SIN ASFALTO, POR RAMALES CAÍDOS EN EL OLVIDO
SALAZAR - MONES CAZON - ASTURIAS - MAGDALA - GIRONDO
Seguimos. En algún momento cruzamos la traza del Rosario – Puerto Belgrano (próximamente lo recorreremos) caracterizada por los puentes reticulados dobles de diferente luz que la hacen inconfundible. Así entramos a SALAZAR (#25), ya un pueblo de cierto de tamaño con calles asfaltadas que nos luce su vieja estación pintada de celeste y blanco, aparentemente funcionando como una escuela. Al ser un feriado es difícil adivinar si no hay carteles.
Ya era bastante pasado el mediodía así que antes de arribar a la siguiente hicimos una breve escala para almorzar en una arboleda al lado del camino. Aprovechamos para recalentar el pollo al disco de anoche y le agregamos arvejas para estirarlo. Estaba para chuparse los dedos…
Y después de almorzar continuamos, ahora hacia MONES CAZON (#26). Allí otro viejo y tranquilo pueblo muy parecido a SALAZAR, nos recibe con su estación pintada de rosa y blanco, tambien convertida en una escuela. No obstante no está tan cuidada como nos tenían acostumbrados las anteriores. En MONES CAZÓN nos llamó la atención un enorme galpón con el clásico logo de Ford, seguro testigo de esplendores pasados.
Después de una serie de rodeos, ya que no podíamos copiar la desaparecida traza ferroviaria, el próximo destino fue ASTURIAS (#27) donde la estación se ha convertido en una coqueta vivienda campestre particular aparentemente dentro de una estancia. Entramos por la tranquera abierta, curioseamos, sacamos fotos y nadie apareció. En lo que sería el frente de la estación hay un pequeño caserío que no llega a ser un pueblo.
MAGDALA
MAGDALA (#28) es la siguiente parada de nuestro expreso imaginario. No hay claros caminos entre Asturias y Magdala: sólo huellas poco transitadas y encantadoras, pero claro ¿a quien se le puede ocurrir hacer este periplo?
MAGDALA nos recuerda a Buchanan ya que es un edificio del mismo tipo, sólo que mejor conservado. Se ve que hasta aquí alcanzó el presupuesto original para las sólidas y lujosas estaciones de estilo francés del CGBA. Aparentemente el edificio es usado como un Jardín de Infantes y como curiosidad, no llegan trenes sino que llegan barcos, como se puede apreciar sobre el andén.
Típico pueblo de campo, es tan campestre que los carteles de las calles están todos construidos de discos de arado, toda una rareza que por supuesto es muy simpática.
MAGDALA se conecta con la RP65 con un ancho camino de tierra paralelo a la traza que nos conduce a la próxima estación, GIRONDO (#29), la cual nos cuesta ubicar porque parece que se la tragó el monte. Al final, GPS mediante, la divisamos entre la profusa arboleda y entramos a pie a verla.
Efectivamente se la tragó el monte lo que permitió a que pese a estar completamente abandonada, permanezca sustancialmente intacta: tiene todo sus atributos, sus carpinterías, sus pisos y hasta algo del mobiliario original. Inclusive pudimos jugar a que abríamos la boletería y que el “fantasma de Coco” me vendía un pasaje a Buchanan.
Parece haber sido usada bastante tiempo atrás como vivienda y curiosamente no pudimos encontrar los nomencladores, se ve que alguien se los llevó para adornar su propiedad. Pensábamos con Coco que bien vendrían todas esas aberturas para Buchanan, seguro que encajan a la perfección. Y si hablamos con ADIF?
La siguiente parada tendría un condimento especial: BELLOCQ (#30) no sólo era una estación más del recorrido sino que el pueblo alberga la famosa iglesia melliza de Larramendy, de la cual ya tuve oportunidad de contar su historia en mi página web. (Para leerla o releerla, clic aquí)