A las 8:00 de la mañana, frente a la estación CAÑUELAS nos congregamos las cinco tripulaciones y conformamos un "Expreso Suzuki", con una locomotora de 5 puertas y el resto “vagoncitos” de 3 puertas.
Gustavo y Rosalía (GV 3P gris)
Leo y Marcela (GV 3P bordó)
Néstor y Alejandra (Vitara JLX 3P azul)
Rolo y Natalia (Vitara JLX 3P azul “La petisa”)
Pampa y Adriana (Vitara JLX 5P “Pampa 01”)
El clima no era de lo mejor ya que si bien no estaba muy frío, el cielo se presentaba cubierto con pronóstico de lloviznas y lluvias. Sin embargo la ventaja era que no sufriríamos el polvo habitual y tal vez nos divertiríamos con un poco de barro, cuidando de no estropear los caminos vecinales innecesariamente.
CAÑUELAS es una excepción a lo que estamos acostumbrados a ver: en casi una hora que estuvimos ahí presenciamos la parada de varios trenes de carga y de pasajeros pese a ser un domingo temprano. La estación está bien mantenida y en actividad, lo que la hace rara para nuestra realidad ferroviaria.
El pueblo de CAÑUELAS fue fundado en 1837, pero el origen del nombre se remonta a 1770 cuando el Virrey Vértiz en una expedición a la región encontró en las márgenes del arroyo que corre por su cercanías, unas plantas de cañas “chusqueas” denominadas en España “cañuelas”. Esta vez la estación tomó el nombre del pueblo, que existía de antemano.
Pese a la demora de uno de los vagoncitos a gas, a las 8:50, veinte minutos después de lo planeado, salimos con rumbo claro y tiempo de viaje desconocido, ya que la idea era ir viendo qué encontrábamos y detenernos todo lo que sea necesario para curiosear y fotografiar.
Salimos de CAÑUELAS por la tierra, pasando frente a importantes estancias, algunas con opulentas edificaciones; en algunos tramos apareció el deseado barro lo que nos presagiaba divertidas horas de manejo, aunque luego no fue así.
URIBELARREA
El pueblo de URIBELARREA fue asaltado por retaguardia, ya que generalmente los turistas aparecen desde la RN 205, pero nosotros le entramos al revés.
Era muy temprano para un domingo así que casi no había nadie por las calles y estaba todo cerrado. El pueblo parecía desierto y detenido en el tiempo.
Fue fundado como colonia agrícola en 1890 en campos de Don Miguel Nemesio de Uribelarrea, quien donó los terrenos para la estación ferroviaria, la iglesia y una colonia agronómica para los Padres Salesianos.
Nos encaminamos a la estación ferroviaria, devenida en Destacamento Policial, lo que si bien no es lo ideal al menos le proporciona una segunda vida útil aprovechándose para la comunidad.
Por este ramal pasan trenes de pasajeros esporádicamente lo que hace que las vías estén brillantes, pero no es suficiente para permanezca viva ferroviariamente hablando.
Dada su proximidad a la RN 205 y al impulso de algunos viejos y otros nuevos pobladores se ha convertido en uno de los sitios más de moda para el turismo rural y la gastronomía campestre. Mas información en http://es.wikipedia.org/wiki/Uribelarrea y en http://www.uribelarrea.com/
Siguiendo nuestro plan, no volvimos a la RN 205 y nos encolumnamos por el viejo camino de tierra a LOBOS, que sigue parcialmente las vías, donde nos recibió un cartel de advertencia respecto a un peso máximo de 3000 kg por puente deteriorado. Interesante.
Unos kilómetros más adelante apareció un inofensivo curso de agua, el arroyo del Toro, donde un puente sin barandas venía precedido de más carteles del mismo tipo al mencionado. El aspecto no era el mejor pero desde el camino no evidenciaba problemas: todos los puentes de este tipo se ven iguales. No obstante paramos a curiosear su estructura, invisible desde arriba y allí encontramos el porque de las advertencias.
El puente tiene tres pilares de ladrillos, uno de los cuales está descalzado y partido al medio. Ya eso solo lo hace peligroso, pero al mirar la estructura, resulta que… es de madera y está toda vencida y deteriorada !!
Si en los carteles, ponen una foto de lo que veíamos, sería mucho más efectivo: muchos no se atreverían a cruzarlo ya que está “mirame y no me toques”.Seguramente alguna vez alguien subestimará su peso y caerá al arroyo con total seguridad.
Seguimos adelante y el mapa del IGM nos muestra un APEADERO KM 88 alejado de nuestro derrotero pero con una huella accesible, así que vamos por él.
Cerca del paso a nivel, coincidente con lo que dice el mapa, tratamos de encontrar los vestigios del apeadero y sólo hallamos una alcantarilla y una estructura que parece ser el apoyo de un cargadero de animales en una vía secundaria. Si hubo algún andén no pudimos encontrarlo.
El camino ahora sigue pasando por el frente de varios establecimientos rurales y desemboca en la RN 205 en la entrada a LOBOS, estación que dejamos de lado con la idea que eventualmente la visitamos al regreso, ya que no ofrece ninguna dificultad.