UN ASOMO AL PASADO FERROVIARIO EN EL NOROESTE BONAERENSE
Parte III: LARRAMENDY a MOCTEZUMA
Track de esta parte del recorrido
Casi cayendo la tarde seguimos bordeando la traza con rumbo a LARRAMENDY, (1910 - 0 habitantes) uno de los íconos del viaje de acuerdo a todo lo que Coco me había contado de su vida, no solo por la estación sino por la misteriosa iglesia de sus proximidades.
Por ahí dentro va el terraplén hacia
Larramendy
El largo camino por entre secos humedales
(?) nos conduce a ..... Larramendy !!!!
Y llegamos nomás a Larramendy. Todo estaba como Coco me había descripto muchas veces: la solitaria y abandonada estación con su edificio principal y el gigantesco galpón por un lado y la Iglesia, unos doscientos metros más allá, en idéntica situación.
Entramos por la tranquera sin candado del predio de la estación y arrimamos al andén donde encontramos un lugar perfecto para acampar, al abrigo del viento y con un mullido pastito para armar las carpas.
Infaltable nomenclador
La estación Larramendy y la Vitara que hace su arribo por Andén Nro 1.....
Acampar en una estación abandonada ! Es un sueño cumplido que tenía desde chico, se lo voy a poder contar a mis nietos…..
Limpiamos un poco la zona, armamos las carpas, bajamos la mesita, las sillas, el disco, la lámpara portátil y ocupamos la estación, en el medio de la nada. Permiso no pedimos a nadie, porque …... no había nadie a quien pedirle. "Ya aparecerá alguien a ver qué pasa" nos autoconvencimos.
Arrastrando leña para el vivac....
Leña había poca, pero una rápida recorrida a la zona de la Iglesia, nos proporcionó una gruesa rama caída de eucalipto que arrastramos con la chata hasta nuestro campamento. Ya teníamos todo listo para pasar la noche, mientras el atardecer nos regalaba una de esas tantas postales inolvidables.
Postal típica de
un atardecer pampeano
Mientras Coco preparaba los churrasquitos al disco, armé el equipo de radio de HF para intentar hacer comunicados más tarde, al caer la noche.
Coco preparando el fuego para los churrasquitos al disco
Cuando todo estaba oscuro y lo único que se escuchaba era el crepitar del fuego, vemos venir a lo lejos una luz de un vehículo que al aproximarse tocó bocina como para llamar la atención: claro, era el encargado de un campo vecino que le llamó la atención nuestra presencia y vino a ver quienes eran los locos ocupas de la estación, que según nos dijo era parte de su propiedad. No hubo problema alguno y hasta nos dio su nombre por si llegase a venir la policía o algún otro vecino, para confirmar que nos había autorizado a acampar. Nuestra presunción fue correcta.
Disfrutando del fueguito y de la cena
Cenamos a la luz de nuestra portátil, sin mucho frío y sin viento. Antes de usar la radio, nos dimos una vuelta por la Iglesia en plena oscuridad, que se iba aclarando a medida que nuestras pupilas se acostumbraban. No les puedo expresar la sensación de entrar a oscuras a semejante edificio, donde sólo se escuchaban las cientos de palomas que se alojaban en el entretecho a más de 15 metros de altura. De día ya se las vamos a mostrar, es increíble.
La iglesia de noche....
De vuelta la campamento, encender la radio y empezar a hablar fue instantáneo, casi ni giramos el dial. Se escuchaba tan clarito, sin el habitual ruido de la ciudad que era una delicia comunicar. Sin mucho esfuerzo se armó una rueda grande, interesada en la actividad de arqueología ferroviaria en el CGBA que estábamos realizando LU6DPF (Coco) y LU7ESR (Pampa), ambos /E (fuera de nuestra base original en la Provincia de Bs As) “activando” la estación Larramendy.
LU7ESR/E transmitiendo desde.... Larramendy !!!
Agradecemos a los colegas que listo a continuación, que gentilmente se prestaron a entretenernos por casi dos horas (y a dejarme afónico para los próximos días), en la frecuencia de 3690 MHz
LU6WAZ - Gustavo - Puerto Madryn - Chubut
LU4WSC - Iván - Trelew - Chubut
LU7HTC - Carlos - Córdoba
LW4ESY - Hugo - Quequén - Buenos Aires
LU2ENG - Guillermo - Mar Del Plata - Buenos Aires
LU1MAR - Germán - Las Heras - Mendoza
LW7EAQ - Gustavo - Labardén - Buenos Aires
Para los radioaficionados, algunos fragmentos de
los QSO
Ya llegaron tarjetas QSL !!!!
