EXPEDICIÓN HUARACO Y NAVARRETE
OTRA SEMANA SANTA EN EL NORTE NEUQUINO
CAJÓN DE LOS NEVADOS
Pampa del Rayo, donde nace el río Barrancas
En el ingreso al paso del Cajón de los Nevados se tiene una hermosa panorámica de la Pampa del Rayo, la cual aloja las lagunas Fea y Negra, a la postre las fuentes del río Barrancas. El famoso tajo del arroyo Puente de Piedra impresiona y activa la curiosidad. Otra excusa más para volver al norte neuquino.
La entrada al Cajón de los Nevados nos deleita con una gran cantidad de cóndores haciendo exhibiciones aéreas que nos hacen bajar mucho el promedio, debido a las detenciones fotográficas y tal (me contagió Pepe). Pocas veces se ven tantos y tan activos. Claro, el día era espectacular para volar.......
Nave insignia del grupo
No me digan que no parece un ballet acrobático de cóndores
Puerta de ingreso al Cajón de Los Nevados y otro vado más
Macizo andino lleno de condoreras y un "pequeño" rebaño de ovejas
Una de las tantas detenciones a admirar los paisajes
Como no había piedras suficientes le agregamos algunas a los rezagados....
El camino viene subiendo por el tajo que se ve en la foto derecha, mientras uno se deleita con las panorámicas
Cercanías de la laguna de La Burra
Al llegar a la zona más alta del cruce nos proponemos visitar la laguna de La Burra y el cajón homónimo, para lo cual abandonamos la ruta (¿?) y salimos a buscarla por donde se pueda.
Después de un par de intentos conseguimos acceder a un alto mirador que nos descubre la laguna y el arroyo de La Burra y las cumbres nevadas del cerro Crestón.
Trepando hacia "nuestro" mirador
Panoramas de la laguna de La Burra, desde "nuestro" mirador
Cerro Crestón (3620 msnm)
Pepe y Pampa en el mirador de La Burra y las chatas en el respectivo "parking"
Bajando desde el mirador
Miramos el reloj y el trayecto completo que habíamos estimado en 6 ó 7 horas ya nos había insumido ese tiempo y faltaba aún mucho por recorrer, así que con todo el dolor del alma, decidimos no desviarnos más de la ruta trazada.
Las lagunas Mellizas y la increíblemente bella laguna Malambo quedarían afuera del recorrido esta vez.
Desde el techo del paso a 2900 msnm
Pasamos el abra apenas por encima de los 2900 metros y empezamos a bajar los caracoles de piedra laja que nos depositarían en el cajón del Crianza y de allí a Los Cerrillos a la vera la laguna Varvarco Tapia.
Bajando los caracoles rumbo al Crianza
Cajón del Crianza
Párrafo aparte para el camino: quien se aventure por aquí debe saber que la dificultad son las filosas piedras lajas que hay que pisar. No recomiendo hacerlo con gomas ruteras o que no tengan un robusto dibujo ya que es más fácil romperlas que pasar sin dañarlas; un auto alto tracción simple puede pasar si el que maneja tiene algo de experiencia en piedra y …. Paciencia con mayúsculas.
Al llegar a laguna Varvarco Tapia pude resucitar algo que en mi viaje anterior había sido evitado por un puente y un tramo de camino: el largo vadeo, poco profundo pero impactante, de dicha laguna que había leído en relatos anteriores. El camino se podía ver, así como el puente del arroyo que la une con su hermana mayor Varvarco Campos pero estaban como abandonados.
Imágenes y video del vadeo de la laguna Varvarco Tapia
Ahí nos reagrupamos disfrutando del paisaje para tomarnos unas cervezas, mates, cafés, tortas y no sé que otras cosas más que salían de las chatas “como porotos de las chauchas”.
Vean que mal la pasamos....
Reemprendimos el camino a Pichi Neuquén con la esperanza de llegar con luz al menos a su confluencia con el Neuquén y poder armar campamento.
No llegamos a asomarnos a la laguna Varvarco Campos (otra para la próxima…), pero a partir del desvío de acceso a la misma, la RP43 atraviesa literalmente las nacientes Río Neuquén y se comienza a rodar por su cauce por muchos kilómetros.
Es una experiencia interesante porque uno va viendo el nacimiento y desarrollo de un importante río desde sus entrañas. Primero es un amplio cauce seco lleno de piedras por el que discurre la “ruta”, probablemente con alguna vertiente subterránea invisible, luego pequeños hilos de agua van haciendo su modesto aporte hasta que conforman un pequeño único cauce, el cual debemos vadear repetidas veces para esquivar las infinitas piedras.
Exactamente este es el paisaje de las nacientes del río Neuquen
Pasan los kilómetros y el cauce seco se va transformando....
Antes de la confluencia con el Pichi Neuquén ya es un río adolescente
Arroyos un poco más importantes también rinden su tributo a medida que avanzamos y lo van ensanchando lentamente hasta que se convierte en un curso de agua que empieza a no pasar desapercibido y hace más largos los vadeos que poco van desapareciendo ya que el camino se traslada sobre las orillas y toma altura sobre la margen oeste a medida que el río se va convirtiendo en adulto, lo que considero que logra al recibir el aporte del Pichi Neuquén que ya trae un caudal considerable.
Puente sobre el Pichi Neuquén y al fondo el puesto de Gendarmería Nacional
El Pichi Neuquén ("Pequeño Neuquén") lo cruzamos a través de un puente tipo “Bayley” que tabletea a nuestro paso mientras fijamos la vista hacia el oeste por el valle que lo conduce ya que por allí intentaríamos ir a sus nacientes, la laguna Navarrete, nuestro segundo objetivo del viaje.
La primer parte del valle nos permite avanzar muy fácilmente presagiando pocas dificultades, aunque claro está, ya la luz empezaba a escasear y entonces todos los gatos son pardos y así salen las apreciaciones. Encontramos un buen lugar para acampar y con los últimos rayos de luz armamos el campamento en sus orillas bajo el reparo de unos pequeños arbolitos.
De nuevo le dimos a lo quedaba de los chivos, ya que era hora de acabarles el paseo. Pepe nos deleitó con un tocino ibérico de cerdos criados a bellotas, lo que sumados a los quesos salamines, empanadas, etc. armaron otra pantagruélica cena.
Las caras lo dicen todo
Botellas de cerveza, vino y champagne en cantidades industriales regaron la noche hasta que de a uno fuimos cayendo como piedras a dormir en las carpas y en las chatas.
Solamente quedé yo tratando de comunicarme por HF utilizando mi licencia de radioaficionado (LU7ESR/Y), lo cual al cabo de muchos intentos finalmente logré, haciendo contacto bidireccional en 3690 MHz con estaciones de Bariloche y Mendoza. Es realmente muy emocionante estar en esas soledades cordilleranas y poder hacer comunicados con otros colegas radioaficionados mediante el “4x4” de las comunicaciones: una estación móvil de HF.
La noche estaba espectacular y pese al cansancio no tenía sueño, así que apagué el equipo, me hice un café y me fui a caminar a la vera del río alumbrado por una luna que hacía de día la noche. Caminé hacia donde íbamos a tener que avanzar mañana por casi un kilómetro y caí en la cuenta que estábamos condenados al fracaso: piedras enormes, mallines y largos vadeos iban a hacer muy difícil pensar en llegar en un sólo día a la laguna Navarrete.
Me fui a dormir pensando en cuales serían las alternativas para el día que nos quedaba. Lima Uniform Siete Eco Sierra Romeo barra Yanqui cerró su transmisión y sus ojos por el día de hoy…….