EL CENTRO-SUDOESTE BONAERENSE SIGUIENDO LAS VÍAS
RECORRIENDO PUEBLOS DEL CENTRO SUDOESTE BONAERENSE SIGUIENDO RAMALES FERROVIARIOS
6, 7 y 8 de Febrero del 2015
EL CENTRO-SUDOESTE BONAERENSE SIGUIENDO LAS VÍAS
RECORRIENDO PUEBLOS DEL CENTRO SUDOESTE BONAERENSE SIGUIENDO RAMALES FERROVIARIOS
6, 7 y 8 de Febrero del 2015
SÁBADO 7: BUSCANDO LA COMBINACIÓN CON EL RPB, HASTA DESCUBRIMOS CASCADAS OCULTAS
NECOCHEA - ENERGÍA . RAMÓN SANTAMARINA - DEFFERRARI . SAN CAYETANO - OCHANDÍO - SAN MAYOL - BARROW - TRES ARROYOS -MICAELA CASCALLARES - CASCADAS DEL QUEQUEN SALADO - CORONEL DORREGO - CALVO - BAJO HONDO - PASO MAYOR - LOS SIETE PUENTES - CORONEL FALCÓN - LARTIGAU - EL DIVISORIO - LAS MOSTAZAS - EL PENSAMIENTO - PILLAHUINCÓ - CORONEL PRINGLES
Ya nos había gustado mucho Ochandio, que más que un pueblo abandonado era un pueblo desierto con cierto aire especial. Al llegar y descubrir SAN MAYOL esa sensación creció porque nos sentimos en un lugar encantado y encantador, a una escala mucho mayor que la de su vecino, que había pasado a ser un buen aperitivo.
Estaba desierto, como de esperar un tórrido sábado de verano poco después de mediodía, era claro que sus escasos habitantes tenían que estar durmiendo la siesta.
Si bien nos perdimos el contacto directo con la gente, la sensación de estar en un lugar desierto pero como si se hubiesen ido todos de golpe nos fascinó. Recorrimos todo el pueblo minuciosamente sabiendo que pese a que no vimos a nadie, todo el mundo habrá comentado que hacía camioneta blanca dando vueltas por ahí, alterando la tranquilidad habitual...
Todo fue hecho a lo grande aquí, quien lo hizo tenía grandes ambiciones: las fotos que siguen va a ser más que elocuentes pero además del aspecto general del pueblo, hay que destacar los impactantes edificios de dos pisos, propios de una ciudad colonial y la genial iglesia Sagrado Corazón de Jesús, que parece sacada de un cuento de hadas, la estación ferroviaria, preservada como museo histórico, las viviendas, el edificio de la Cooperativa Agrícola...
Sin lugar a dudas, si uno pasa por la RN03 cerca de Tres Arroyos, SAN MAYOL merece que se le destine un rato para ir a visitarlo, no se van a arrepentir. En nuestro caso fue uno de los puntos culminantes del itinerario ferroviario, una de las mejores escalas del viaje sin duda.
Más información del pueblo, que está intentando desarrollar esto que los conté como turismo rural, en la página web del pueblo: www.sanmayol.com.ar
Después de las maravillas abandonadas y solitarias de Ochandio y San Mayol, iba ser difícil mantener el nivel y para compensar ahora nos tocó la decepcionante estación BARROW, un importante nudo ferroviario que está prácticamente todo usurpado, con excepción de las instalaciones de almacenamiento y carga de granos de la ACA (Asociación de Cooperativas Argentinas). Según el último censo viven aquí 17 personas.
Ni siquiera me animé a bajarme a sacar fotos de lejos, ya que los ocupantes no transmitían ninguna tranquilidad y supuse que tomarles fotos podía incomodarlos y algo más. Una pena, como ocurre en todas las estaciones próximas a los grandes centros urbanos, en este caso Tres Arroyos.
El paraje BARROW como muchos otros murió una vez que las locomotoras dejaron de circular. La estación nació en 1907 como necesidad operativa cuando se habilitó el ramal a Lobería y su nombre fue un homenaje a M.W. Barrow, gerente de la empresa Ferrocarril del Sud entre 1890-1892 y que sin proponérselo se había convertido en el artífice de tantos pueblos de la provincia.
La distinción le llegó en la época en que los ingleses habían decidido reconocer los servicios prestados por los miembros de esa colectividad relacionados con el desarrollo de los rieles en la República Argentina. Así, bregaron para que el gobierno nacional decretara en la fecha del 50º del primer ferrocarril argentino, el 30 de agosto de 1907, el cambio de nombre de algunas estaciones, como la de Barrow, reconociendo al hombre que alcanzó un poder ilimitado como gerente del Ferrocarril, ocupando infinidad de funciones y cargos, siguiendo un espíritu visionario que llevó al crecimiento del país. Durante su gerencia, M.W. Barrow había estudiado la idea de instalar nuevos y modernos talleres para las operaciones del Ferrocarril del Sud que tomaban cada día mayor incremento. En las frecuentes visitas que realizaba a los talleres notaba que las operaciones se realizaban en un estrecho círculo y en instalaciones completamente inadecuadas que imposibilitaban la libre tarea de los mil operarios. Y desde entonces dedicó toda su energía a procurar la formación de instalaciones modernas que se ajustaran a la realidad.
En que quedaron sus iniciativas...
Retomamos el viaje después del paso por Barrow en su deplorable estado; salimos a la RN03 y al llegar a Tres Arroyos, decidimos saltearla porque es una estación fácil de visitar toda vez que se pase por ahí, cosa que ocurre con frecuencia.