Cansados y con algo de frío, nos fuimos a dormir a nuestras carpas, esperando el amanecer para continuar con nuestros redescubrimientos. Coco se encargó de mantener el fuego con una gruesa viga de pinotea que encontramos tirada en el campo para empezar calentitos por la mañana.
El campamento sobre el andén
No sé si íbamos a poder dormir por el ruido………. zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz
Lunes por la mañana; amaneció tarde, ya que estaba nublado y por suerte no hubo helada, aunque seguro la temperatura anduvo por los 4/5 grados sobre cero.
El fuego había aguantado, así que arrancamos calentado agua para unos cafés y para el mate, mientras comenzó el desarme del campamento. A las 8:30 estábamos listos para salir, pero primero íbamos a a visitar detalladamente la Iglesia que la noche anterior no habíamos podido apreciar del todo. Antes, tuvimos que sacar boleto para el regreso...
Coco comprando boletos de regreso por ventanilla
La Suzuki, el nomenclador y la iglesia de Larramendy
Salimos por la tranquera de la estación y la señal nos daba vía
libre
Para sorprenderla, nos acercamos a la Iglesia de Larramendy por detrás, pero la verdad que nos sorprendió a nosotros......
Sola en el medio de la nada, parece un barco en el océano
De afuera no parece tan abandonada
Las fotos son elocuentes. La arquitectura y la calidad de la construcción son fuera de lo común para un paraje como éste, lo que indica que revestía alguna importancia que es muy difícil de entender con lo que se puede ver hoy por acá, puesto que lo único que hay en Larramendy, además de la solitaria estación ferroviaria, es esta iglesia y lo que debió ser la vivienda de los religiosos dentro del mismo predio. Todo no solo está deshabitado sino completamente abandonado. No pudimos encontrar referencia alguna a su nombre, a la congregación a la que perteneció (o pertenece) o al año de de su construcción. Un verdadero enigma lo de esta localidad, con iglesia y estación ferroviaria pero sin pueblo, ni siquiera un vestigio de alguna otra construcción humana.
La iglesia por dentro conserva el cielorraso de
madera, el atrio y alguno vestigios de sus hermosos mosaicos
El campanario conserva la cruz y el reloj
Habrá sido la vivienda de los curas?
Lo curioso es que si bien está en una zona aislada (sobre todo lo debía ser en la época de las inundaciones), en realidad está cerca de Curaru (unos 10 km) y de Pehuajó (unos 25 km) y pese a esto, casi nadie la conoce. De hecho yo me enteré por Coco, que vivió por la zona 50 años atrás, sino jamás hubiera sabido de ella.
Hoy, solamente las palomas la habitan en el entretecho de un increíble cielorraso de madera que sobrevive gracias a la altura que lo hace inaccesible a la depredación.
Si prestan atención tal vez escuchen a las palomas en el
entretecho
Como verán en las foto salieron a saludar a los seguramente escasos visitantes que reciben…..
Algunas de las cientos de palomas que
habitan el entretecho salen a despedirnos
Camino costeando las vías
Dejamos Larramendy con rumbo a la siguiente parada del Expreso Suzuki, la estación ABEL (CGBA).
Estación Abel, hoy una escuela rural diminuta
Abel se encuentra muy cercana, a apenas unos 8 kilómetros y a diferencia de su predecesora está habitada y en ella funciona una escuela rural, precaria, pero escuela al fin. Su entorno nos muestra construcciones derruidas que según me apunta Coco, eran los boliches de campo donde los puesteros se aprovisionaban o se juntaban a tomar un trago.
La estación y su enorme galpón desde lejos y una vista actual del
andén
El interior de la escuela (estaba así, abierta y no había nadie)
y Coco posando en la puerta
Alguna de las instalaciones derruidas que,
a diferencia de Larramendy, muestran que aquí algo había
Hoy Abel parece ser parte de
la Estancia San José, donde Coco trabajó como puestero durante su juventud. Me
cuenta que cada quince días él mismo cargaba animales a un tren jaula desde el
brete de la estación.
¡Cuantos camiones rompiendo rutas y generando
congestionamiento se evitarían si el tren se siguiese utilizando para
transporte!
La estación Abel, su galpón y la entrada de la Estancia San José
donde Coco trabajó como puestero
No sé si será una casualidad pero cuando estudiaba los mapas de la zona encontré que muy cerca de ABEL hay otra estación ferroviaria, del trocha angosta provincial, GNECCO. Como muchos recordarán hay un muy conocido y polémico árbitro de fútbol que se llama Abel Gnecco. Tendrá algo que ver con todo esto?
Fíjense, casi sobre el mismo meridiano, ABEL y GNECCO ???
