SIN ASFALTO RECORRIENDO RAMALES OLVIDADOS
A las 5:30 del Jueves Santo lo pasé a buscar a Coco por su casa y salimos, pese al pronóstico de lloviznas y neblinas. Felizmente no fue tan grave y la ruta 205 nos permitió viajar sin problemas. Paramos para mantener el tanque lleno en SALADILLO y de ahí le apuntamos a BOLÍVAR, con la idea de empezar por la tierra antes del arroyo Vallimanca, por la traza vieja de la RN205, aunque no había vías por ahí. Desistimos al encarar este acceso porque había mucho barro y nada por delante hasta BOLÍVAR mismo; no tenía sentido hacer el esfuerzo por nada, más allá de la diversión.
El acceso a MARIANO UNZUÉ, al costado de las vías estaba igual de feo pero ahora sí había un potencial objetivo agregando una estación a la larga cadena prevista. Nos metimos por ahí dando inicio al recorrido propiamente tal.
Primera parada, MARIANO UNZUÉ (#01) un pueblo muerto con muy pocos habitantes, aunque por cierto muy amables. La estación en sí parecía fuera de servicio pero evidentemente estaba habitada y muy cuidada. Nos llamó la atención que estaba toda abierta pese a que nadie respondió a nuestros llamados. Igual que en Buenos Aires. Entramos, sacamos fotos y respetuosamente nos fuimos.
Mientras recorríamos lo poquito que hay en el pueblo que debió haber conocido mejores épocas de esplendor ya que hasta Club Social y Deportivo tuvo, vimos un taller mecánico lleno de cosas viejas, entre ellas una zorra ferroviaria y un Ford “A”, así que paramos a curiosear. El mecánico, uno de los escasos habitantes del pueblo, nos atendió muy amablemente y nos mostró todo lo que tenía por ahí. Nos contó que él repara algunos equipos ferroviarios de Ferrobaires a cambio del usufructo de algunos predios para que pasten sus animales, por eso la zorra estaba ahí. El Ford “A” estaba en venta y funcionando: pedía 6000$.
Mientras charlábamos con el mecánico llegó en una moto el morador ausente de la estación quien nos contó que por allí pasa un tren diario de pasajeros y que si le hacen señas, para a levantar pasajeros (Unzué es un aparada “facultativa”, es decir que el tren para si le avisan). En realidad, él está cuidándole la casa al ex-jefe de la estación que está circunstancialmente enfermo en Bolívar. Excelente comienzo !
Ahora vía libre a BOLÍVAR (#02) por un arenoso camino con muchos charcos hasta llegar al aeródromo donde apareció el asfalto que no queríamos, que nos introdujo en la prolija ciudad bonaerense, capital nacional del voleibol.
La estación, bien conservada, está como a un costado del pueblo y se nota que está en actividad: recibe un tren de pasajero lunes a jueves como terminal y uno pasa de largo a DAIREAUX los viernes; claro, cuando andan...
De hecho, pese a ser un feriado, encontramos una camioneta de mantenimiento de Ferrobaires trabajando, que pasaba por la estación, con su ingenioso sistema hidráulico que la convierte en un “anfibio” vial-ferroviario. Me pregunto a qué gremio estará afiliado el chofer....