Buscando atajos entre las quintas de General Roca (?) y el cruce del Río Negro por Paso Córdova
UNA CONFLUENCIA Y UNA FERROVIARIA IMPENSADA EN LA LÍNEA SUR RIONEGRINA
DIA 1: La conquista de la confluencia 41°S 69°O
Enlace Florencio Varela a Bahía Blanca.- Se arma el grupo en Bahía a la madrugada - Enlace General Roca a El Cuy por Paso Córdova - Pasada por Comallo y Colan Conhue - Varios desvíos hasta encontrar el correcto – Corta pero dura caminata bajo aguanieve hasta la confluencia 41°S 69°O – Al final no fue tan difícil capturarla - Imprevisto paso por Maquinchao – Cumelcan: Pernocte en Ingeniero Jacobacci
Para sacarle el máximo jugo a todos estos viajes de pocos días, viajamos de noche de modo de estar temprano el primer día en el teatro de operaciones. Para minimizar el riesgo del sueño, manejamos un par de horas cada uno mientras el otro duerme. No es lo ideal pero es lo que hay.
Salimos a las 20:30 hs del miércoles desde Florencio Varela con el objetivo de encontrarnos a las 4:00 hs del jueves con los compañeros bahienses. Una noche despejada con luna llena nos deparó un enlace tranquilo por RN 205 hasta Saladillo, RN 51 hasta Azul, un pedacito de la RN 226 hasta Olavarría y finalmente de nuevo RN 51 por Pringles hasta Bahía Blanca, cumpliendo el horario estrictamente.
A las 4:30 del jueves ya estábamos en camino por la RN3 y la RN22 con rumbo a Choele Choel y General Roca, escalas previas al ingreso al desierto. En esta última localidad, cargamos combustibles en las bidones por las dudas que en El Cuy no consiguiéramos. Cruzamos el río Negro en el Paso Córdova, después de dar unas vueltas entre las quintas para “cortar camino”……..
Buscando atajos entre las quintas de General Roca (?) y el cruce del Río Negro por
Paso Córdova
Entrando al dowtown de El Cuy
El asfalto llega un poco más allá de El Cuy, donde al final pudimos volver a llenar los tanques, previa espera que pongan en marcha un grupo electrógeno porque no tenían electricidad. Pese a que era un luminoso 9 de Julio, Dia de la Independencia, cerca de mediodía, el pueblo lucía desierto como siempre…..
Calles superpobladas de El Cuy
Un típico almacén de Ramos Generales y la Estación de Servicio de El Cuy
Entusiasmados por el asfalto y por el ruteado automático de Mapear útil en la civilización pero no por estos lares, seguimos de largo en el cruce a Jacobacci; por suerte alguien se dio cuenta a los pocos kilómetros y recompusimos el rumbo por la RP 06 para hilvanar Chasicó y Colán Conue antes de adentrarnos en las huellas borrosas de la línea sur rionegrina, por fuera de los caminos.
En vez de tomar la RP 06 de ripio, nos engolosinamos con la RP 08 de asfalto.....
La RP 06 se adentra en el desierto y pasando Chasicó muestra extrañas
formaciones rocosas
El pronóstico del tiempo se iba confirmando: parcialmente nublado por la mañana e inestable con tormentas por la noche. Negras nubes nos estaban esperando cuando llegamos al punto seleccionado en el Earth Google para empezar el acercamiento a la confluencia 41°S 69°O, a la postre el objetivo irrenunciable del viaje: si necesitábamos los tres días para lograrla, los usaríamos, si nos sobraba tiempo experimentaríamos un viaje sin presiones, con agenda abierta, cosa que rara vez hago.
La tormenta a la que lentamente nos dirigíamos
Acá dejamos la RP 06 para internarnos en el desierto
Y nos metimos, todavía a más de 30 km del objetivo
Y empezó la travesía por esas huellas
muy poco transitadas de esas que me enloquecen, que te llevan a cualquier
parte......
