TRES VOLCANES EN MINIATURA

17 al 20 de Junio de 2011

                Como ya conté otras veces, el oeste pampeano me tiene atrapado; no es casual que la portada de mi página incluya el momento en que nos encaramamos en la cima del volcancito Agua Poca, allá por el 2008, en mi recordada expedición del mismo nombre.

                Hacía bastante que no me arrimaba por esos pagos, así que no quedó otro remedio que volver a estudiar los mapas de la zona y armar una travesía agregando alguno de los objetivos que siempre quedan colgados. Uno de ellos era el siempre postergado acampe en el cráter del Agua Poca, que desde que lo conocí lo tuve en la mira y otros posibles como hacer cumbre en los otros dos pequeños volcanes de la zona, el Escorial y el Nido, que habíamos divisado desde la cima del primero mencionado.

                Así nació la travesía TRES VOLCANES EN MINIATURA. La fecha sería el fin de semana del Día del Padre, ya que ya tengo solucionado el permiso familiar argumentando que “salir de travesía es el mejor regalo que me pueden hace”. Pablo Anastasio tenía sus francos laborales rotativos alineados con esa fecha, así que la masa crítica ya estaba.


El triangulo volcánico del oeste pampeano, objetivo de la expedición

                Varios amigos del Suzuki Club que estaban en lista de espera fueron invitados y es así como se formó un lindo de grupo con experimentados y novatos en esto de acometer viajes por zonas desérticas. Está bueno incorporar nuevos integrantes a estas expediciones para que se multipliquen este tipo de viajes y se puedan dar a conocer más rincones ocultos de nuestro querido país.

                Quedamos entonces cinco chatas ´japonesas con mayoría suzukera, a saber:

  • Nippur con Adrián en la JIII

  • Hernán con su hijo Juanjo en una SW4

  • ErnestoXL sólo en su Suzuki XL

  • Pablo Anastasio en su Toyota Hilux

  • Pampa con Rolo en la Pampa 02


Nippur con Adrían


Pablo Anastasio y Ernesto XL


Pampa y Rolo

Hernán y Juanjo

                La idea era estar bien temprano el sábado 18 en la YPF que está en el final de la Ruta del Desierto para llenar los tanques y los bidones, ya que luego tendríamos entre 500 y 600 km sin reabastecimiento externo. Como todos teníamos expectativas de horarios y lugares de salida diferentes, el punto de encuentro se estableció en la YPF que está dentro de General Acha a las 6:30 del mismo sábado y recién allí salir todos juntos en caravana.

                Nippur y Adrián junto con Hernán y Juanjo salieron el viernes después de mediodía e hicieron noche comodamente en Gral Acha, ErnestoXL hizo algo parecido pero desde Mar del Plata, mientras Pablo salió muy temprano el mismo sábado desde Bahía Blanca. Rolo y yo salimos a las 20:00 del viernes desde Florencio Varela y viajando tranquilos, relevándonos cada dos horas, a las 4:00 del sábado estábamos durmiendo en la chata en General Acha.


Nippur, Adrián, Hernán y Juanjo, viernes a la noche en Acha


Pampa 02 recargando combustible y luego encontramos un hueco entre dos camiones para dormir un rato

                A las 6:30 todos estábamos puntualmente desayunando en el lugar de encuentro y salimos a horario todos juntos; por suerte no había niebla, así que a las 9:00 de la mañana ya estábamos cargando combustible en la YPF de la Ruta del Desierto. Primer problema a resolver: despachaban de a 100$, con lo cual estábamos al horno para poder encarar la vuelta prevista. Febriles gestiones con los playeros hasta que los convencimos de dejarnos hacer una segunda vuelta después de un tiempo prudencial. Para otra vez, hay que considerar la posibilidad de repostar en Chacharramendi o en La Reforma para achicar la carga aquí. Hacía mucho frío y estaba todo nublado pero todo estaba en orden.