Como siempre, nos falta tiempo y una tormenta en ciernes, nos indicaba que mejor apurarnos con las que están sobre tierra. Cargamos combustible y le apuntamos a la prolija ciudad de MICAELA CASCALLARES, aunque sólo visitamos la estación ferroviaria, que curiosamete está como de espaldas al poblado. Después, mirando las fotos satelitales, veríamos el curioso trazado de su ejido urbano, que bien hubiera valido una visita más detallada. Todo no se puede.
La tormenta, tan de golpe como pareció que nos alcanzaba, como que se replegó y entonces decidimos continuar siguiendo la traza del ferrocarril por los caminos de tierra. Al cruzar el puente sobre el Quequén Salado, recordé que cerca de allí, Pablo Anastasio alguien me había hablado de unas desconocidas cascadas sobre este al norte de la RN03, que no eran las que están señalizadas al sur de la misma. Es decir que si aparecía alguna huella o tranquera inmediatamente después de cruzar el río, seguramente estarían por ahí cerca; la RN03 no estaba a más 7 u 8 km de distancia.
A poco de cruzar el puente, un improvisado paso a nivel muy poco transitado me pareció que podía ser y decidimos gastar un poco de tiempo, total la tormenta parecía que se había disipado: en el peor de los casos reculábamos o volvíamos a la RN03 y entrábamos a IRENE por allí. En el GPS, la huella le apuntaba al río, que por allí se abría en dos brazos, formando una especie de isla.
La huella es efectivamente muy poco transitada y al cabo de un par de kilómetros, nos acercamos a uno de los brazos del río y había que cruzarlo a través de un vado accesible, ya que no había mucho más de 20/30 cm de agua. Lo encaramos y al girar la vista hacia la derecha apareció la ignota cascada que me habían contado: algo totalmente impensado en el medio de la llanura bonaerense. Desde arriba no se podía apreciar mucho, por lo que retrocedimos para verla desde una especie de mirador aguas abajo que apreciamos desde allí.
Nos cansamos de sacar fotos de este hallazgo y luego volvimos a hacer el vadeo, ingresando a la isla, sabiendo que más a delante nos esperaría otro más, pero sobre el otro brazo del río. ¿Habría otra cascada? ¿Sería accesible? ¿Podríamos salir a la RN03?.
La tormenta había pasado pero desde el oeste se estaba armando otra...
Llegamos a la RN03 antes del puente del Quequén Salado, después del peaje y antes que la tormenta nos alcanzara, es decir que el desvío había resultado un éxito total. Teníamos por delante unas cuantas estaciones próximas a la RN03 antes de hacer la deseada combinación por el Rosario - Puerto Belgrano pero nos faltaba tiempo para para en todas.
Mientras hacíamos las cuentas para ver cual descartábamos, la tormenta nos enfrentó: ella venía hacia nosotros y nosotros hacia ella. Antes del acceso a IRENE ya estaba lloviendo, lo que nos ahorró la decisión, así que seguimos sin parar. La tormenta se desató con furia inusitada y la verdad que no recuerdo haber estado bajo una cortina de agua tan cerrada que el limpiaparabrisas no le hacía mella. Tan fuerte era la lluvia que no se veía nada y pensé en detenerme, pero no sabía que era más peligroso, así que con mucho cuidado y atención seguimos. Había muchos vehículos en la banquina pero a mi no me convencía parar allí: si algo pasaba no tenía chance de nada, especialmente si se desataba una granizada.
Fueron kilómetros eternos hasta que lentamente empezó a aflojar y retomamos la marcha normal; las banquinas y los caminos de tierra estaban anegados así que el plan se alteró y optamos por seguir hasta donde la cosa cambiase, al fin de cuentas el objetivo era hacer el recorrido del Rosario - Puerto Belgrano, que en una de esas no había sufrido tanto aguacero. Nos es que me achique el barro pero si tenia que renegar con él, los tiempos no daban.
Al acercarnos a CORONEL DORREGO, ya no llovía y los caminos de tierra no se veían muy embarrados, evidentemente acá no había llovido tanto. Entramos a al ciudad con la excusa de reponer combustible y de paso visitar la estación: ya sentíamos abstinencia ferroviaria y el andar por el asfalto nos había hecho perder estaciones pero habíamos recuperado tiempo, así que volvimos al riel.
La
iglesia de CORONEL DORREGO, con la tormenta al fondo, alejándose
Después de Coronel Dorrego, seguimos hacia el oeste costeando las vías rumbo a CALVO, la siguiente estación. Apenas salimos de la ciudad nos sorprendió el larguísimo puente de hierro sobre arroyo Las Mostazas, cuando pasamos insignificante pero no debe ser lo mismo con crecida. No hubieran hecho los ingleses semejante puente para nada...
CALVO resultó otra estación más de la larga serie de estaciones abandonadas, en muy mal estado y ocupadas, que respetando la regla de las que están próximas a ciudades importantes están convertidas en chiqueros o en depósitos de basura o ambos. Una pena...
Pese a que en Coronel Dorrego nos habían dicho que unos días atrás habían caído de un saque 250 mm, el estado del camino a Calvo nos había convencido que exageraban o todo se había secado muy rápidamente. Después de Calvo, quisimos seguir por la tierra porque parecía más corto y de paso visitábamos San Román pero empezaron enseguida los charcos cada vez más grandes así que para no perder tiempo volvimos a la RN03, decidimos dejar San Román para otra oportunidad y nos tomamos el rápido hasta BAJO HONDO.
En BAJO HONDO la estación está más o menos presentable y parecía deshabitada pero una señora que salió de alguna parte no tenía cara de buenos amigos. Igual no me dijo nada y pude tomar unas lindas fotos.
Allí en BAJO HONDO, nos bajamos de la línea Roca para hacer combinación con su homónima en el ramal Rosario - Puerto Belgrano.
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