cuchillas, ríos, gringos y rieles16 y 17 de Agosto de 2014
Por David Heidel, un amigo de la casa
Introducción
Luego de la inolvidable travesía Araujo > Carhué, y como lo suponía, el bichito del “chataturismo” prendió fuerte en mi espíritu aventurero, y a los pocos días de haber vuelto de aquel viaje, ya me encontraba planeando el siguiente.
Después de considerar hacer otro viaje por Buenos Aires, recorriendo algún otro ramal ferroviario o completando lo que no habíamos podido ver en el primer viaje, y sabiendo que el destino no podía ser muy alejado, porque no podíamos irnos más de dos días, decidí dejar el Bs.As. lejano para después y hacer un viajecito por mi querido Entre Ríos.
Entre Ríos es la provincia natal de mi viejo, don Arnoldo, nacido en Irazusta y criado en Urdinarrain, departamento de Gualeguaychú, y los Heidel somos descendientes de alemanes del Volga, los cuales colonizaron gran parte de Entre Ríos a fines del siglo XIX y principios del XX. No me fue difícil entonces tomar la decisión, y nos fuimos para los pagos entrerrianos nomás.
Los viajeros volvimos a ser los mismos que en el viaje a Carhué: Manu Vera, Ale Schianca, Sergio Achaval y un servidor, y el vehículo también fue el mismo, mi Grand Vitara.
El Plan
El plan consistía en arrancar el día 1 tempranito en Ibicuy, subir hasta Médanos por el ramal Lacroze-Posadas del FCGU, de ahí hasta Gualeguay y Puerto Ruiz, tomar el ramal Gualeguay-Rosario del Tala hasta esta última ciudad, parando en todas, por supuesto.
En Tala había que pernoctar y al otro día dirigirnos hacia el oeste por el ramal Paraná-Concepción del Uruguay del viejo FCER, para luego hacer unos cuántos “trasbordos” por otros rieles. Había que llegar hasta el Paraná, en Diamante, para recién ahí empezar a pegar la vuelta hacia el sudeste.
El plan era muy ambicioso: Eran cerca de 40 pueblos y/o lugares a recorrer, cada uno con sus atractivos, cada uno con su historia para descubrir, y el tiempo era muy poco, y estábamos en agosto, con muy pocas horas de luz, pero bueno, era eso o nada (cuesta mucho ponernos de acuerdo en las fechas y recursos, así que hay que aprovechar cada salida al máximo), había que darle hasta donde hubiera luz, y tan mal no nos fue, como verán…
El recorrido del sábado 16/08 en WikilocDía 1, sábado 16/08/2014 – De Ibicuy a Rosario del Tala
Luego de madrugar y salir de casa como a las 5:30, a la hora donde el amanecer comienza a asomar por el horizonte, ya estábamos cruzando el Paraná Guazú y pisando suelo entrerriano, meta matear y darle a los bizcochos. El paisaje desde arriba del puente era bellísimo, con esa típica bruma que se levanta en las islas al amanecer.
Un poco más adelante tomamos el desvío a Ibicuy, a la izquierda, y paramos a comprar vituallas, dando comienzo, oficialmente, a la aventura. El camino a Ibicuy me sorprendió gratamente, el asfalto está impecable y nos permitió llegar rápidamente al pueblo, al mismo tiempo que amanecía un día espectacular, un poco fresco, pero soleado y sin viento.
Puerto Ibicuy – Depto. Islas del Ibicuy
Llegamos a Puerto Ibicuy alrededor de las 7:30 de la mañana, mientras el pueblo comenzaba a desperezarse. Ibicuy se encuentra en el extremo sur entrerriano, en la zona de islas del Delta del Paraná. Cuenta con uno de los puertos de aguas profundas más importantes de la provincia, ubicado sobre el río homónimo. El nombre de Ibicuy es de origen guaraní y significa “tierra molida” o “arena suelta”.
Un poquito de historia: Para 1909 se empieza a trabajar en un proyecto ferro–portuario que hace que el lugar crezca en población y en economía. Ibicuy crece a la par de este proyecto, siendo el principal punto de operaciones de la provincia. Los trenes se embarcaban en ferry-boats en Zárate, cruzaban las islas y se desembarcaban acá, para seguir viaje hacia el norte. Mis viejos me cuentan que a veces tardaban hasta 48 hs. en llegar a Urdinarrain, por las demoras en el cruce del ferry ocasionadas por crecientes, bajantes o temporales. Qué tiempos, aquellos…
En 1975 se abrió al servicio del complejo ferrovial Zárate-Brazo Largo, con una nueva traza del FF.CC., dejando absolutamente marginado a Ibicuy, y quedando abandonada su estación Holt, y el embarcadero.