El grupo se armó del todo en General Acha, puntualmente a las 6:30


Amanecer en la Ruta del Desierto


Pampa 02 liderando la caravana


En la YPF de 25 de Mayo, después de resolver el primer escollo, la escasez de nafta

                Partimos antes de las 10:00 primero rumbo a Puelén, donde dejamos el asfalto por los próximos dos días. Rápidamente encontramos el track previsto para dirigirnos al puesto Jagüel de Maya y también rápidamente apareció una tranquera con candado que nos cerró el paso. La Aguada de Acha de dónde se alimenta el manantial de Puelén no la íbamos a poder visitar y tuvimos que empezar a improvisar, que era una de las posibilidades. En lugar de dirigirnos directamente al NO, nos torcimos primero hacia el norte y en la primer huella que salía para el oeste nos metimos sin saber hasta dónde podríamos hacerlo. Es lo lindo de andar investigando.


Rolo y Pampa por la RN 151 rumbo a Puelén

                Por suerte la nueva huella no tenía tranqueras y lentamente nos fuimos acercando a la que habíamos extraído del Earth Google hasta que logramos volver a pisarla. Hacia atrás se veía transitable por lo que posiblemente la única dificultad hubiera sido la tranquera cerrada. La huella era muy entretenida, con sectores arenosos de carácter “dakariano” que hacían las delicias de los pilotos. El paisaje ya era el típico del desierto pampeano, con alpatacos y jarillas por doquier, dejando vislumbrar la meseta basáltica a medida que avanzábamos; en el horizonte ya se podían ver a lo lejos los volcanes de la Payunia, encabezados por el Payún Matru.


Una hermosa huella arenosa bien "dakariana"

 
Chatas internándose en el oeste pampeano


Pampa 02 en su hábitat natural, el desierto


Allá están los volcanes ! , nos señala Hernán


A la izquierda, el Escorial, a la derecha, el Agua Poca, ambos en La Pampa

 
El Nido y el Escorial

 
El Nido, en Mendoza

                En una bifurcación, nos bifurcamos en dos grupos:  Rolo y yo nos fuimos a investigar una de las huellas y el resto se fueron por la otra, que coincidía con la prevista. Como las dos apuntaban más o menos para el mismo lado, quedamos en encontrarnos en el puesto Jagüel de Maya. Estábamos conectados por VHF pero al cabo de un rato perdimos contacto, así que los que supuestamente estábamos adelante, nos subimos a una loma cerca del Puesto La Arabia y nos quedamos a esperar.

                Desde allí ya se podían ver los tres objetivos del viaje: los volcanes en miniatura El Nido, El Escorial y el Agua Poca.

                No había mucha diferencia en el recorrido nuestro y el del resto ya que mirando el GPS eran más o menos equivalentes, así que nos preocupamos un poco por la demora, lamentando habernos separado sin necesidad. Al cabo de unos minutos volvió a aparecer la señal de VHF confirmando que todo estaba bien, pero que se habían encontrado con un pedregal que los obligó a marchar muy despacio. Reagrupamos y en caravana llegamos finalmente al puesto Jagüel de Maya, que yo ya conocía de otra incursión que hicimos en 2005 desde Mendoza.

 

Estás en 1) Enlace a Puesto Jagüel de Maya (Mendoza)

 LO DEL PAMPA Página Central de TRES VOLCANES 2) Ascenso a el Nido

 

                Tan pronto como paramos frente a la casa, hizo su aparición Don Alfredo Pérez, primero desconfiado pero al reconocernos de aquella vez (tanta gente no pasa por aquí) se puso a conversar animadamente con todos nosotros. Le contamos de nuestra intención de ir a escalar El Nido y nos informó que no estaba en su campo pero que no tenía problemas en franquearnos el paso para llegarnos hasta lo del puesto vecino, donde Don Moisés Sánchez, si estaba, seguramente nos dejaría entrar. Nos recomendó que si no lo encontrábamos, cosa poco probable, nos volviéramos porque no quería tener problemas con él, lo que le prometimos hacer al pie de la letra aunque nos tuviéramos que volver con las manos vacías. Le dijimos que pasábamos al regreso, aunque nos previno que iba salir a andar a caballo y que tal vez no lo encontraríamos.