Después de Abel viene Ancón, para lo cual debemos dar un gran rodeo triangular (Pitágoras juega en contra !!!) debido a que la traza ferroviaria está alambrada y además cruza por un inmenso humedal, probablemente seco como toda la zona que venimos atravesando. Los caminos están excelentes y se disfruta cada metro recorrido; la cartelería, bueno....
Le falta un poco de pintura, pero algo se lee
El terraplén ferroviario atravesando el actualmente seco humedal
entre Abel y Ancon
Pese a los casi ilegibles carteles, nos llegamos a ANCON
ANCON (1910 - 1 ó 2 habitante ) desde lo lejos tiene aspecto de pueblo: una gran arboleda, un importante edificio de una escuela y varias construcciones de ladrillo se recortan en el horizonte.
Sin embargo no escapa a la regla casi general del abandono y el desarraigo: efectivamente existe la escuela, el resto de los edificios están desiertos y la estación fue atrapada por el monte, aunque en la vivienda del Jefe de Estación encontramos a su morador, un pocero de la zona que tiene su precario cuartel general allí y que accedió enseguida a dejarnos entrar a la estación y hasta nos invitó un café.
Muy viejos edificios abandonados de alguna época de esplendor y la actual
escuela rural
El único poblador de Ancón, además de los alumnos y el personal
de la escuela
La estación se está muriendo de vieja y al igual que los árboles que han crecido por todos lados a modo de guardia pretoriana, seguramente morirá de pie como ellos. El edificio está completo y se ve que lo utilizan como depósito pero es notable como han crecido árboles en los andenes y en las vías a modo de coraza vegetal, lo que demuestra la poca gente que nada por aquí.
Ambos nomencladores, escondidos en el bosque, están indemnes. La mañana gris y el entorno parece depositarnos en un bosque encantado, donde en cualquier momento aparece una locomotora a vapor…
La estación Ancón, resistiéndose a morir y el nomenclador rodeado
por el bosquecito que intenta defenderlo
Vean como la vegetación invadió todo: el andén y las vías
tapizados de árboles
El alero vencido de la estación Ancón y una caja fuerte sobre el
andén que vaya a saber que tesoro albergó
El Expreso Suzuki saliendo de Ancón, en camino a Smith y a
Moctezuma
El viaje continua costeando las “vías” hasta que un largo rodeo a otro extenso humedal, también seco como todos los que atravesamos, nos aleja bastante del terraplén por un buen rato antes de llegar a SMITH, una de las pocas zonas pobladas del ramal.
Uno de los rarísimos sectores con vías para recordar que aquí
hubo un ferrocarril y el típico cartel de acceso al pueblo
Smith es un pueblo grande, muy tranquilo, con todas sus calles de tierra, salvo la de acceso desde la RP30 y la principal, que nos recibe un lunes feriado casi sin gente por la calle. Enseguida ubicamos la estación que parece ser una dependencia del mayorista sojero “Los Grobo” o algo así, en estado regular de conservación sin nomenclador que la identifique.
El frente de la estación Smith
Lo que fue el andén donde pasaban los trenes
Las callecitas de Smith tiene ese no se qué...
Buscamos una estación de
servicio por si acaso; la encontramos pero no tenía combustible. Igual teníamos
nafta de sobra.
Lo que teníamos era hambre, así que buscamos una panadería donde
compramos facturas y pan, ambos exquisitos, recién horneados.
Panadería "La Nueva": !Que factura y que pancitos !
Garfield vive en Smith......
Seguimos nuestro itinerario ahora con rumbo a ...
Otro típico cartel de acceso a pueblo bonaerense
Para nuestra sorpresa tanto la salida de Smith como la entrada a MOCTEZUMA están asfaltadas y además siguiendo la traza del CGBA, así que enseguida llegamos y ubicamos la próxima estación, que aquí es nuevamente un Jardín de Infantes bien cuidado. Entré por un portón sin candado y encontré el nomenclador.
Vistas de la estación Moctezuma y del infaltable nomenclador (los
tengo medio aburridos con esto pero qué se le va a hacer..)
Este pueblo también es encantador y súper tranquilo. Se respira paz y desasosiego en todas sus calles y sus viejas casas. Aquí nació el malogrado ídolo del automovilismo Turismo carretera, Roberto Mouras.
Calles de Moctezuma y viejas casas de ladrillos
Buscamos la estación de servicio, la cual casi era parte del patio de una casa y fuimos atendidos, como era lógico por la ama de casa, que nos trató tan amablemente que no estábamos acostumbrados…..
Simpática Estación de Servicio y un Ama de Casa despachando
combustible
Con el tanque lleno salimos a cazar “El Jabalí”, la próxima parada del expreso Suzuki en su largo derrotero ferroviario.