AXW 352 - CAL 911 - aren@rena - HIF 438

 22 al 25 de Octubre de 2010

PRÓLOGO

                                        Seguro se preguntarán que tiene que ver el título del relato con el intento de llegar a la Laguna del Cuerno. Voy a empezar por el final: el segundo intento del grupo de motoqueros, los rosarinos de Pasión y el que suscribe fue exitoso grupalmente pero en mi caso particular no pude llegar realmente porque la complicadísima Cuesta del Viento se cobró el disco de embrague de la Pampa 02 a 4514 msnm, a sólo 6 km del objetivo, un hermoso lugar para romper una chata.  Mi retorno fue a remolque de tres chatas del grupo, que no sólo me bajaron de la incómoda posición sino que me llevaron desde La Rioja hasta… Córdoba !!!

                    Las tres patentes y una calco de las chatas de Incapampa, de Hugo Perrety de Coraje (nunca más adecuado su patente CAL 911) quedaron grabadas para siempre en mi memoria y por eso se ganaron el lugar de privilegio en la crónica del viaje. Las estuve viendo de cerca, muy de cerca,  por más 700 km…

                    La revancha del Cuerno fue planeada para esta fecha, dado que según los lugareños en estos meses de Octubre y Noviembre no habría viento. Este viaje es la continuación del que hicimos en Agosto cuando no pudimos llegar a la laguna. Si alguno no lo conoce, puede leerlo haciendo click AQUÍ.

                     Esta vez acordamos encontrarnos los participantes en el campamento abandonado de la Mina Las Jarillas, 90 km al norte de Guandacol a 3000 msnm, el viernes 22 de Octubre por la noche. Desde allí repetiríamos las huellas hasta la Cuesta del Viento y si lográbamos subirla y llegar a la laguna del Cuerno, intentaríamos bajar por la Quebrada de las Varas. Objetivos exigentes si los había. Los motoqueros de Queralt iban a intentar el jueves 21 y nos esperarían en el campamento con las novedades a compartir el campamento.

 

 LA APROXIMACIÓN

                    La Patruya de Coraje con Tonga de copi, la Toyotape con el clan Arriola, la Mickey Mouse de Hugo Perret y compañía salieron el viernes al amanecer desde Rosario, Incapampa con su SW4 y equipo salió desde Junín a las 7:00 am y yo con mi copi Marcelo partimos desde Pilar (Córdoba) a las 14:00. Kevin con el Maruti, en solitario, creo que había salido el jueves ya que viajaba más despacio.

                    Yo viajé sin problemas cruzando las Sierras de Córdoba por el Camino del Cuadrado y llegué a Guandacol sin luz diurna. Ahí me interné hacia el norte por 90 km de huellas más o menos marcadas que sólo se podían hacer de noche por tener el track del viaje anterior para alcanzar la Mina Las Jarillas, donde los demás habían llegado un rato antes que yo. Era medianoche.

                    Las “habitaciones” del “Hotel Las Jarillas” estaban casi todas ocupadas pero encontramos una semicubierta para armar nuestra carpa.  Me fallaron las reservas...

                    Es un lugar espectacular para dormir al abrigo del viento en la montaña y además está lo suficientemente cerca del acceso a la laguna a una altura razonable para poder dormir sin sufrir apunamiento y acostumbrarse al poco oxígeno.

                     Ahí nos enteramos de la primera baja de la travesía ya que la Toyotape no estaba en el campamento: los planetarios del diferencial trasero se dedicaron a cantar en el llano y tuvieron que dejarla en Guandacol. El clan Arriola si estaba, ya que se distribuyeron en las otras chatas: la SW4 de Incapampa, la Toyota Hilux de Hugo, La Patruya de Coraje y el Maruti de Kevin. Hasta aquí cinco chatas para el intento. De Queralt y las motos, ni noticias: ¿qué habría pasado? ¿habrían venido? ¿lo habrían logrado?. Mañana lo chequearíamos en la laguna del Cuerno.


"Las Jarillas Mountain Resort"


La única habitación disponible por no reservar a tiempo


Sin embargo había cochera y playa de estacionamiento para todos


También hornos de barro, pero como el desayuno no estaba incluido,  las facturas no vinieron


Preparativos matinales del sábado


Alrededores del complejo minero abandonado

                    Antes de la 1:00 am estábamos todos durmiendo apurados para que amanezca rápido. Pese al cansancio del enlace del día anterior, a las 7:00 am todos nos levantamos y desarmamos el campamento mientras desayunábamos; a las 8:00 am ya estábamos en marcha, todos entusiasmados para pelear a la despiadada Cuesta del Viento que nos había derrotado el viaje anterior.

                    Los casi 30 km  de “enlace” los pudimos disfrutar con mucha tranquilidad, ya que pese a ser complicados, al conocerlos del intento pasado se hicieron fáciles. Aunque no  todos la pasamos del todo bien: Kevin y su Maruti empezaron a sufrir la falta de potencia con la altura y en las primeras cuestas bravas (Cuesta del Cubo) tuvo que trasvasar carga para poder seguir, con mucha dificultad. No me voy a explayar en explicaciones y me voy a remitir a fotos del recorrido, porque eso está en el relato del viaje anterior.


El cauce del Rio de La Troya nos llevó primero al norte y después al oeste, donde lo abandonamos


Acá ya transitamos por dentro la sierra de Punilla hacia el sur

 
Volvimos a atravesar los angostos pasos, ya un juego de niños


Esta vez la Cuesta del cubo tampoco nos demoró mucho, excepto que empezó a mostrar falta del Maruti

 
Altos en el camino para disfrutar del paisaje


Mas y más cuestas, ahora muy fáciles con nuestras huellas de la vez pasada


 

Una larga bajada nos conduce hacia la Vega Redonda


Que ahora no está congelada como mes y medio atrás sino que está casi seca.



Por pesados arenales por encima de los 3500 msnm bordeamos la laguna del Descubrimiento, también seca

                   Llegamos a la laguna del Descubrimiento a 4000 msnm, donde nos reagrupamos y desinflamos las cubiertas para encarar la larga subida del arenal previa a la Cuesta del Viento, la Cuesta de la Luna. En ese tramo cambiamos de provincia y entramos a San Juan.

                    Kevin se fue primero a probar suerte en el arenal y después de varios intentos fallidos tuvo que desistir de continuar ya que si no podía subir ésta, menos iba a poder en la Cuesta del Viento. Con la cola entre las patas y para no complicar al resto del grupo se volvió sólo hacia abajo: segunda baja de la travesía. Creo que directamente se volvió a Rosario de un saque de la impotencia.


Cada tanto nos deteníamos a reagrupar y compartir experiencias


Y a desinflar cubiertas para poder traccionar ahí arriba en ese flojo suelo


Poco antes de los 4000 msnm, el Maruti carburado de Kevin dijo basta y se volvió con toda la bronca


Seguimos subiendo y llegamos al balcón de los 4200 msnm, antesala de la Cuesta del Viento


Ya lo conocíamos, perro es imposible no quedarse extasiado contemplando la grandiosidad de la Cordillera

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