UN ASOMO AL PASADO FERROVIARIO EN EL NOROESTE BONAERENSE

Parte IV: EL JABALÍ a PATRICIOS

            Con el tanque lleno salimos a cazar “El Jabalí”, la próxima parada del expreso Suzuki en su largo derrotero ferroviario.


El Jabalí - Patricios

EL JABALÍ

            Para cazar EL JABALÍ (1912 - 6 habitantes) seguimos un laberinto de caminos vecinales que finalmente nos depositó en uno paralelo al norte de la traza completamente devorada por una arboleda lineal de algarrobos, que al igual que en Ancón, parecen defender lo poco que queda.


El camino que nos conduce a El Jabalí


El tren pasaba por aquí dentro, donde ahora posa el Expreso Suzuki


Escuela rural de El Jabalí

                El caminito poco transitado nos condujo hasta la estación buscada donde una tranquera con candado nos frenó, pero con el objetivo a la vista. Dejamos la chata y saltamos el alambrado en busca de una persona que vimos cortando leña para pedirle permiso para curiosear. Como siempre la habitual reticencia pero después nos acompañó por todo el predio y nos reveló algunas cosas que no hubiéramos imaginado.


La estación El Jabalí, desde la tranquera cerrada


La estación, convertida en vivienda de un puestero y su familia y el infaltable nomenclador

            Para empezar, esta persona era un puestero que vive con su familia en la estación. El edificio está muy bien conservado y recién pintado con colores ferroviarios. “Al dueño le gusta mantener el espíritu original” – nos comentó.
                                                                                                                                                                   Encontramos el nomenclador pero lo más interesante fue que nos dijo: “Hay unas maquinas viejas en un casilla allá al fondo que antes usábamos para sacar agua”. Fuimos a ver y nos encontramos con un par de viejísimos motores diesel para mover unas bombas para sacar agua de pozo para reponer en las calderas de las locomotoras de vapor. No se imaginan la cara de felicidad de Coco, que ama estas viejas máquinas cuando logró que giren manualmente !!!. También estaban intactos el tanque y las mangas para cargar agua en las locomotoras.


La manga para cargar agua en las vaporeras y un motor DEUTZ


El viejo motor DEUTZ y las bombas de agua, que aún giran !!!!

            Mientras sacábamos fotos de la chatarra ferroviaria, se arrimaron unas inocentes vacas “Jersey” a ver qué estábamos haciendo. Resulta que en “El Jabalí” hay un tambo que extrae leche de este tipo de vacunos, la misma que se usa para los helados de “Munchi´s” en Temaiken. Simpáticas las vaquitas….


Las vacas Jersey nos muestran su curiosidad

            Preguntamos el porqué de la tranquera con candado en lo que teníamos indicado como camino público y la respuesta fue la esperada: “Por temas de seguridad los feriados y de noche está cerrado”- Evidentemente comenzamos a estar más cerca de Buenos Aires..


La estación desde otro ángulo

LA NIÑA

            Debido a la tranquera cerrada, al salir de El Jabalí, tuvimos que hacer un largo rodeo para arrimarnos a la próxima escala ferroviaria, La Niña . Apenas agarramos para otro lado, el GPS ruteó automáticamente pero la distancia a destino era 4 o 5 veces la esperada. Aparentemente el rodeo sería enorme, pero bueno, no quedaba otro remedio. Empezamos a “coser” las vías hasta que en un punto donde el alejamiento era irreversible, vimos una incipiente huella que se internaba por el terraplén rumbo a La Niña, así que por las dudas la seguimos.

            Y no le erramos; el atajo que el GPS no fue capaz de ver estaba bueno y al cabo de pocos minutos estábamos en LA NIÑA, (1912 - 587 habitantes) un pueblo tranquilo como los anteriores pero más viejo y más aislado.


Vestigios de una alcantarilla en uno de de los pantanos secos que atraviesa la traza y el atajo que encontramos

            Buscamos la estación y la encontramos enseguida, pintada de blanco en el frente y original del lado del andén pero sin nomenclador.


Linda La Niña, no?



