DE VOLCANES Y BUITRERAS

UN RECORRIDO EXTRAÑO MERODEANDO EL PARALELO CUARENTA Y DOS

10 al 17 de Octubre de 2015

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MARTES 13: VOLCANES Y EL SALTILLO

VOLCANCITOS DEL PARALELO 42 -  CUESTA DEL PLATERO - PUENTE RÍO CHICO RP4 - ESTANCIA LOS LUISES - AGUADA DE LA CERVEZA - PTE RIO CHICO RP S/N - EL SALTILLO - CUSHAMEN - FOFO CAHUEL - GUALJAINA

                Martes 13, lindo día para resolver un problema en el medio de la nada. El sueño fue realmente reparador porque mientras no me podía dormir, me la pasé pensando como encontrar la falla y parece que luego al despertar al menos tenía claro como lo iba a buscar.

                Con mucha paciencia empezamos por resolver el problema eléctrico desconectando la bomba, que todo indicaba que se había cortocircuitado habiendo provocado quemada general de fusibles.

                Después de revisar los infinitos fusibles, como siempre en los lugares más incómodos e invisibles del vehículo encontramos el que había saltado, por lo que restablecimos el servicio.

                La fase siguiente fue sacar el tanque de nuevo. La novedad fue que el soporte de la bomba se había cortado por fatiga y justo se había apoyado sobre el positivo…

                Conclusión: la falla original no había sido la bomba sino que la rotura del soporte provocaba falsos contactos a masa (el origen de las fallas intermitentes) y en la última colocación se terminó de cortar (la razón del cortocircuito). La primera vez que desarmamos no nos dimos cuenta porque no se había terminado de desprender. La armamos sin el soporte a fuerza de precintos, aseguramos la masa y asunto arreglado. A las 9:30 ya teníamos todo listo para salir. Y salimos como si nada hubiera pasado, como debe ser.

                Pensándolo bien, se podría haber provocado un incendio por el cortocircuito adentro el tanque y consecuente explosión del tanque. San Volcán estaba con nosotros…

                Retomamos la marcha desandando las huellas por el escorial con la idea de ir por El Saltillo por accesos no convencionales. Sin embargo, uno de los volcancitos que habíamos dejado a un costado nos mostró un flanco por donde curiosearlo y por supuesto nos tentamos.

                Una bruta trepada en arena suelta nos permitió asomarnos al borde del cráter y el borde del cráter nos mostró que podíamos acceder a su interior, así que ni lo dudamos y finalmente metimos las chatas adentro un volcán.

                Desde la olla, el deseado centro de un cráter, apreciamos que su labio oeste, bastante más alto que el resto, era “subible” y no podíamos dejar de coronarlo. Y lo hicimos.

                Por supuesto que no fuimos los primeros, ya que nos encontramos en su cima, desde donde se domina todo el escorial completo, una clásica torrecita del IGM con su respectiva placa identificatoria. Estos cartógrafos del IGM no eran ningunos tontos para elegir puntos para triangular.

                Lo interesante de esta vista panorámica es que nos permitió apreciar la correspondencia exacta con lo que se veía en las satelitales, es decir el archipiélago de islas de lava que conformaba el escorial que protege a esos mini volcanes.

                Dimos por cerrada la etapa de trepar volcanes (por hoy) y  el objetivo mutó a  llegar a El Saltillo por su margen norte, para tener una perspectiva diferente a la convencional.


El campamento por la mañana en un rinconcito del escorial - FOTOS: Elsa ONS y Claudio GUANCIARROSA


El desconocido escorial en el que estábamos inmersos - FOTO: Sergio ZEREGA


El equipo de mecánicos de Pampa 02 trabajando a full para ponerla otra vez en carrera  - FOTOS: Claudio GUANCIARROSA


Una vez en marcha, éste fue el siguiente objetivo: un cráter colapsado con otro adyacente completo - FOTO: Earth Google


Con un poco de suerte y mucho empeño pudimos trepar a la cumbre del cráter completo a través del cráter colapsado
(Estamos en el punto indicado con La flecha blanca en la anterior foto satelital)  - FOTO: Sergio ZEREGA


En la parte más alta del labio el cráter, con una vista periférica excepcional, no podía faltar el clásico "banquito" del IGM;
como siempre muy poco certeros los cartógrafos para elegir dónde ponerlos para hacer triangulaciones - FOTOS: Elsa ONS y Sergio ZEREGA