Recorrimos el embarcadero, el pueblo, la estación Holt y el curioso monumento “Cruz de los ingleses”, homenaje a los caídos ingleses (y a algunos entrerrianos trabajadores de la compañía) en la 1ra.Guerra Mundial, incluyendo al hijo del administrador de la “The Entre Rios Railway Company Limited”, Sir Follet Holt (de ahí el nombre de la estación). El monumento se inauguró en 1925, contando con la presencia del Príncipe de Gales, al cual se le tendió una alfombra roja desde el tren hasta la cruz. En agosto de 2013 el monumento fue re-inaugurado, asistiendo importantes autoridades británicas al evento. Más info sobre ese evento acá, en una excelente página de Histarmar
Luego de recorrer la estación Holt, que está muy abandonada para mi gusto, encaramos al este por un delicioso y solitario camino que nos llevó hacia el siguiente punto del recorrido. Pero antes veamos las fotos de Ibicuy.
Libertador San Martín – Depto. Islas del Ibicuy
Saliendo de Ibicuy tomamos por el primer camino rural del viaje, que resultó ser un placer para los sentidos, ya que estaba parejito, muy solitario y cruzaba una extensa área de pampa pelada: hasta donde daba la vista no se veía nada más que algunas vacas y algún árbol muy a lo lejos. Además la mañana estaba preciosa, así que ahí nomás le mandamos Cafrune, y a acelerar!
Arribamos a Lib. San Martín a las 8:30 y nos fuimos derecho a la estación, ya que no hay mucho para ver, sólo un pequeño barrio aparentemente ferroviario que hay junto a las vías y la estación.
Lib. San Martín es la primera estación del FCGU en territorio entrerriano, luego del apeadero Brazo Largo, y por el momento sólo tiene tráfico de trenes de carga. Esperamos que pronto vuelta el Gran Capitán para unir los pueblos mesopotámicos con Bs.As.
Mientras estábamos chusmeando la estación, nos llamó la atención unas bicis raras que había estacionadas sobre un sector del andén. Cuando nos acercamos a verlas, resultaron ser varias “rail-bikes” caseras, y algunas estaban sueltas, así que mis compañeros no dudaron en colocar una sobre los rieles y probarla, já… La cuestión es que fueron y vinieron unos cuantos metros y se divirtieron de lo lindo. De hecho, a la vuelta del viaje Alechico fabricó un aparato de éstos pero para dos bicis, el muy loco de la guerra. Las imágenes, a continuación:
Enlace a Médanos
Luego de la infantiloide diversión en Lib. San Martín, encaramos el bastante largo enlace hacia la próxima estación, Médanos. La verdad es que, en línea recta, Médanos está a alrededor de 30 km, pero no hay caminos que nos lleven derecho, por lo cual tuvimos que dar un rodeo de 65 km, volviendo a la R14 y luego tomar la R12, no quedó otra.
Hasta la 14, el camino estuvo entretenido, vimos muchos arroyos, camino en buen estado pero ahora arenoso, el río Paranacito con su antiguo puente de hierro y, antes de tomar la ruta, un almacén con una buena colección de cosas viejas. Luego vinieron 40 km de ruta aburrida y las primeras caras de sueño/siestas de los dormilones de siempre.
Médanos – Depto. Islas del Ibicuy
A las 11 de la mañana estábamos entrando en Médanos, nombre muy bien puesto, ya que hay muchos médanos en la zona, supongo que porque estamos en la cuenca del río Gualeguay.
Médanos es un pueblito de pocas cuadras, situadas entre las vías del FCGU y la R12, con menos de 500 habitantes. Fuimos a ver la estación, dimos una vueltita y rápidamente seguimos nuestro camino, porque en Médanos no hay demasiado para ver.
El próximo punto era Gualeguay, distante 40 km por la R12, pero 10 km antes de eso yo tenía marcada una estación o apeadero del FCGU llamada Berisso, que se ve claramente en Google Earth. Para llegar había que desviarse 5 km por tierra de la ruta, pero al llegar nos encontramos con una tranquera con candado, así que no pudimos llegar.
Gualeguay – Depto. Gualeguay
Llegamos a Gualeguay ya avanzado el mediodía, con las tripas pidiendo el almuerzo, y eso que a cada rato estábamos morfando los bocadillos que aportó la novia de uno de los viajeros (aprovechamos para agradecerle la gran contribución). Gualeguay es una ciudad muy linda y antigua, con 43000 habitantes, levantada a orillas del lindísimo río homónimo y fundada en 1783.
Entramos por la costanera, la cual seguramente en horas del atardecer debe ser bellísima para pasear con la familia y para pescar, por qué no. Fuimos después a conocer la estación, que está declarada Patrimonio Arquitectónico y ahora convertida en museo ferroviario y en el Paseo Primer Entrerriano, nombre que recuerda al primer FFCC de la provincia. Dentro del cuadro de la estación también está el corsódromo y uno de los galpones se transformó en disco-bar, llamado Estación X, tomá mate. Todo el conjunto está muy prolijo, y en el frente de la estación se encuentra en exposición la primera locomotora del FCPE, la Solís, una Baldwin 7304, construida en 1884.
Luego nos fuimos al centro de la ciudad, típico del interior, con sus cientos de edificios antiguos, su plaza y su iglesia, todo muy cuidado y limpio, al menos en el centro, porque en las zonas aledañas ya se ven asentamientos precarios y desprolijidad, muy parecido a lo que está pasando con Gualeguaychú y con muchas otras ciudades del interior, desafortunadamente.