Postales del Puesto Jagüel de Maya


Animada charla con Don Alfredo Pérez, con mapa en el piso incluido


El Suzuki Club y la Toyota de Pablo en Jagüel de Maya

                Don Alfredo nos indicó por dónde ir, que no tan sorprendentemente, coincidía con nuestro relevamiento teórico. Cruzamos dos tranqueras y nos llegamos al puesto del campo los Piquillines, donde por suerte estaba Don Moisés y tal como nos había dicho con Alfredo, no tuvo problemas en dejarnos pasar; incluso nos invitó a pasar a tomar unos mates.


Ya no había caminos, sólo hermosas huellitas con vegetación al medio


Moisés Sánchez conversando con ErnestoXL y con el Pampa

                A partir de ese punto el track teórico erá sólo eso ya que las fotos satelitales del Earth Google son muy pobres. Sin embargo, había una huella que lleva hacia el norte que si las tranqueras están abiertas permite llegar a Chos Malal. Por las dudas Don Moisés nos alertó que estaban cerradas y que volviéramos sobre nuestros pasos, aunque de todos modos no era nuestra idea ir por allí.

                Esta huella discurre por entre afloraciones basálticas desparramadas que permiten esquivarlas con serpenteantes rodeos mientras íbamos viendo como arrimarnos al Nido. Cuando estábamos a 2,2 km en línea recta, pareció que era la mejor oportunidad de acercarnos y nos largamos a campo traviesa esquivando matas espinosas y más afloraciones basálticas. Luego, desde arriba el cerro, veríamos que en realidad íbamos atravesando bocas volcánicas pero a nivel de piso.

                Nos arrimamos hasta donde pudimos, ya que el piso estaba tapizado de grandes piedras asentadas sobre arena. Ni la superbaja de la Pampa 02 podía subir, sólo creo que a malacate, pero no valía la pena.


El Nido empieza a verse un poco más cerca,


cada vez más cerca...



A campo traviesa lo empezamos a tener al alcance de la mano

 
Y finalmente nos llegamos hasta su base y ...


y nos encaramamos en sus laderas...


hasta que el terreno, entre arenoso y pedregoso nos frenó

                Dejamos las chatas y nos fuimos para arriba casi a la carrera. El perfil del volcancito era tan atractivo que todos queríamos ver que había en la cima. Y no nos defraudó: la boca del volcán era una perfecta corona de negra y porosa piedra volcánica de aproximadamente unos 150 metros de diámetro y el cráter en sí, una hoya redonda de unos 20 metros de profundidad, tapizada de vegetación. Sobre el lateral oeste, la corona es un poco más baja que el resto, lo que muestra por donde se derramó la lava, millones de años atrás. La verdad que es una sensación única pasear por dentro de un cráter, pese a que se trata de un volcán en miniatura.


Las chatas empezaban a verse chiquitas a medida que ascendíamos


Hacia el oeste, la Payunia se comenzaba a adivinar bajo el cielo brumoso

 
Los labios del cráter parecían de libro: roca volcánica prolijamente amontonada en forma circular

 
El cráter es una amplia hondonada de unos 150 metros de diámetro cuyo derrame hacia el oeste permite ver la Payunia

 

Cómo sustraerse de ir a caminar por dentro de un cráter?

                Sobre el borde, en la parte más alta, una típica “mesita” de las que instalaba la gente del IGM para hacer triangulaciones y lo más llamativo, mucha vegetación quemada. Seguramente al ser el punto más alto de la zona, cuando hay tormentas eléctricas todos los rayos caen aquí.

                Nos quedamos un buen rato ahí arriba, disfrutando de una hermosa vista de la Payunia y de los otros dos volcanes en miniatura: el Agua Poca y el Escorial.


La típica mesita del IGM, que siempre nos recuerda que nunca seremos los primeros en alcanzar estos sitios

Los próximos objetivos del viaje, el Escorial y el Agua Poca se veían claramente hacia el este


El grupo completo en la cima del Nido

 
ErnestoXL y Nippur acodados en la mesita del IGM, un clásico

 Pampa, con el banderín de Racing (única forma de llevarlo a la cima) y quien será ese todo despeinado?  Jajajaja

 
Una pequeña caverna sobre la parte interna del cráter, usada por animales para cobijarse...