La placa identificatoria del IGM - FOTO: Sergio ZEREGA


Parte del escorial como se ve en Earth Google


El mismo escorial visto desde el "banquito" del IGM: la similitud con la foto satelital es sorprendente - FOTO: Sergio ZEREGA


Más fotos "satelitales" en vivo del escorial y sus archipiélagos de islas de lava - FOTOS: Sergio ZEREGA


Pablo recorriendo el gran cráter  - FOTO: Sergio ZEREGA


Vistas de los cráteres colapsados que cruzamos para llegar a la cima - FOTOS: Sergio ZEREGA


Mas imágenes de los cráteres y de escorial - FOTOS: Elsa ONS


Bajando las empinadas pendientes de los labios del cráter, cuando volvíamos  - FOTOS: Sergio ZEREGA y Jorge MONTAÑA


La caravana a campo traviesa saliendo del cráter - FOTOS: Claudio GUANCIARROSA


Cerca de la RP4, se recorta en el horizonte la silueta del volcán que habíamos escalado. Veníamos de la parte más alta  - FOTO: Sergio ZEREGA

                Salimos a la RP4, subimos por la Cuesta del Platero y bajamos al río Chico de nuevo, donde la huella dibujada en los GPS tenía una tranquera sin candado, un buen indicio.

                Hermosa huella muy poco pisada que nuevamente se adentró en escoriales (El Saltillo es claramente una zona volcánica también) y varias tranqueritas sin candado alentaron la posibilidad de llegar al objetivo.

                Sin embargo, a pocos kilómetros del objetivo, un tenso alambrado bastante nuevo y una tranquera con un maldito candado nos detuvo. No nos animamos a pasar igual por razones obvias.

                Desandamos el camino hasta la RP4 para probar por la otra margen del río, por la estancia Los Luises. Al volver detectamos una tenue huella que se descolgaba hacia el sur pero de momento la desestimamos.

                Cruzamos el río, subimos una cuesta y nos metimos en la huella a Los Luises, pero nuevamente una tranquera con candado nos paró.

                Allí, mientras esperamos a dos emisarios que se corrieron al pie al puesto cercano para ver si lográbamos permiso, nos deleitamos con la flora patagónica, especialmente con la Stillingia Patagónica ó Colliguaja Patagónica y sus ramas multicolores, que nunca había visto antes en mis extensos recorridos por el país.

                En el casco de la estancia no había nadie lo que nos indujo a entrar pero al echarle un ojo al río, vimos que no sería muy sencillo circular por las acantiladas márgenes y desde allí todavía faltaban aún unos cinco kilómetros a El Saltillo. Decidimos volver atrás y probar la incipiente huella que no habíamos relevado con destino sur, sin tener idea de adonde nos llevaría con la esperanza de que en algún momento tuerza hacia El Saltillo.

                Eso no  ocurrió y seguimos bajando hacia el sur en forma paralela por el este del río Chico. En un puesto habitado que encontramos, una señora, Dominga, nos informó que la huella seguía hasta un puente que cruza el río Chico, pero que era muy mala y que no se responsabilizaba si rompíamos las camionetas o nos accidentábamos. Imaginen el desenlace…

                Seguimos hacia el sur y efectivamente la huella empeoraba pero nada que ver con lo que la señora Dominga nos había dicho: cruzamos la Aguada de la Cerveza, entramos a un escorial, trepamos a una pampa, nos metimos en un angosto cañadón y luego encontramos una camino transitado con destino al río donde un puente reconstruido recientemente nos permitió cruzarlo, aunque a unos 15 km de El Saltillo. Este camino conducía a Cushamen, teníamos que buscar cómo llegar a El Saltillo sin retroceder tanto.


La solitaria RP4 atraviesa el fondo de un bajo: no quiero pensar cómo será si llueve - FOTO: Sergio ZEREGA


El escorial del paralelo 42 ya terminó pero más al sur aparecen nuevos volcanes aislados responsables de El Saltillo  - FOTO: Sergio ZEREGA


Después del primer intento fallido a El Saltillo por el este, volvimos a la RP4, donde nos recibió el río Chico otra vez - FOTOS: Sergio ZEREGA

 
El viejo puente de la RP4 sobre el río Chico - FOTO: Sergio ZEREGA


El río Chico, a la postre el eje de la jornada, no deja de sorprender con la belleza de sus rincones - FOTO: Elsa ONS


Camino a la estancia Los Luises, con una tormenta que al final terminó en un amague - FOTOS: Sergio ZEREGA


Avanzamos hasta una tranquerita con candado, todavía lejos del casco pero cerca de un puesto deshabitado - FOTO: Sergio ZEREGA