Diferentes vistas de la estación La Niña. Acá también permanecen las palancas de cambios de vías

            Lo interesante aquí fueron las viejísimas construcciones del pueblo, destacándose el Hotel España frente a la estación y el famosísimo Boliche “El Resorte”, que tantas veces escuché de boca del don Verídico de Landriscina. En cualquier momento se nos aparecían la Duvija, el Rosadito Verdoso comiendo higos y los demás personajes.....

            No sé si el original era éste, pero sin duda podría haber sido….


El boliche "El Resorte". Faltaba Don Verídico...

            Todo el pueblo es una reliquia y si no vean. Más que La Niña, podría ser La Abuela..... (cariñosamente)


Almacén "La Argentina" y una viejísima casa del pueblo, muestra de alguna época de esplendor


Hotel España, frente a la estación

            La Niña no tiene acceso asfaltado pero parece que ahora al menos le están abriendo un acceso directo que ni siquiera figura en el GPS, aprovechando la traza del CGBA, pasando por Fauzón antes de llegar al RP 65 cerca de de 9 de Julio.

FAUZÓN

            Al llegar a FAUZÓN (1909) nos sorprendimos con el cambio arquitectónico de la estación: está construida idéntica a Buchanan, así que parece que encontramos el límite del lujo francés del ramal.


Fauzón, una hermana gemela de Buchanan

            Fauzón están en una propiedad privada con tranqueras y candados convertida en una moderna terminal de granos con silos, elevadores, balanzas y galpones. Sin embargo está completa por donde se la mire, con sus pisos, ornamentos, carpinterías y los nomencladores que siempre buscamos obsesivamente.


El infaltable nomenclador y la estación completita, aunque dedicada a otra cosa

            La única lástima es que se le han adosado construcciones que alteran su espíritu original pero al menos está completa. Incluso a lo lejos vimos la casa del Jefe de Estación, que en Buchanan desapareció, impecable y habitada.


Una balanza para pesar camiones en la playa de maniobra y el galpón convertido en terminal cerealero


Los silos en el predio de Fauzón

            Al salir de Fauzón una arboleda y leña, siendo poco más de mediodía nos recordó que teníamos unos churrasquitos más para cocinar al disco, así que rápidamente improvisamos un pequeño picnic para descansar un poco y planificar lo que faltaba.


El disco y los churrasquitos, un lujo....

            La idea era empezar a volver para evitar el tráfico de ingreso a Buenos Aires por el fin de semana largo así que casi decidimos cortar acá y regresar directamente, cosa que dije pero por supuesto no me creí….

            Juntamos todo para volvernos y, ya sobre la RP 65, el GPS mostrando 5 km para 9 de Julio Norte me desvió para seguir visitando estaciones. Y bien que valió la pena !!!


El camino vecinal que lleva a Fauzón, a 30 km de 9 de Julio

9 DE JULIO NORTE

            9 DE JULIO NORTE es una fastuosa estación igual a la de Navarro, de dos pisos, con varías vías, tanque de agua y galpones, situada en el límite norte de la ciudad de 9 de Julio, casi en sus afueras.


9 de Julio Norte es hermana gemela de Navarro


La estación, en la periferia de la ciudad de 9 de Julio, con su intacto tanque de agua


El nomenclador de siempre y la estación vista desde los andenes

            Está aparentemente deshabitada y bastante poco depredada pese a su soledad aunque parece que su cercanía a un basural a cielo abierto unos cientos de metros más al norte parece contagiarla. Tiene los pisos intactos, incluso los  de madera interiores, sus nomencladores, los cambios de vías, las vías… todos esperando al tren que nunca más llegará.

            Una pena que al estar tan cerca de la ciudad al menos no se le a asigne algún uso público que permita conservarla sin que ocurra por casualidad como intuyo que pasa aquí. En cualquier momento alguien la intrusa y chau historia…..


Los sanitarios en el medio de la selva y uno de los pisos de madera, que resisten el abandono


Vistas del anden, con un solitario pasajero......