La parte más alta es de apenas 923 metros, pero como todo es relativo, parece la cima del mundo


El vertedero de lava y las bocas secundarias de la zona circundante al Nido

                Al final nos dimos la vuelta completa por la corona, lo que se ve claramente al montar el track sobre el Earth Google y bajamos por el lugar donde desbordó la lava; tal vez por ahí se podría intentar trepar con las chatas ya que la pendiente es un poco menor. No lo vimos desde la cara este donde nos detuvimos un rato antes.


El track que muestra por donde anduvimos, lindo no?

                Festejamos nuestra primera conquista volcánica y desandamos el camino, pasando a agradecerle a Don Moisés el habernos permitido darnos el gusto de trepar al Nido. Charlamos un rato con él, nos contó que hacía sólo seis meses que estaba allí (efectivamente el puesto se veía nuevito) y nos sorprendió el enterarnos que en ese campo no había animales ni ningún emprendimiento productivo. Cual será el motivo de una inversión tan grande en nuevos alambrados? Vaya uno a saber.


Volvimos al Puesto Los Piquillines a agradecer a Don Moisés el habernos permitido subir al Nido

                Le dejamos unas botellitas de vino como regalo y le pedimos que le agradezca a don Alfredo por si no lo encontrábamos en su campo. Volvimos sobre nuestros pasos cerrando prolijamente las tranqueras y nos detuvimos a picar algo en el puesto Jagüel de Maya, donde no encontramos a Don Alfredo como nos había adelantado.


Nos alejamos del Nido, tal vez para nunca volver, aunque uno siempre vuelve al nido....

Pasamos de nuevo por Jagüel de Maya pero sólo estaba el perro...


El límite entre La Pampa y Mendoza lo marca la tranquera del campo de don Alfredo

                La idea ahora era ver si podíamos ir a acampar en el cráter del Agua Poca, aunque me habían asaltado algunas dudas en función de la profusión de nuevos alambrados respecto al 2008.

                Tomamos la RP16, a esa altura sólo un ancho cortafuego; la silueta del Agua Poca se iba agigantando delante de nosotros alimentando la ilusión de lograr el objetivo.

                Sobre la izquierda del camino, entre el monte, vemos un grupo de jinetes dispersos que nos hacen señas y pienso, resignadamente: Empiezan los problemas de accesibilidad.

                Todo lo contrario: para mi sorpresa se acerca uno de ellos, resultando ser Don Felipe González, a quien no veía desde el 2005 cuando anduve por aquí con el legendario Pedro Gutovnik y mi hijo Pablo.

-          Gusto de volver a verte, Sergio. Te reconoció mi hijo Lucas por la camioneta – abrió el diálogo Don Felipe, sorprendiéndome.

-          Igualmente Don Felipe, lo hacía por Puelén de acuerdo a lo que me había dicho su hijo David la última vez que anduve por acále contesté.

-          Supongo que van a pasar por el Puesto a visitarnos me dijo, haciendo gala de su habitual hospitalidad

-          Por supuesto, es un placer y una obligación hacerlo devolviendo la gentileza

                Le conté de nuestras intenciones de acampar en el Agua Poca y me desalentó contándome que sus vecinos habían alambrado el campo y eran reticentes a las visitas. No me asombró, porque la última vez que estuvimos habíamos detectado problemas entre ellos. Ese alambrado nos obligaba a un largo rodeo para ir a pedir permiso y la hora era muy avanzada como para no estar seguro de obtenerlo. Hacía bastante frío y la idea era armar cómodamente el campamento.

                Cambiamos de planes y nos dirigimos al puesto de González (Puesto El Puesto); allí decidimos acampar en algún lugar retirado para no molestarlos y entonces elegimos hacerlo en las cercanías de la Cueva de Halada, un lugar tan emblemático como el Agua Poca.

