PARTE V
REGRESO CON YAPA: otra confluencia !
Nos levantamos temprano para disfrutar de la salida del sol sobre el Tontal, lo que valió la pena. Desayunamos café con leche (había llevado unos tetra para la ocasión), desarmamos todo prestamente y salimos enseguida ya que la idea era llegar lo más temprano posible a Buenos Aires; desafortunadamente el día siguiente teníamos que ir a trabajar.
Desandamos por el cauce lo que nos quedaba para llegar a la ruta 412 Barreal-Calingasta y creo que sin decirlo expresamente todos nos juramos volver para llegar hasta donde sea posible por este hermoso “camino”, que con suerte será una “nueva” ruta al Tontal.
El valle del río de Los Patos desde la bajada de la mina Don Juan
El río de Los Patos desde la ruta 412 a Calingasta, a la altura de Tamberías
Salimos hacia el norte bordeando el río de los Patos, pasando por Tamberías y Calingasta, para luego empezar a recorrer la margen sur del rio San Juan, rodeados de unos hermosos paisajes cordilleranos, calculando llegar rápido a la ciudad de San Juan.
El camino que bordea el rio San Juan
A mitad camino, un desvió hacia el norte nos alejó del objetivo como 100 km debido a que por el llenado del dique Caracoles, la vieja traza está cerrada y entonces hay que hacer un rodeo hacia el norte cruzando el río por una interminable subida por una quebrada hasta encontrar un abra que te deposita en Talacasto del otro lado de la sierra. La ruta está impecable y es muy bonita, lástima que nos “comió” más de una preciosa hora.
Párrafo aparte para Coco, cada vez que cruzábamos una vía, me obligaba a parar para inspeccionarla y soñar con recorrerla con su mítica “Zorra Pampa”.Tal vez el año próximo podamos hacer alguna epopeya de ese tipo por algún ignoto lugar, haciendo volver el “tren” a algún remoto poblado.
Lo que que queda de la Estación Talacasto
Coco encontró una vía de trocha angosta aparentemente en servicio....
Rozamos San Juan por la circunvalación, cruzamos Caucete donde compramos unos exquisitos vinos pateros y enfilamos por la ruta 20 hacia San Luis. Sin embargo faltaba la yapa. Había visto que en los mapas de Viajeros, estaban los tracks de cuando capturaron años atrás la 32°S 68°O, así que al llegar a ellos nos mandamos a tratar de hacer una confluencia más.
Serpenteantes huellas en el momento, nos hacían imaginar que estábamos en el Dakar mientras arrimábamos a la confluencia, a la que después de cruzar unos arenales le pudimos poner las chatas encima, como pocas veces ocurre.
Las chatas y nosotros encima de la confluencia misma. Gustavo, cazador por segunda vez.
Sin desandar el camino encontramos otra huella que nos sacó a la ruta y a la sombra de los pocos árboles a la vera de la ruta le dimos a la tercera gran picada del viaje para festejar la segunda confluencia al hilo.
El camino de salida
La picada final
Luego sólo quedó enhebrar los casi 1000km que faltaban para llegar, los cuales si bien cansadores, los fuimos llevando hablando por radio cada tanto.
Yo llegué a casa a las dos de la mañana y Gustavo un poco antes, ambos cansados pero recontracontentos con el viaje que nos mandamos, sobre todo por tener la certeza que habíamos descubierto un nuevo y prometedor lugar para hacer travesías y porque armamos un grupo de diez, al más puro estilo suzuquero.
Volveré, volveré a tus tardes San Juan,
cuando junte el otoño
melescas de soles allá en el parral...
Volveré siemprea San Juan a cantar
Un poniente de largos sauzales
me busca la zamba para recordar,
esas viejas leyendas de piedra
y silencio que guarda el Tontal
Pampa
Diciembre 2008