Alguna que otra precaria tranquera que abrimos
Las máquinas en acción, liberadas del cruel asfalto, estaban a sus anchas, como
los pilotos
Seguiríamos un track basado en información de los mapas del IGM, ajustado por lo poco que se veía en las imágenes de baja definición disponibles en el Earth Google; en el intento anterior del 2007 la parte sur de ese mismo track nos había dejado frente a un molino, casi de noche, a 9.2 km al sur del objetivo, aparentemente sin posibilidad de seguir ya que la huella desaparecía entre espinillos, alambrado de por medio. Esta vez lo estábamos intentando desde el norte, con la casi certeza que deberíamos desandarlo para salir. Veríamos luego, una vez capturada la confluencia.
Apenas nos adentramos en el desierto empezaron las bifurcaciones imprevistas que aparentaban ser las marcadas en los GPS. Optamos por el criterio general de elegir la de la derecha; varias veces fuimos y vinimos cuando se alejaba del objetivo pero no nos lamentamos nunca porque al recorrerlas disfrutábamos de paisajes insospechados.
Paisajes lunares realzados por algunos rayos de sol que se
filtraban entre las nubes
En nuestro avance a la confluencia, encontramos algunos puestos “tapera” y otros habitados, mientras el cielo negro nos iba envolviendo. Como siempre nos sorprende la gente que vive en estas soledades.
Una tapera y un puesto habitado, con la infaltable F100
En una bifurcación encontramos a éste buen hombre, en una soledad total
La temperatura de noche seguramente sería varios grados bajo cero, ya que los mallines y los chorrillos, cerca de las cuatro de la tarde, aún lucían congelados pese a haber recibido algo de sol durante el día.
El chorrillo, siendo casi las cinco de la tarde, aún estaba congelado.....
En varios lugares encontramos la misma situación de agua congelada
Nos íbamos acercando lentamente a la confluencia siguiendo más o menos el tortuoso track teórico, sorprendidos por lo montañoso del entorno, lo que no estaba en nuestros cálculos: en realidad sin haber entrado en muchos detalles por la baja definición del Earth Google, basados en la experiencia de dos años atrás y en la cercanía del Bajo de Colan Conhue y Bajo Hondo suponíamos que íbamos a circular bordeando salitrales y resulta que lo que estábamos haciendo era contornear cerros de hasta 1500 metros de altura. El paisaje era el típico de Somuncurá pese a que aún estábamos lejos de la meseta.
La foto satelital nos engañó respecto a la geografía que encontramos: creímos
que lo blanco eran salitrales !
Les presento al Cono de Lentini...
La huella a 19 km de la confluencia
Paisajes estremecedores por su soledad
Más soledad todavía......
Cuando nos pusimos 9.2 km de la confluencia, supimos que era el punto de no retorno, ya que nuestro último plan era llegar donde el 2007 y caminar. A partir de aquí ya estábamos mejor, al menos geométricamente hablando.
Nuestro track teórico se iba materializando.....
Y nos íbamos acercando más y más...
y cada vez más cerca !!!!
Casi cayendo la tarde, el track teórico nos depositó como estaba previsto a 1.4 km de la confluencia, para la cual por lo menos había que “escalar” un cerro. Luego verificaríamos que en realidad había que escalar y descender tres pequeños cordones paralelos.
Dejamos las chatas tiradas y emprendimos la caminata
Decidimos hacer el intento en ese momento ya que acampar y esperar el día siguiente, nos recortaría valioso tiempo de paseo: estaba demasiado a mano. El problema era que quedaba poco de luz diurna y comenzaba a lloviznar desde ese cielo bien negro que auguraba nevada. Pero para hacerla fácil, la visitábamos con el Earth Google, así que los cuatro locos, abrigados hasta donde pudimos, marcamos el lugar donde estaban las chatas con un waypoint por las dudas y nos adentramos en las montañas, mientras la llovizna aumentaba y se convertía en débil aguanieve.
