TRAVESÍA AL SUDOESTE ENTRERRIANO
Cuchillas, ríos, gringos y rieles16 y 17 de Agosto de 2014
Por David Heidel, un amigo de la casa
Gobernador Mansilla – Depto. Tala
La tarde entrerriana se nos iba como arena entre los dedos cuando llegamos a Gobernador Mansilla, por lo cual pudimos conocer este pueblo en la mejor hora, para mi gusto: a la tardecita. Eran las 17:00 y estábamos en agosto, y era una tarde inusualmente cálida para esa fecha.
El dibujo del pueblo de Gob.Mansilla es un cuadrado perfecto, de 8 x 8 cuadras. Según el último censo, viven en Mansilla alrededor de 2300 habitantes. Como decía antes, llegamos a este lindo pueblito en las últimas horas de la tarde, y la verdad es que nos gustó mucho, por su limpieza, por su gente y porque se notaba en todos lados el amor que la gente tiene por su pueblo. Recorrimos con mucho placer el pueblo y la estación/museo/jardín de infantes, todo primorosamente mantenido. Así da gusto!
Luego nos fuimos a conocer el famoso y bello Puente de Fierro sobre el arroyo Clé, el cual fue construido en USA en 1906, y ensamblado aquí en 1908, y que es un símbolo de Mansilla. Unas cuantas fotos, alguna travesura de los más inquietos, y continuamos el viaje, que todavía había que ver un par de cosas más.
Antes de dejar Mansilla, teníamos algo más para ver, un Punto Fijo del IGM que debería estar escondido entre los yuyos, en las afueras del pueblo. Lo buscamos, encontramos y fotografiamos, y ahora sí nos despedimos de Gobernador Mansilla.
Gobernador Echagüe – Depto. Tala
La última estación antes de llegar al destino del día era Gobernador Echagüe, donde arribamos a las 18:15, con los últimos rayos de sol. Según el último censo, viven en Gob. Echagüe 215 personas, el pueblito es muy pequeño pero muy lindo, tiene un gran club y un museo privado abierto al público.
Fuimos derecho a conocer la estación, porque se nos venía la noche, y conocimos ahí a don Luis Cabral, quien maneja una escuelita de fútbol que funciona en el mismo predio de la estación. Charlamos un rato, nos contó anécdotas y nos hizo pasar al interior de la estación. Vaya un gran saludo para este amable entrerriano.
Luego nos dirigimos al museo “Rincón de los Recuerdos”, el cual sólo pudimos recorrer por afuera, porque estaba cerrado. En el patio tienen muchas cosas antiguas y/o curiosas, y se nota que adentro tienen muchos objetos interesantes que no pudimos ver, así que ya tenemos una excusa para volver a Echagüe.
Luego de la recorrida, nos sumergimos en la noche para desandar los pocos kilómetros que nos separaban de Rosario del Tala, nuestro destino para este gran día.
Rosario del Tala – Depto. Tala
Ya de noche, hicimos nuestra entrada triunfal a Rosario del Tala, estábamos cansados y nos fuimos directamente para La Posta del Tala, el hospedaje donde teníamos reservadas dos habitaciones y donde fuimos muy bien atendidos por sus dueños. Luego de las duchas para sacarnos el polvo del camino, nos fuimos al comedor del lugar, a cenar unas ricas pastas y a tomarnos un buen vino tinto.
Ya casi nos estábamos yendo a la catrera, cuando a algunos se les ocurrió ir a bajar los ravioles al centro, así que luego de someterlo a votación, fuimos nomás a conocer nocturnamente y caminando, el centro de Tala. La GV ya descansaba, porque se había portado muy bien.
Dimos un par de vueltas y nos fuimos a dormir. Al otro día nos levantamos tempranito, desayunamos y seguimos con la aventura, que todavía había que llegar hasta el Paraná, nada menos que en la bella Diamante.
Pero a todo eso se los contaré en la segunda parte del relato.
Si alguien quiere comunicarse con el autor, o sea yo mismo, me puede escribir a david.heidel@outlook.com
Saludos y gracias por leerme!
Gracias, Pampa!