Stillingia Patagónica ó Colliguaja Patagónica y sus ramas multicolores, una maravilla natural en la estepa - FOTOS: Sergio ZEREGA


Más Stillingia Patagónica, ahora en flor - FOTOS: Sergio ZEREGA


Esta planta también me llamó la atención pero no sé el nombre... - FOTOS: Sergio ZEREGA


Por otra huella paralela probamos y llegamos a Los Luises, pero si bien no está del todo abandonada, estaba deshabitada.
No nos pareció oportuno insistir por aquí así que volvimos a adonde empezamos, por el este del río - FOTOS: Sergio ZEREGA


Bajando hacia el sur, por el este del río Chico, al ganar altura la cordillera nos reveló sus crestas nevadas - FOTO: Jorge MONTAÑA


En una hondonada con un manantial naturalmente apareció vegetación y por supuesto vida humana - FOTO: Jorge MONTAÑA


Doña Dominga, con mucho frío, nos atendió muy amablemente y nos confirmó que había un puente en el río Chico
más al sur pero nos alertó que no se hacía responsable porque la huella era muy mala... - FOTOS: Claudio GUANCIARROSA


En ese minúsculo caserío, además de sombra, no podía faltar una humilde capilla - FOTOS: Sergio ZEREGA


La huella por la estepa cada tanto nos hacía transitar pequeños oasis - FOTO: Sergio ZEREGA


Los cruzábamos y volvíamos a la estepa en busca de otro, mientras bajábamos hacia el sur - FOTOS: Sergio ZEREGA


Donde hay agua, el panorama cambia radicalmente aunque todavía a esta altura del año el verde no predomina - FOTO: Jorge MONTAÑA


Después de cada hondonada verde se vuelve a subir a la meseta por solitarias y enroscadas huellitas - FOTOS: Sergio ZEREGA


Cada tanto, alguna ventana a la cordillera nos regala postales como ésta - FOTO: Jorge MONTAÑA


Otro puesto perdido en un profundo cañadón y una dura trepada por un escorial. ¿Habrá sido este
el tramo de camino riesgoso que nos había anunciado Dominga? - FOTOS: Sergio ZEREGA y Jorge MONTAÑA


La huella interminable con sus subidas y bajadas de la meseta nos arrimó a otro puesto, importante pero deshabitado  - FOTO: Elsa ONS

 
Que lindos deben ser estos álamos verdes en verano y amarillos en otoño - FOTO: Elsa ONS


Finalmente la huella comienza a descender hacia el río y los paisajes siguen cambiando - FOTOS: Sergio ZEREGA


Y la huella se convirtió en ruta provincial y nos llevó al puente del río Chico que nos habían informado - FOTOS: Sergio ZEREGA

                Cruzamos el puente, el cual según rezaban los carteles fue reconstruido después de una gran crecida en 2007 y empezamos a mirar a la derecha buscando por donde “subir” a El Saltillo; en una curva parecía partir una huella pero la desestimamos y poco más adelante nos desviamos en el acceso a un puesto donde el camino “normal” a El Saltillo parecía próximo.

                Llegamos al puesto donde terminaba la huella y continuamos por un cañadón en subida bastante entretenido, bien offroad. Avanzamos hasta estar a apenas a 600 metros del camino “normal”, cuando comenzaron las dificultades: allí un grupo a pie se adelantó para ver si valía la pena encarar los primeros inconvenientes quienes a poco de andar nos informa que un salto vertical de unos dos metros impediría definitivamente el avance, muy cerquita de la solución. Retrocedimos hasta el camino principal pensando en que deberíamos volver hasta Cushamen pero nos acordamos de la huellita desestimada antes y volvimos a buscarla.

                Efectivamente, la huellita era practicable; estaba medio destruida pero iba en la dirección correcta y mejoraba a medida que avanzábamos. Unos kilómetros y nos pusimos en el camino normal a El Saltillo, adonde después de abonar el peaje en la estancia adyacente tuvimos finalmente el placer de contemplar esa increíble maravilla de la geografía patagónica muy bien escondida en la meseta.

                Si bien ya la conocía, no dejó de maravillarme nuevamente, sobre todo ahora que la pude ver con bastante más agua que en Febrero del 2010.