        La próxima y ahora sí la última del ramal, sería la conocida Patricios, cerca de la RN 5. La traza, después de 9 de Julio Norte se eleva para cruzar por sobre el ferrocarril Sarmiento, actualmente en funcionamiento generando una especie de dique que parece contener a la cuidad. Una gran curva a 90° en pendiente antes de cruzar la RN 5 nos hace imaginar lo hermoso que debe haber sido ver ahí arriba a un largo carguero tirado por una locomotora resoplando a todo vapor….…


La traza de las vías hacia Patricios


Algún tramo de vías aún resiste, lo mismo que parte de la señalización


Un pequeño puente para poder sortear el terraplén y el puente sobre el Ferrocarril Sarmiento


Las vías del Ferrocarril Sarmiento, en funcionamiento

            Apurados, seguimos a Patricios ya en tiempo de descuento y finalmente llegamos al final del recorrido del CGBA que nos habíamos propuesto.


La traza del CGBA, antes de llegar a Patricios

PATRICIOS

            El “final” no pudo ser mejor (después verán porqué el encomillado). PATRICIOS (1910 - 743 habitantes) es otra elegante y fastuosa estación estilo francés, pero a diferencia de las anteriores, está impecable, posiblemente porque fue y es la razón de vivir de la localidad.

   
Majestuosa estación Patricios

            Arrimamos la chata a la estación y salimos en busca de sus secretos, expuestos al público sin ningún resguardo; estamos en un pueblito del interior donde las cosas diferentes.

 
El andén de Patricios vacío y el bendito nomenclador....

            Además de su buen aspecto, nos asombra, por ejemplo que en el andén todavía se encuentra el reloj original, debe ser de las pocas que lo conservan. Por lo que pude averiguar el edificio es utilizado y conservado por un grupo de teatro del pueblo.


El reloj de la estación, al alcance de la mano

            El otoño había tapizado con hojas de plátanos las vías y los andenes dándole un toque mágico. Están las vías, los nomencladores, los mecanismos de cambios de vías, está todo muy limpio, en fin… solamente falta el tren.


Hermosa postal de Patricios otoñal


La Vitara en el estacionamiento de la estación y aspecto del pueblo un feriado por la tarde


Hombre mirando la cámara....

 
El frente otoñal de la estación

            Si mal no recuerdo, el último tren llegó allá por el ’93 con una formación de emergencia desde Villars, pero el servicio continuo se interrumpió definitivamente en el ´77.

            Recorriendo los alrededores encontramos un montón de elementos ferroviarios curiosos, entre ellos un hermoso y pesado barrevías, algunos restos de una zorra original, bogeys, alguna caldera, tractores, etc…. Es un museo a cielo abierto.


Está lleno de máquinas viejas y curiosas, tanto la estación como sus alrededores


Un hermoso barrevías y carros en las calles de Patricios

            En el pueblo se respira un aire ferroviario. Por todos lados hay máquinas de todo tipo arrumbadas en la calle y en algunas propiedades privadas. Se ve que la actividad ferroviaria era muy activa aquí.

            De hecho hasta hubo un enorme taller de alistamiento para locomotoras de estilo circular con mesa giratoria, que dejamos para visitar en otra oportunidad, cuando volvamos a retomar el recorrido por el CGBA.


El taller de locomotoras de forma circular

            No hace mucho, viniendo desde Bs As, habíamos recorrido hasta Achupallas, que está a unas 5 o 6 estaciones al este de Patricios, así que nos falta poco, pero por ahora el viaje parecía terminar acá, tal como lo anunciamos ante cámaras:

   
No se reían de mi voz, fue culpa de los comunicados radiales de Larramendy

            Ya con el tiempo de viaje cumplido, tuvimos que empezar a volver a casa, pero aún teníamos un poquito más para disfrutar.

            Mirando los mapas tracé mentalmente una línea recta desde Patricios a Roque Pérez y noté que una sucesión de caminos vecinales me permitirían ahorrar muchos kilómetros, aunque seguramente nada de tiempo. Ya teníamos encima mas de 300 km de tierra así que 100 km más no eran nada. Y los encaramos nomás.

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