Así estaba el panorama al emprender la caminata
A medida que subíamos y bajábamos, lloviznaba aguanieve, pero
el cielo aclaró
En la ladera siguiente yace la esquiva y solitaria 41°S 69°O
Los estados físicos de los tres “viejos” y lo resbaloso de las piedras mojadas cuando en las bajadas nos hicieron demorar bastante la llegada a la confluencia, sin embargo cansados pero contentos lo logramos. La esquiva 41°S 69°O que soportó tres intentos previos, finalmente se rindió y ahora Río Negro no tiene más confluencias sin visitar. Es la segunda provincia que dejamos en cero. Además Adrián fue bautizado como cazador de confluencias, un desprevenido más que iniciamos en este vicio.
La prueba del logro
El novel cazador Adrían (parece que está en Malvinas.....) y el grupo de locos
que alcanzó el preciado logro
El regreso fue duro, porque el cansancio se había acumulado, pero por suerte paró de lloviznar y hasta se limpió un poco el cielo para dejar colar algunos rayos de sol y dejarnos sacar unas fotos espectaculares; prestando atención vimos que posiblemente hubiéramos podido arrimar un poco más con las chatas por uno de los valles transversales que cruzamos a pie, ya que uno de ellos tenía un cauce seco que hubiera permitido circular, lo que luego verificamos más adelante.
Las nubes se abrieron y dejaron colar el sol para que
pudiéramos tomar estas fotos del cordón que guarda la confluencia
Si bien hubiera sido interesante acampar aquí, la inminencia de una nevada no aconsejaba hacerlo innecesariamente, así que al llegar a las chatas, acordamos seguir adelante tratando de llegar a Jacobacci, debido a que supuestamente estábamos a 9.2 km de camino conocido.
Arrancamos y al principio la huella se mostraba clara y amigable, con rumbo al molino del 2007. Era de noche y estábamos entregados a lo que se podía ver de cerca. En algún momento, nos empezamos a alejar hacia el este del track teórico, sin saber si nos habíamos perdido algún desvío, pero la clara huella daba cierta tranquilidad que a alguna parte debería ir……
Pablo relatando lo que estábamos recorriendo "a
ciegas"
Empezó la práctica nocturna de “tranquerismo”: los dos copilotos, Adrián y Pablo se aburrieron de abrir y cerrar tranqueras, calculo que más de veinte.
Una de las infinitas tranqueras para llegar a
Maquinchao
Decididamente la huella se alejó de nuestra previsión para ir a Jacobacci y le apuntaba a Maquinchao, lo que nos desconcertaba, puesto que uno de nuestros predecesores, Gabriel Passaro, había intentado desde Maquinchao y se había atrancado a 11 kilómetros de la confluencia. Sin embargo lenta pero firmemente nos acercábamos a Maquinchao.
Y llegamos a Maquinchao, que no estaba en nuestros planes, a eso de las 20:30 horas. Aprovechamos para iniciar el tramo ferroviario de la travesía y buscamos de noche la estación para hacer unas fotos.
La modesta y colorida estación de Maquinchao
Típica foto del nomenclador
Acordamos seguir a Jacobacci por la RN 23 de modo de acercarnos a los objetivos del día siguiente. Si teníamos suerte encontraríamos lugar en el Hotel Cumelcán que ya conocíamos del viaje anterior, cenaríamos opíparamente y saldríamos el viernes temprano hacia la otra confluencia del viaje, visitando estaciones ferroviarias de la Trochita. Por otra parte, tendríamos una nueva chance de descifrar el porqué de las cinco llaves de paso en la ducha....
Hotel Cumelcán - Ing. Jacobacci
Verdadero enigma de plomería en la ducha del Cumelcán
No sabíamos que los objetivos se iban a trastocar completamente por una sucesión de hechos fortuitos…..