                Antes de armar las carpas y comenzar la travesía gastronómica, no pudimos sustraernos de asomarnos a la espeleología y meternos dentro de la cueva. Ya estuve cinco veces pero ser “tragado” por la tierra es irresistible así que nos metimos todos adentro y nos volvimos a maravillar de las cosas que puede hacer la naturaleza. Les recuerdo que ese modesto agujero de menos de un metro de diámetro te da acceso a más de 300 metros de galerías de roca volcánica. Mas info en http://www.fade.org.ar/images/Noticias/PPE_0710/Cva_Halada_LaPampa1996.pdf

.


Elegimos el lugar de acampe alejados del puesto El Puesto para no molestar


El lugar elegido fue sobre ...la Cueva de Halada !!!!



Todos adentro !!!!!


La foto clásica no podía faltar


Adentro la caverna, todos sorprendidos y contentos

                Después de saciar la curiosidad espeleológica nos abocamos a armar el campamento, juntar leña y preparar el pollo a disco comunitario de la cena. Pusimos las chatas rodeando las carpas y el fogón, cual carretas del lejano oeste, mientras caía la noche y el frío se hacía más intenso.

                El pollo al disco con papas y cebollas, esta vez estuvo regado con sidra, vino tinto y cerveza y además le agregamos salchichas de viena; no sé si por el hambre y el frío, todos dijeron que estaba exquisito. Varias botellas de vino se vaciaron inexplicablemente durante la cena.

                Luego armamos una sobremesa alrededor del fogón y al rato nos vinieron a visitar los “vecinos” de El Puesto, que gentilmente trajeron su chata cargada de leña para mantener el fuego.

                Pese al cansancio, nos quedamos mucho tiempo conversando con los puesteros, tomando café y el exquisito guindado que había traído de mi anterior viaje a El Bolsón, mientras el fueguito nos calentaba bajo las infinitas estrellas del oeste pampeano. Nos contaron lo duro que se les puso en los últimos años debido a la sequía, que les mató muchísimos animales. De la charla quedó claro que mañana intentaríamos subir al Escorial con las chatas y si nos quedaba tiempo (dudoso) iríamos caminando al Agua Poca. Cerca de medianoche nos acostamos con temperatura cercana al 0°C


El atardecer se confunde con el fuego

 

El fuego, además de combatir el frío, ejerce ese magnetismo especial que agrupa a las personas
 

Preparativos para el pollo al disco

 
Bien regado con buen vino, a granel


Díganme si no estaba para chuparse los dedos?


Sobremesa, bien cagados de frío pero con el placer de compartir entre amigos


Don Grabiel, toda la estampa de un paisano

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

                Como no podía ser de otra manera, el amanecer nos tenía deparado un espectáculo que no por repetido, no te deja de sorprender cada vez. Vean, si no...



Se puede agregar algo? No creo...

                Siendo el más veterano de la expedición, fui el que se levantó más temprano; a las 7:30 estaba arriba. Tenía que preparar los clásicos huevos fritos con panceta que había prometido, así que me aboque a encender el fuego y disponer todo lo necesario. Había que festejar de algún modo el Día del Padre….

                Lentamente se fueron levantando todos y mientras desayunábamos “frugalmente”, fuimos desarmando el campamento y acomodando las chatas. Tardamos bastante ya que el día anterior había sido muy largo y todos estábamos cansados. Recién a las 10:30 nos pusimos en marcha.


Como había prometido, me encargué del desayuno


La mesada no era precisamente una invitación a desayunar, pero era lo que había...


Sin embargo los comensales no se amedrentaron y le dieron duro a los huevos con panceta


ErnestoXL, la imagen de la satisfacción por el producto
 
 
Campamento antes del desarme


La Cueva de Halada y el Agua Poca nos vigilaban


Así y todo un integrante no se amilanó y salió del placard....