Panorama desde el puente.... del río Chico - FOTOS: Jorge MONTAÑA


Seguimos conociendo rincones del río Chico - FOTOS: Sergio ZEREGA


Después de cruzar el río el paisaje mutó a extrañas formaciones de tierra - FOTOS: Jorge MONTAÑA


Las palmas de la rareza se las llevó esta "construcción". NO pudimos saber si era natural o si fue erigida por el hombre - FOTO: Sergio ZEREGA


Desparramados en un cañadón buscando infructuosamente la ruta "normal" a El Saltillo - FOTOS: Jorge MONTAÑA


Por fin la huella salvadora que nos llevaría a El Saltillo después de una larga búsqueda, bordeando el "submarino" - FOTOS: Sergio ZEREGA


Finalmente el camino nos condujo a un profundo acantilado - FOTOS: Sergio ZEREGA y Eduardo CINÍCOLA


Los que no habían estado antes aquí, se asomaron como pudieron para saciar la curiosidad - FOTOS: Elsa ONS


Y los curiosos tuvieron su premio: El Saltillo ante sus ojos - FOTO: Eduardo CINÍCOLA


El profundo tajo que talló el río Chico en el basalto es impensado e impresionante. Y peligroso de apreciar - FOTOS: Sergio ZEREGA y Elsa ONS


Desde la altura el salto parece pequeño pero sin duda tiene varios metros de desnivel - FOTOS: Eduardo CINÍCOLA y Elsa ONS

  
Personas y vehículos se pierden en la magnificencia del paisaje - FOTOS: Eduardo CINÍCOLA, Sergio ZEREGA y Jorge MONTAÑA (X2)


Aguas arriba de El Saltillo nos deparan más sorpresas - FOTOS: Jorge MONTAÑA


Un remanso color turquesa nos recuerda unos de esos rincones idílicos del Caribe - FOTOS: Sergio ZEREGA


Lástima que sea inaccesible, pero que bueno sería tomar sol y darse un chapuzón aquí - FOTO: Sergio ZEREGA


En un amplia curva del río, surge otra cascada, de menos altura pero más ancha - FOTO: Jorge MONTAÑA


Es casi una cascada a lo largo, del tipo a la del Moconá - FOTO: Jorge MONTAÑA

                Nos había costado caso todo el día llegar por haber intentado inventar un nuevo acceso por otro lado pero valió la pena el trabajo de exploración. Después de las muchas fotos que tomamos entre todos, comenzamos a volver y no conformes con lo hecho, hicimos una aproximación al río aguas abajo pensando en llegar al puente que habíamos cruzado, pero alambrados y la geografía nos volvieron al camino normal con presteza.

                Después de cargar nafta en Cushamen, donde llegué remolcado los últimos 300 metros para evitar trasvase de bidones,  nos dirigimos a Gualjaina por la RP12, donde nos hospedaríamos en la Hostería Mirador Huancache para reponernos de las dos intensas jornadas con campamento en el medio.

                Llegamos tarde y nos costó conseguir lugar donde ir a cenar pero lo conseguimos. Mañana les cuento un poco de este precioso lugar y sus vicisitudes.


No conformes con todo lo andado, nos mandamos offroad río abajo y el río Chico pagó bien - FOTOS: Sergio ZEREGA


Este recodo del río es una maravilla. Merecería ser accesible acampar en una de sus orillas - FOTO: Sergio ZEREGA


¡ Qué lindo es trepar por cualquier parte hasta el infinito ! ¿Verdad Elsa?  - FOTO: Sergio ZEREGA


Y trepar paga bien. Uno puede acceder a estos paisajes lunares que sobrecogen  - FOTO: Sergio ZEREGA


Todo lo que sube, baja. Y entonces más geniales panoramas recrean nuestros ojos  - FOTOS: Sergio ZEREGA


Vivir con lo justo. Un bajón, por apenas 300 metros Pampa 02 tuvo que ser remolcada a la coqueta YPF de Cushamen. Encima nos
hicieron pegar la vuelta por medio pueblo porque no te despachan si el tanque no está del lado del surtidor  - FOTOS: Sergio ZEREGA


Ruta Provincial 35 en las cercanías Fofo Cahuel  - FOTOS: Sergio ZEREGA


Cerro Fofo Cahuel ("caballo tonto" en lengua mapuche) y el río Chubut desde el puente de la RP35  - FOTOS: Sergio ZEREGA y Elsa ONS


Postal patagónica típica  - FOTO: Eduardo CINÍCOLA


Hasta acá llegamos hoy: HOSTERÍA MIRADOR HUANCACHE, en Gualjaina  - FOTO: Sergio ZEREGA


Recorrido del día

LO DEL PAMPA RAROS PLIEGUES  >>