SIN ASFALTO, POR RAMALES CAÍDOS EN EL OLVIDO
VICTORINO DE LA PLAZA - GARRÉ - TRONGÉ - GIRODIAS
Dejamos momentáneamente las “vías” para hacer un enlace vial para cambiar de prestador y de trocha: nos deslizamos entre campos sembrados hacia la punta de rieles del CGBA Sudoeste, VICTORINO DE LA PLAZA (#21), una prima hermana de nuestra querida Buchanan, la estación que fue de algún modo la promotora de estos viajes. Por qué otro motivo nos vendríamos a visitar esta ignota estación, sin pueblo siquiera, a más de 500 km de casa?
VICTORINO DE LA PLAZA debe haber sido algún poblado de cierta importancia, pero ahora no es nada: una escuela que parece en desuso, la sede de un club social y deportivo completamente abandonado milagrosamente intacto, dotado de una espléndida sala donde se debían proyectar películas entre otras actividades y el predio ferroviario, totalmente invadido por la vegetación, excepto una de las casetas auxiliares donde parece habitar alguna familia.
Uno está acostumbrado a ver instalaciones abandonadas en el medio de la nada pero siempre son lugares de paso; en este caso la punta de rieles del ramal está en esa condición: no hay una ciudad de referencia, no hay una ruta, no hay un establecimiento fabril, no es un lugar emblemático, no hay nada. Nada de nada. Por qué habrán elegido llevar un tren hasta ahí? Habrán pensado en llegar a SALIQUELLÓ y el proyecto se paró? No conozco la respuesta.
Curioseamos la estación en ruinas, preservada sólo por el monte que lentamente la está cubriendo como último recurso de preservación. Entre los yuyos encontramos tumbado boca abajo el nomenclador; quisimos levantarlo pero nuestros elementos no alcanzaban. Se nos ocurrió que alguna vez podríamos volver a devolver la identidad a la estación. Por qué no? El lugar está genial para hacer un campamento nocturno con la excusa de reponer el nomenclador. No me extrañaría que volvamos un día de éstos a emprender esa labor; ya una vez lo hicimos en Buchanan…
Mientras curioseábamos, vimos pasar unos autos y nos agarró la duda respecto a que avisen a la policía: no es muy normal una chata adentro una estación abandonada trabajando con un malacate. A ver si pensaban que nosotros, los preservadores éramos lo malos de la película...
Así que dejamos todo como estaba y nos tomamos el Expreso Suzuki con la idea de llegar a Patricios como cuando arrancamos desde Villegas: el viaje por el ramal sudoeste del CGBA empezaba ahora, aunque seguro íbamos a tardar algo menos que el viejo tren.
A los pocos kilómetros cruzamos la RN 33 y entramos a GARRÉ (#22), un prolijísimo pueblo con calles de asfalto y bicicletas tiradas por las veredas donde la estación convertida en Biblioteca Popular parecía a estrenar, aunque por supuesto esperando trenes imaginarios sugeridos por los los libros que alberga. Un par de jovencitas jugaban en el banco del andén nos miraron tan curiosas como nosotros con la estación.
Continuamos el recto derrotero y la próxima fue TRONGÉ (#23), la cual también está siendo remodelada a nuevo para algún uso comunitario. El poblado es más modesto, con calles de tierra y parece que aquí todo es TRONGÉ, ya que así se llama la calle principal.
Siguiendo las vías, ya que por momentos el camino está trazado sobre el extinto terraplén, llegamos al siguiente poblado y por supuesto a su estación, GIRODIAS (#24). Es otro tranquilo pueblo con calles de tierra, un poco menos modesto que el anterior, ya que supo tener hasta una pequeña estación de servicio y se destaca un viejo almacén de chapas acanaladas con característicos carteles de publicidad de gaseosas de los años 60. La estación también aquí la están remodelando a nuevo como las anteriores, seguramente para algún uso comunitario, lo que al menos te permite tener una mueca de satisfacción al ver que no todo se perderá… Un monumento a la madre es testigo de lo que está ocurriendo allí.