ESCAPADA FERROVIARIA A TANDIL
02 y 03 de Julio de 2011
- 3 -
VÍA BARKER: DE TANDIL A LA NEGRA
La mañana del domingo amaneció muy fría y lloviznando, con 0°C de temperatura a eso de las 10:00 cuando asomamos la nariz afuera para desayunar. En ese momento pareció que se largaba la nevada, pero sólo fue un amago de aguanieve que no llegó siquiera a pintar de blanco el suelo. Desayunamos en el comedor del complejo y empacamos para seguir paseando.
Destaco que la calidad de las instalaciones y de la atención recibida es excelente. Muy recomendable la Posada del Molino.
Ya habíamos estado varias veces aquí en Tandil, así que los lugares convencionales de turismo ya los conocíamos. Entonces, siguiendo el hilo conductor ferroviario, nos propusimos recorrer cualquier camino serrano con la excusa de seguir algún otro ramal.
Elegimos el ramal Tandil-Deferrari que se dirige hacia el sur ya que de ese modo podíamos visitar la zona de Barker, de la cual me habían dado buenas referencias como incipiente destino de turismo serrano.
La primera estación sería AZUCENA (#18), a la cual llegamos después de dar unas cuantas vueltas por pintorescos caminos serranos. A lo lejos nos llamó la atención una gran mancha blanca cerca de la misma, que a la postre sería una cantidad innumerable de silos bolsa acopiados prolijamente frente a la estación. El pueblo es pequeño y bastante prolijo pero está separado de la estación, que por el contrario esta completamente descuidada, convertida en un chiquero de chanchos, donde al acercarme apareció una persona que accedió sin problemas a que tomara unas fotos del naufragio, mientra era rodeado por una jauría de perros que no se cansó de ladrar hasta que me fui.
La siguiente sería BARKER (#19). El camino copia el recorrido de los rieles serpenteando entre las sierras por paisajes muy bonitos engalanados con los colores invernales de los árboles que mutan del gris al violeta pasando por el amarillo. El establecimiento “Siempre Verde” es una muestra de ello. Los cerros, si bien son bajitos tienen formas muy curiosas y llamativas.
Sin darnos cuenta, llegamos al patio trasero de BARKER, la misma estación ferroviaria recostada sobre una sierra. Para acceder a ella tuvimos que rodearla y meternos en la ciudad por el frente de la misma. Seguramente hay mucha actividad cerealera a juzgar por la gran cantidad de pájaros que revolotean por sus terrenos y galpones. La estación está habitada y se nota que pasan trenes con frecuencia, seguramente de carga. No se ve nada relacionado con Loma Negra como esperaba, posiblemente tenga una terminal interna de FERROSUR dentro de la planta, cuyas chimeneas se ven en dirección a VILLA CACIQUE.
Continuamos hacia VILLA CACIQUE y allí si apareció la actividad cementera, incluso se ve un ramal ferroviario que se introduce dentro de la planta de LOMA NEGRA, prolijamente ocultada detrás de una gran arboleda. La estación es una construcción más o menos moderna usada como Oficina de Turismo Municipal y su nombre actual es ALFREDO FORTABAT (#20), seguro en homenaje a quien llevó adelante todo el emprendimiento industrial desde sus inicios. No creo que sea parada ferroviaria de ningún tipo desde hace tiempo, aunque pude detectar que no hacía mucho acababa de pasar un tren por las marcas de la pestañas de las ruedas de un tren en el piso húmedo.
VILLA CACIQUE es un poblado que indudablemente vive de LOMA NEGRA, ya que se nota que es una población industrial: las casitas son todas iguales, modestas pero prolijas. Ayuda a su aspecto el carácter serrano de la región y las profusas arboledas. Igualmente imagino que las chimeneas de la cementera no deben emitir cosas agradables.
Casi estábamos a punto de desandar el camino para volver a Tandil, pero una consulta a los mapas me mostró que si seguíamos hasta la estación sucesiva, LA NEGRA (#21), podía volver a Tandil por caminos serranos diferentes a los que habíamos usado a la ida, lo que nos resultó muy atractivo.
A partir de ALFREDO FORTABAT, el ramal está desactivado desde hace mucho, aunque creo que no han levantado las vías. El terraplén luce muy elevado y va serpenteando entre las sierras y los caminos no lo acompañan de cerca en la mayor parte del trayecto. Salimos por el lógico acceso de hormigón de Villa Cacique (Auspicia Loma Negra…) y luego tomamos la ruta provincial 80, de tierra, que se dirige a Claraz.
Encontramos a LA NEGRA tan solitaria como muchas otras. Una vieja construcción tipo almacén de ramos generales y unos enormes silos son su única compañía. La estación debe estar habitada ya que había un automóvil bajo el alero del andén pero nadie salió cuando nos asomamos a curiosear. Un enorme cerdo tiene su corral casi sobre las vías. Y una tranquilidad de otro planeta.