NO AL ASFALTO, PERSIGUIENDO TRENES FANTASMA
01 al 03 de Abril de 2010
JUEVES SANTO (Tramo Blanca Grande - Mapis)
De nuevo el camino paralelo al terraplén nos lleva a la RN 226 donde llama la atención el gran viaducto que le pasa por encima, seguro construido después que se levantaran las vías, como si alguien pensase en su reactivación…
BLANCA GRANDE (#9) nos esperaba más adelante, también en el partido de Olavarría. Otro pueblo agonizante que debió tener su pequeño esplendor pasado, ya que hasta apreciamos una precaria estación de servicio YPF, que creo que no es A.m./P.m
Está muy cerca del conocido pesquero laguna Blanca Grande, del cual seguramente tomó su nombre el poblado. Esta zona, en la época de la guerra con los indios fue el asiento de la Comandancia de la frontera sur de Buenos Aires.
El aspecto de la estación y su predio son parecidos al de SAN BERNARDO; se ve que alguien la está habitando, ya que una antena de Direct TV asoma por sobre el techo, pero cuando pasamos parecía desierta. Nos llamó la atención lo que a partir de aquí sería una constante: molinos tumbados por el viento; en este caso parecía haberse agachado para tomar agua del tanque…
Seguimos nuestro derrotero por el ramal, cruzando el importante arroyo Brandsen, afluente del arroyo de Las Flores, donde había gente pescando. Al ir avanzando, por entre los pastizales empezamos a ver señales y carteles ferroviarios que hacía rato no encontrábamos. Claro, la siguiente parada era RECALDE (#9), también del partido de Olavarría, donde confluye otro ramal que, activo, llega desde Bolívar y luego continua hacia General Lamadrid. En algún momento, cubiertas por la vegetación, unas lustrosas vías se incorporaron a nuestro terraplén vacío sin darnos cuenta.
Además de estación de trenes activa, RECALDE tiene estación de servicio y es un pequeño pueblo rural con calles de tierra. La estación ferroviaria, cuyo nombre deviene de los propietarios anteriores de las tierras, Damián Recalde y Hermanos, era un importante nudo ferroviario que ligaba al ramal que recorríamos desde Saladillo con el que acabo de mencionar, Bolívar - Lamadrid. Todavía tiene algo de actividad propia porque hay oficinas de Ferro Expreso Pampeano; inclusive vimos una cuadrilla que acaba de guardar una zorra en uno de los depósitos, que seguramente venía de mantener las vías. Saliendo del pueblo hacia el sudoeste se puede ver el la bifurcación de los ramales a Lamadrid y a Huanguelén, uno activo y el otro no.
Nosotros seguimos por el inactivo con rumbo al enigmático MAPIS (10#); el camino costero del terraplén estaba muy poco transitado y tenía bastantes charcos producto de las lluvias de días anteriores. Se notaba que nos adentrábamos en zonas olvidadas… Y así apareció MAPIS, un minúsculo pueblo fantasma cobijado por una profusa arboleda.
Como reza un bastante nuevo cartel a la entrada pertenece al partido de Olavarría; el nombre deviene del donante del terreno que ocupa la estación, Don José Mapis.
La estación está bastante entera pero abandonada; sólo se ve habitada una construcción ferroviaria un poco más alejada y también algo de actividad en un viejo almacén de ramos generales, donde vimos un niño jugando en la vereda.
Cuando terminé sacar fotografías de siempre y me aprestaba a partir, un paisano solitario se acercó caminando y cuando lo saludé se arrimó a conversar. Era Don Mario Luna, uno de los seis habitantes de MAPIS, que nos estrechó respetuosamente las manos y empezó a contarnos ininterrumpidamente pequeñas historias del pueblo, después que nosotros le contamos que hacíamos allí, casi como un monólogo.
- Hasta ayer éramos siete habitantes adultos, ahora somos seis. Cada vez quedamos menos, no hay nada que hacer acá y la gente se va. Yo estoy jubilado y me vine a vivir acá para estar tranquilo, antes vivía en Recalde. - nos dijo sin que le preguntemos nada.
- Como si en Recalde la vida fuera muy agitada para tener que mudarse – pensé para mis adentros sin llegar a decirlo
- En la escuela hay sólo tres chicos: uno en jardín de infantes y dos en primaria, con dos maestros - nos siguió contando
- La escuela ideal – pensó Adriana con su visión de maestra de muchos años de renegar con los chicos
- No saben lo contento que me pone alguien nos visite y se interese por estos olvidados lugares. Por acá casi no viene nadie y no saben lo lindo que es para mí poder charlar con alguien diferente a nosotros seis. - concluyó
Parece mentira, al final estamos en la provincia de Buenos Aires a no más de 100 km de Olavarría y hay gente que vive en un mundo de seis habitantes. Por ahí apareció caminando otro vecino y Mario a los gritos lo invitó a conversar con los “forasteros”. En un santiamén tomamos contacto con el 33% de la población de MAPIS.