                Pasamos por El Puesto ya que uno de los puesteros, Grabiel nos dijo que quería acompañarnos al Escorial (Amarillo según le dicen ellos) y se sumó como copiloto de Pablo. Le encargamos a don Felipe que nos prepare un cordero para llevarnos al regreso, como una manera de colaborar comprándole algo. Sería bueno armar una solidaria para traerles algunas cosas que necesitan. Les dejo algunas cosas interesantes que vimos allí:


La noche anterior habían cazado un zorro


Un cuero de cordero secándose al sol y una uña de puma


Uno de los ranchos del puesto y dos corderos recién faenados

                Cerca del Escorial, esta gente tiene otro pequeño puesto con una aguada, Los Charitos, así que hasta allí hay una huella bien marcada que resultó muy entretenida para manejar.

                A partir de allí, a unos dos km del volcán comenzó el offroad, al principio liviano con suelo arenoso esquivando alpatacos y luego bastante más desparejo y pedregoso. La JIII estándar avanzó hasta donde pudo y su tripulación se pasó a las otras chatas para no arriesgarla sin necesidad.

                Le fuimos buscando la vuelta y nos arrimamos a la base del volcán, donde la trepada se ponía más jodida. Ya se podía llegar fácilmente a pie, pero alguna chata tenía que coronar un volcán por lo que la Pampa 02 se sacrificó y siguió avanzando por entre las piedras subiendo por un cañadón que llevaba a la cima. Además de las piedras, el problema adicional eran los alpatacos y los tronquitos de jarilla muy afilados que obligaban a maniobras muy precisas, siguiendo las indicaciones de Rolo y Pablo que me guiaban.

                Cuando faltaba poco para coronar el Escorial, un descuido y una jarilla tajeó el lateral de una cubierta delantera obligando a repararla provisionalmente con parches rápidos y el matafuego.


Allá lejos, el Escorial (871 msnm)


Tenue huella nos iba acercando


Hasta que empezó el offroad de aproximación


Los volcanes vecinos se mostraban curiosos, como el gigante Payún Matru o el recién conquistado Nido


También el Agua Poca seguía nuestros movimientos


Igual no nos intimidaron y seguimos acercándonos...


hasta un pedrero que parecía el final del recorrido vehicular


Una pequeña investigación a pie y la Pampa 02 quiso seguir igual...


Pintaba lindo el cañadón...


y no quedó otro remedio que repecharlo con cuidado...

 
bajo la prolija guiada de Rolo


Un tronquito filoso escondido entre la vegetación me cobró el peaje

 
Reparamos rápidamente mientras algunos miraban la goma y otros... bueno, no voy a comentar.


El lugar de la pinchadura, con la Payunia de fondo

                Finalmente, después de la reparación pudimos llegar a la cima, estacionando al costado de la infaltable mesita de los muchachos del IGM. Según Don Felipe González, ninguna chata había llegado hasta la cima. Sea cierto o no, nos llevamos la satisfacción de lograr el objetivo.

               El Bonus Track fue que siendo el Día del Padre, la altura del Escorial nos permitió tener señal de celular para comunicarnos con nuestras familias.  La razón era que teníamos visual con la zona del Auca Mahuida en Neuquén, donde la actividad petrolera desarrolló importante infraestructura celular.

                Como recuerdo, en la mesita del IGM, dejamos una bandera argentina y un banderín de Racing. Si sale campeón vuelvo a buscarlo…

 
El grupo completo en la cima del Escorial (871 msnm)


Pampa, Rolo y la Pampa 02 en lo más alto

 Vieja, a que no sabés de donde te estoy llamando?


Pablo y yo, los baqueanos del oeste pampeano


El track de subida y bajada al Escorial


Cielos pampeanos

 
Pequeños volcanes en el horizonte desde el Escorial: el Agua Poca y el Nido

 
A lo lejos se recorta el Payún Matru

                Desandamos el camino, recuperamos la JII y ya sobre la huella, paramos a comernos una bruta picada. Aproveché la detención para poner el auxilio porque los parches rápidos comenzaron a perder un poco ya que no son lo mejor para los tajos laterales.


Picada para festejar el ascenso. Don Grabiel festejó con nosotros

            Volvimos al puesto, donde pasamos a buscar el cordero que le habíamos encargado a Don González. Nos despedimos de nuestros amigos prometiendo volver apenas podamos. Da gusto encontrar gente tan hospitalaria en estos lugares.


