MÁS ALLÁ DE LA RN40
CAMINOS, HUELLAS OLVIDADAS Y TRAZAS INEXISTENTES EN EL OESTE PATAGÓNICO
11 al 20 de octubre de 2013
JUEVES 17
INTENTO DE VADEO DEL RÍO DEL MEDIO - ESTANCIA RÍO DEL MEDIO - VADEO DEL RÍO CARDIEL - TRES LAGOS
Y a la mañana el viento siguió soplando, sólo que nuestro ánimo estaba renovado y se soportaba mejor. Efectivamente había hecho mucho frío por la noche y para nuestra sorpresa los lodazales estaban congelados así como los hilos de agua que recorrían el cañadón.
Costó un poco desentumecerse, pero la alegría de no tener que luchar contra el barro, que congelado, se había convertido en hormigón nos hizo arrancar bastante temprano otra vez.
Creo que no eran mucho más de las 9:00 cuando arrancamos nuestro "Día D": si subíamos a la Meseta de la Muerte temprano el éxito estaba casi asegurado; si no, todavía teníamos la chance de un gran rodeo por el sur aunque trataríamos de no usar esa opción.
La continuación de la sísmica que recorríamos con el sol se veía claramente aunque por supuesto no nos reveló de qué se trataría circular por ella ya que, luminosa, lucía mucho mejor que el primer tramo. Ilusos nosotros, siguió tanto o más tortuosa que el día anterior, sobre todo al principio donde además había que vencer una fuerte pendiente por encima de la dura vegetación.
Después de trepar esta cuesta se abrió frente a nosotros el valle del río del Medio, aún a 4 km de distancia. Cerca pero lejos en función del terreno a recorrer. La sísmica era clara pero a su vez era de terror, así ahora que le apuntamos al supuesto punto de vadeo, bien a campo traviesa, total era igual o mejor que la sísmica. Si íbamos a sufrir que sea por la distancia más corta: tomamos la hipotenusa del triángulo que teníamos dibujado.
Así, lentamente nos fuimos arrimando al río, lo que no fue nada fácil, pero finalmente alcanzamos su ribera y frente a nosotros la trepada que teníamos dibujada y que desde lejos veníamos entusiasmándonos porque parecía perfectamente subible.
Pero, llegados al lugar y ya pasado largamente el mediodía, la cosa no era tan simple como parecía: el río del Medio tenía un caudal respetable y estaba minado de grandes piedras que se adivinaban dentro un agua lechosa que no permitía distinguir mucho; la huella de subida, clarita en el Earth Google tenía una pendiente crítica, era muy angosta (probablemente erosionada por los años) y en su parte alta tenía manchones de nieve y casi seguro zonas con barro. Nada imposible, pero empezamos a dudar debido al tiempo disponible.
Trabajando duro, primero vadeando a pie para encontrar los problemas y luego paleando y clavando estacas en la subida y usando los malacates la íbamos a trepar pero calculamos que nos llevaría lo que quedaba del día. Llegados arriba tendríamos un solo día más para recorrer 50 km inexplorados posiblemente con bastante nieve y vaya a saber que otra cosa más. Tener que recular por algún inconveniente geográfico irreversible nos ponía en retirada con el tiempo justo para volver a casa y con las manos vacías: sin el lago Cabral y sin la confluencia.
Dudamos bastante, incluso analizamos movernos más hacia el norte por el río para investigar alguna subida más simple, pero todo tenía el mismo problema: no valía la pena hacer un esfuerzo faraónico sin tiempo para aprovecharlo plenamente. El “derroche” de tiempo del viaje de ida ahora nos pasaba la factura ya que aquí necesitábamos un par de días más…
Demás está decir que ya está planteada una expedición específica por aquí.
Con pocas esperanzas de hallar otra subida, ya que GE no nos había mostrado nada en anticipo, intentamos llegar a la estancia rio del Medio siguiendo el curso del río pero enseguida el mismo se encañonó y tuvimos que recular hasta el ancho valle que habíamos cruzado que luego entroncaba con la parte baja del cañadón barroso donde acampamos. Con suerte no tendríamos que repetir la tortuosa sísmica de la mañana.
No la repetimos, pero casi: alternamos tramos bastante lisos con otros problemitas complejos pero al menos eran variados. Luchamos con pedregales, algunos mallines y zanjones profundos con agua pero finalmente alcanzamos la abandonada estancia de Río del Medio, sin ningún esbozo de poder hacer algo sencillo para subir a la meseta el otro lado del río.
El plan entonces mutó a ponerle todas las fichas a remontar el río Tar desde la RP31 el día siguiente y por lo menos llevarnos la confluencia 49°S 72°O. Para ello teníamos que volver a la costa occidental del lago Cardiel, rodearlo hacia el sur vadeando el rio homónimo, encontrar la RN40 y llegar a dormir a Tres Lagos para volver a salir temprano el viernes por el camino al lago San Martín.