LA MESETA DE LA MUERTE, LA TERCERA FUE LA VENCIDA
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MIERCOLES 25 DE MARZO DE 2015:
LA MESETA DE LA MUERTE NOS DEJO SALIR SANOS Y SALVOS
CAMPAMENTO 03 EN LA MESETA DE LA MUERTE - VADEO DEL RÍO DEL MEDIO - ESTANCIA RÍO DEL MEDIO - GOBERNADOR GREGORES
Habíamos acordado levantarnos bien temprano para estar en marcha a las 8 de la mañana, lo que cumplimos al pie de la letra. Creo que varios habían hecho el razonamiento que había hecho yo respecto a lo que pasaría si el vadeo se complicaba, especialmente Guillermo que venía sin auxilio…
El avance hacia el río del Medio fue lento pero sin pausa siguiendo el desparejo cauce de un arroyo de agua curiosamente estancada hasta que lo llegamos a divisar pero…. en el fondo de un barranco de unos 50 metros de altura con una pendiente superior a los 45° y encima lleno de piedras. A derecha y a la izquierda no se veía nada mejor aunque desde arriba nos tranquilizamos con que el río parecía vadeable.
Otra vez los correcaminos de Luís TLC, Mauricio y mi hijo se abocaron a buscar la salida salvadora mientras los demás evaluamos al posibilidad de bajar las chatas con malacate dejando la más liviana al final (Pampa 02), la cual la podríamos bajar marcha atrás con un ancla de malacate, maniobras no exentas de muchos riesgos.
Por suerte unos kilómetros al norte donde el río del Medio se abre en dos brazos apareció una bajada menos peligrosa y a los saltos, atravesamos otro mogotal para alcanzarla y ponernos finalmente a nivel del río. Sólo faltaba vadearlo y listo: un track relevado nos esperaba en la ribera opuesta.
La bajada fue relativamente sencilla y empezamos a recorrer el río buscando el lugar para vadearlo. La cuestión que lo que desde arriba parecía fácil de cerca no lo era tanto: si bien el caudal era algo inferior al de las veces anteriores, la piedras de su cauce eran muy grandes y donde no había piedras (o no se veían) era muy profundo. Nos empezamos a inquietar aunque de uno u otro modo lo íbamos a cruzar. Treinta metros no podían obligarnos a desandar 30 km torturantes y de difícil retorno.
Después de mucho buscar y cuando parecía que se acababan las fichas, una isla que dividía al río en dos pareció ser la solución. Mi hijo se calzó los waders y se metió en el río para hacer un cateo y el resultado fue positivo: había medio metro de agua en una angosta zona y con cuidado se podía intentar.
Hugo se jugó y pasó a la isla sin dificultades y los demás lo seguimos. La mitad del problema ya estaba resuelto, falta cruzar un brazo del río notoriamente más pequeño, aunque más pedregoso.
El mismo método, ahora acomodando piedras y ya estábamos a salvo. A apenas 500 metros había un track relevado, malo, pero relevado al fin. Los demás sólo tuvimos que copiar su maniobra.
El famoso y esquivo vadeo del río del Medio había sido logrado !!!
Bueno, misión cumplida!!! Me quedé pensando que el río del Medio o Arenisca fue vadeado justo donde dos años atrás no habíamos podido. No quiero olvidarme de todos los amigos que me apoyaron antes en esta loca idea de circular con vehículos por la Meseta de la Muerte y que circunstancialmente esta vez no fueron de la partida: Pablo Anastasio: Adrián Lentini, Eduardo Cinícola, Miguel Lindner, Mauricio Persiani, Christian Germain, Marcelo Banco, Ignacio Tirrito, Daniel Masso y Jorge García con quienes quiero compartir la satisfacción de este logro. Gracias !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Ahora seguir el track conocido ya era un juego de niños aunque no era lo que esperaban quienes no lo conocían, que creyeron que sería una huella marcada que permitiría avanzar velozmente y olvidarse de la tortura de la meseta.
A poco de andar, escucho por la radio una versión modificada del estribillo de “Los caminos de la vida” que decía algo así como:
Los caminos del Pampa
no son los que yo creía
no son los que yo esperaba,
No son los que imaginaba
Los caminos del Pampa,
son muy difíciles de andarlos,
difíciles de caminarlos,
y no encontramos la salida...
No podía parar de reírme por lo oportuno que había sido. Banda original click aquí >>
Sin embargo, al final, al aproximarnos a la estancia Río del Medio, la huella apareció y nos regalamos una parada en la estancia para hacer una merecida merienda y de paso decidir los pasos futuros.
No estábamos muy atrasados respecto al plan inicial pero tampoco sobraba mucho tiempo y todos lucíamos cansados por los tres largos días anteriores de puro offroad. Decidimos llegarnos a Gobernador Gregores y seguir en tren de paseo hasta el Parque Nacional Perito Moreno, abandonando la idea del cruce al lago Posadas, a lo sumo nos asomaríamos para echarle una ojeada. Todos nos sentimos satisfechos con lo que habíamos logrado en la meseta de la Muerte, que a la luz de lo que sufrimos podríamos agregarle que es la Meseta de la Muerte pero de los Amortiguadores.
Terminado el frugal almuerzo y algunas mínimas reparaciones, hicimos rápidamente el enlace a Gregores disfrutando del manejo en el intricado camino entre la estancia Río del Medio y el lago Cardiel, sobre todo en la bajada y la subida al valle del río Infante.
Algo de destacar que después de tres días de circular casi permanentemente por todo tipo de terrenos offroad (faltó arena nomás) ninguna de las cinco chatas acusó fallas mecánicas ni daños serios por la paliza, salvo algún estribo doblado, algún soporte de paragolpe quebrado, una barra de dirección doblada y no mucho más. Habla muy bien del mantenimiento previo y de la prolija conducción de los pilotos, en serio.
En Gregores nos dimos cuenta que hacer todavía 250 km más era demasiado para el cansancio que teníamos encima y al final nos terminamos alojando en unas hermosas cabañas a la vera del río Chico, en el complejo María Abril.
Para festejar nos fuimos a cenar para disfrutar de un exquisito cordero patagónico en el único restaurante que pudimos encontrar abierto: se habían jugado todo en los festejos del aniversario de los días pasados.