Don Felipe y su hijo Lucas, posando con nosotros

                Dado la avanzado de la tarde, trataríamos de arrimarnos a Limay Mahuida por el recorrido más corto, así que salimos a la RP16 por una huella desconocida para mí: subimos hasta el Puesto Los Ramblones y de allí bajamos por un cortafuego muy entretenido esquivando lenguas de lava volcánica; es muy sinuoso y de piso arenoso, da gusto manejar ahí. Por el camino pudimos verificar con tristeza lo que nos había dicho Don Felipe respecto a la sequía de los últimos tiempos.




El sinuoso cortafuego poco transitado nos proporcionó bonitos kilómetros de manejo divertido


Muchos animales muertos en lo que debieron ser los últimos charcos donde esperaban saciar su sed...

                Ya en la RP 16, que también es un ancho cortafuego, abrimos y cerramos multitud de tranqueras a toda velocidad y la única detención fue para fotografiarnos en la Salinilla, un salitral que otras veces lo habíamos visto inundado y ahora estaba completamente seco.


Extraño paisaje seco en La Salinilla


El grupo posando y jugando en La Salinilla


Caripela de mi copiloto manejando...


Caballos salvajes ?

                Nos corría el atardecer cuando cruzamos la RN 151 raudamente. LA RP 16 ahora se torna un poco sinuosa y de piso muy arenoso ya que va bajando desde la meseta basáltica a la cuenca del Chadileuvú-Salado. Ya casi de noche llegamos a la RP 104, donde la RP 16 se corta. 

                La RP 16 se terminó contra el monte cerrado y estimo que ni siquiera de día daba para intentar continuar por su traza teórica. Tenía marcado un track un poco más al sur que se entroncaba con nuestra excursión del 2008 cuando andábamos tras la confluencia 37°S 67°O, así que tomamos la RP 104 en su búsqueda, ya con noche cerrada pese a que no era muy tarde.

                Al alcanzar el desvío apareció una fatídica tranquera con candado que nos dejó con las manos vacías. Miramos con detenimiento y en realidad estaban la tranquera y unos metros de alambrado a cada lado que, con un poco de ingenio, eran sorteables; sin embargo siendo de noche no nos pareció prudente meternos y terminar metidos en problemas.

                Decidimos continuar hacia el sur hasta encontrar un lugar donde acampar y asar el cordero, abandonando la idea de ir a Limay Mahuida. Sin embargo unos km más a delante apareció una huella y un puesto con gente y nos metimos a preguntar si por allí se podía ir a Limay. Una atenta mujer nos dijo que efectivamente por allí se podía pero que la huella estaba muy pero muy fea y abandonada o sea música para nuestros oídos.

                Sin pensarlo, avanzamos con la Pampa 02 a la cabeza, pechando espinillos y alpatacos y saltando por entre los surcos entrelazados que habían dejado los animales en sus arreos. Realmente era penoso avanzar y más de noche, pero sarna con gusto, no picaba. Pero después de un rato nos dimos cuenta que habíamos transformado el placer en tortura para Nippur y su JIII estándar, así que con todo el dolor del alma desistimos después de unos cuantos kilómetros de monte. la verdad que no era lo acordado para el viaje y entonces, nobleza obliga hubo que resignar en bien del grupo. La señora del puesto nos debe haber visto pasar de regreso y habrá pensado: Se los dije…

                De nuevo en la RP 104 seguimos hasta que encontramos otro puesto con un claro en el monte detrás de unos corrales donde acampar y dada la hora ni lo pensamos.

                Mientras algunos armábamos las carpas y otros acondicionaban las chatas para dormir Pablo se abocó a asar el cordero a fuego lento. El frió se comenzó a hacer sentir en serio y terminamos todos amontonados alrededor del fuego esperando que se termine de cocinar, bajo un cielo pletórico de estrellas como pocas veces se ve.

                Antes de medianoche la jauría de travesistas se abalanzó sobre el pobre cordero y no sé como lo diezmamos. Siempre había parecido un despropósito un cordero completo para ocho pero lo liquidamos casi todo, por supuesto regado con buen vino.

                No quedó otra que irse a dormir…



Siempre la magia del fuego para agrupar gente



Nuestro cordero al principio


Así fue quedando...


Hacia mucho frío y había mucha hambre

 
La luna nos iluminaba por entre los alpatacos

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++


Había hecho mucho frío en la noche: la helada era evidente a la mañana


Como es habitual, un genial amanecer pampeano


La silueta del molino recortada por el amanecer

                Amaneció bastante fresco, con una tenue helada. Siendo ya el día de regreso, rápidamente levantamos campamento y nos pusimos en camino después de desayunar.

                Dejados de lado los últimos objetivos del viaje, es decir recorrer los humedales del Salado-Chadileuvú, solo quedaba seguir hasta la Ruta del Desierto, desviándonos en la RP 23.


Semblanzas de la desconocida RP 23

                Al pasar por el “borde” del Gran Salitral, que de vez en cuando intuíamos desde alguna lomada, propuse al grupo que de haber alguna huella de acceso nos asomásemos a conocerlo. Cuando ya casi habíamos pensado que no la hallaríamos debido a los alambrados, la huella apareció y por supuesto entramos.

                Primero el monte, luego vegetación achaparrada y finalmente la hermosa y lisa superficie blanca del gigantesco salitral. Lo pisamos con cuidado para no encajarnos y descubrimos que debido a las bajas temperaturas de la noche estaba congelado. Notar eso y adentrarnos con cierta prudencia, fue un instante.

                Nos arriesgamos un par de kilómetros hasta que vimos que al hacer piruetas debajo del barro congelado, estaba el clásico barro pegajoso de los salitrales que podía amargarnos el paseo, sobre todo si el sol empezaba aflojar la capa resistente.


La aproximación fue así...

 
hasta que apareció la enorme planicie congelada...


y nos adentramos con cierto riesgo de ancajadas.


No podía faltar la foto grupal en las entrañas del Gran Salitral


Pampa 02 agregando lugares visitados a corto curriculum

                Sacamos unas lindas fotos y nos preguntamos si tal vez aprovechando una madrugada helada no sería genial intentar atravesarlo de oeste a este alguna vez. Para pensarlo, ya que tiene un diámetro de unos 20 km.

                Salimos a la RP23 de nuevo y de allí enseguida llegamos a la Ruta del Desierto por donde había comenzado la aventura. Sólo quedaba llegar a La Reforma y reponer combustible, la última incógnita del viaje. Por suerte había, así que no tuvimos problemas.


Cartelería de la RP 23 y reagrupamiento al llegar la la ruta del Desierto (RP 20)


Cargando nafta en la prolijita Estación de servicios de La Reforma

                El grupo unido siguió hasta General Acha, donde nos habíamos juntado dos días atrás. Pablo y Ernesto se abrieron para volver a Bahía Blanca y Mar del Plata. Como yapa se mandaron por una cortada de tierra que pasa por algunas estaciones abandonadas y nos regalaron algunas fotitos.

                El resto seguimos juntos hasta Carhué, donde Nippur y Hernán se separaron para ir a visitar Lago Epecuen y su villa abandonada.

                Rolo y yo seguimos sólo de regreso, también cortando por caminos de tierra hasta Laguna Alsina, con algún problemita menor con la alarma que nos hizo llegar sin parar nunca el motor por las dudas. Antes de las 20:00 ya estábamos de nuevo en casa. Otra aventura terminaba y ya estábamos planeando otra.


Olvidadas estaciones del ramal Bahía Blanca - Santa Rosa: Unanue y Gamay


Un extraño jabalí con cuernos de ciervo...


Lago Epecuén mostrado por los reporteros Nippur y Hernán

Un incendio controlado de campo y una zona anegada sobre la RP 18 cerca de Doblas


Estación Transformadora 500/132 kV Macachín, de la cualtuve el honor de dirigir su construcción, un lindo recuerdo laboral

Recorrido general de la expedición


Pampa
Agosto 2011

<< La Cuesta del Viento Volver a Lo del Pampa
Estás en El REGRESO

Hit Counter